viernes, 28 de diciembre de 2012

Otra monarquía en caída libre

Los independentistas flamencos, primera fuerza política de la región belga de Flandes, reclamaron una drástica reducción de los poderes del rey de Bélgica, tras considerar que Alberto II no representa al conjunto de la nación.

El rey de los belgas Alberto II había instado a estar alerta frente a los "discursos populistas" en Bélgica y en Europa, e insistió en que no hay que olvidar las lecciones de la crisis de los años 1930 ahora que "miles de trabajadores" perdieron su empleo en 2012.


"No hay que olvidar la crisis de los años 30 y las reacciones populistas de esta época. Se ha visto el daño que hizo a nuestras democracias", advirtió el monarca, nacido en 1934, sin citar a ningún partido político.

No obstante, los observadores estimaron que el rey se refería a la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) que milita abiertamente por una "república flamenca".

El jefe de los independentistas flamencos Bart De Wever criticó duramente al rey Alberto II porque considera que se extralimitó agitando la amenaza del populismo, y pidió que deje de desempeñar un papel político en el futuro.

"El monarca debe estar por encima de la batalla política para poder representar al conjunto de la nación. Pero Alberto II no cumple correctamente este papel. Eligió el camino de una monarquía de división", declaró Bart De Wever en el diario flamenco De Standaard.

Alberto II "me toma por un fascista. Después de este discurso de Navidad, me pregunto si puede seguir desempeñando su papel", afirma De Wever en una entrevista que será difundida en una televisión flamenca y de la que el diario De Morgen publicó fragmentos.


"Una monarquía política es incompatible con la democracia", añadió. El jefe de la N-VA y nuevo alcalde de Amberes (norte) considera además "escandaloso" que el primer ministro, el socialista francófono Elio Di Rupo, haya avalado el discurso real.

"El rey y el PS concuerdan en su rechazo de la elección democrática de una gran parte del pueblo flamenco", estima Bart De Wever, principal opositor al gobierno de coalición de Elio Di Rupo.

Sin llegar a pedir la abdicación del Rey, Bart De Wever pide "otro sistema" y estima que el monarca ya no está en condiciones de desempeñar su papel de "árbitro", que consiste sobre todo en designar a la persona encargada de formar gobierno.