MADRID.- La reacción de Diego Torres al anuncio de que se le
imputan dos nuevos delitos y que él y su mujer deberán volver a declarar
acusados de evasión de capitales y fraude fiscal fue inmediata e hizo
públicos una nueva tanda de mails comprometedores para La Zarzuela.
Según explicaron fuentes del caso, el abogado del exsocio
de Diego Torres, Manuel González Peeters, registró ayer en el Juzgado
de Instrucción nº 3 de Palma varios correos electrónicos
comprometedores para la Casa Real. En uno de estos correos, explicaron
estas fuentes, se deja patente que el duque consultaba todos sus
movimientos al frente del Instituto Nóos al entonces secretario personal
de las infantas Elena y Cristina, Carlos García Revenga.
Es más, en ese correo Urdangarin pide autorización a
García Revenga para operaciones delicadas de la institución. Ese mail
data de 2004, cuando el instituto Nóos comenzó con sus grandes pelotazos
con las administraciones balear y valenciana.
Torres ha dirigido este escrito al juez José Castro donde justifica la entrega de los nuevos correos para demostrar que Carlos García Revenga, que fue tesorero del instituto Nóos y sigue siendo uno de los principales asesores de la Casa Real, tuvo un papel protagonista en el caso.
En otros mensajes facilitados por el exnúmero dos de Nóos aparece José Manuel Romero-Pallarés, conde de Fontao y asesor de la Casa Real. Romero es citado en relación a la creación de la fundación FDCIS y a una reunión con Urdangarin.
El 7 de julio del 2003, el duque remite a Revenga un mensaje, donde le informa de los pinitos del grupo Nóos.
Por lo que trasciende de los documentos, el alto cargo de la Casa Real supervisaba la agenda de Urdangarín, como presidente de Nóos y empresario-consultor. El 16 de enero del 2004 Luisa Masuet, una empleada de Nóos, manda a Revenga un borrador de una carta de Urdangarín a Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia. Nóos cobró varios millones de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia por organizar tres eventos. La misiva es para agradecerle su apoyo en una comida. El duque le ofrece los servicios de uno de sus mejores consultores, Juan Pablo Molinero.
Revenga también auxilió a Urdangarín, Torres y Mario Sorribas (cuya imputación confirmó ya el juez) en la confección de un argumentario para contestar a los periodistas en una rueda de prensa sobre la presentación del Instituto Nóos.El duque pide la autorización de Revenga para participar en determinados eventos a los que le invitan: como la inauguración de un campo de golf en el Prat de Llobregat, o la concesión de una entrevista. En otro de los mails, el duque facilita a la Casa Real un número de cuenta para que abonen “los honorarios de Zarzuela para la infanta doña Cristina”. Torres postula que Nóos no cometió hechos delictivos, pero que el instituto estuvo dirigido por Urdangarín y sus afines, entre ellos Revenga.
Iñaki Urdangarín remitió el 7 de julio de 2003 un correo electrónico a Carlos García Revenga, secretario de las infantas Cristina, su esposa, y Elena, su cuñada. El duque comenta a Revenga, cuya dirección de correo forma parte del servidor de la Casa Real y que fue tesorero de Nóos, cuáles eran los primeros pasos del Instituto Nóos, el buque insignia de sus negocios. Urdangarin hace un chiste sobre su título y firma: El duque-em-palma-do, rúbrica que contrasta con el tono serio que el duque mantenía en otros correos aportados al sumario del caso Palma Arena.
Torres ha dirigido este escrito al juez José Castro donde justifica la entrega de los nuevos correos para demostrar que Carlos García Revenga, que fue tesorero del instituto Nóos y sigue siendo uno de los principales asesores de la Casa Real, tuvo un papel protagonista en el caso.
En otros mensajes facilitados por el exnúmero dos de Nóos aparece José Manuel Romero-Pallarés, conde de Fontao y asesor de la Casa Real. Romero es citado en relación a la creación de la fundación FDCIS y a una reunión con Urdangarin.
El 7 de julio del 2003, el duque remite a Revenga un mensaje, donde le informa de los pinitos del grupo Nóos.
Por lo que trasciende de los documentos, el alto cargo de la Casa Real supervisaba la agenda de Urdangarín, como presidente de Nóos y empresario-consultor. El 16 de enero del 2004 Luisa Masuet, una empleada de Nóos, manda a Revenga un borrador de una carta de Urdangarín a Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia. Nóos cobró varios millones de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia por organizar tres eventos. La misiva es para agradecerle su apoyo en una comida. El duque le ofrece los servicios de uno de sus mejores consultores, Juan Pablo Molinero.
Revenga también auxilió a Urdangarín, Torres y Mario Sorribas (cuya imputación confirmó ya el juez) en la confección de un argumentario para contestar a los periodistas en una rueda de prensa sobre la presentación del Instituto Nóos.El duque pide la autorización de Revenga para participar en determinados eventos a los que le invitan: como la inauguración de un campo de golf en el Prat de Llobregat, o la concesión de una entrevista. En otro de los mails, el duque facilita a la Casa Real un número de cuenta para que abonen “los honorarios de Zarzuela para la infanta doña Cristina”. Torres postula que Nóos no cometió hechos delictivos, pero que el instituto estuvo dirigido por Urdangarín y sus afines, entre ellos Revenga.
Iñaki Urdangarín remitió el 7 de julio de 2003 un correo electrónico a Carlos García Revenga, secretario de las infantas Cristina, su esposa, y Elena, su cuñada. El duque comenta a Revenga, cuya dirección de correo forma parte del servidor de la Casa Real y que fue tesorero de Nóos, cuáles eran los primeros pasos del Instituto Nóos, el buque insignia de sus negocios. Urdangarin hace un chiste sobre su título y firma: El duque-em-palma-do, rúbrica que contrasta con el tono serio que el duque mantenía en otros correos aportados al sumario del caso Palma Arena.
La implicación de García Revenga en el 'caso Nóos' no es
nueva. El secretario de las infantas ejerció como tesorero del instituto
en la época en que la entidad estaba presidido por Urdangarin y su
esposa era vocal de su consejo ejecutivo. El duque, en su declaración en
febrero de 2012 ante el juez, aseguró que la decisión de colocar a
García Revenga en Nóos fue suya ya que sintió la «necesidad de aportar a
alguien de su confianza» a la cúpula del instituto. En todo momento
exculpó al secretario de Cristina y Elena porque «no tenía poder
dispositivo alguno»,
puesto que su cargo era «simbólico», algo que ahora pretende cuestionar
Torres con esos correos electrónicos. Del mismo modo, aseguró al
instructor que no comunicó este hecho a la Casa del Rey porque «era
conocido que participaba en una serie de fundaciones y que no le
impedían ejercer sus funciones de asesor».
Sin embargo, el sumario contiene un fax remitido en 2002
por una de las personas de confianza del duque dirigido al despacho de
García Revenga en La Zarzuela, en el que se trataban cuestiones fiscales
de una de las empresas de Urdangarin.
Ese correo no es el único aportado por González Peeters
como respuesta a las nuevas acusaciones contra el matrimonio
Torres-Tejeiro. Otros correos, según las fuentes conocedoras del
contenido de los mismos, que todavía no han sido facilitados a las
partes, dejarían en «no muy buen lugar» a otros miembros de la Familia
Real. Estas fuentes, no obstante, no quisieron precisar si esas nuevas
informaciones están referidas a la infanta Cristina.
«El solo hecho de participar en un ente asociativo sin ejercer en el mismo funciones ejecutivas no genera para el simple partícipe responsabilidad criminal por los hipotéticos delitos que pudieran cometer sus directivos en el ejercicio de sus facultades de dirección», hizo hincapié entonces Castro para no tomar declaración a la Infanta en el procedimiento judicial. Y es que el juez mantiene, al igual que el fiscal de Anticorrupción Pedro Horrach, que «la única dirección de dicha asociación era la bicefalia asumida por don Diego Torres y don Iñaki Urdangarín».
El abogado de Torres negó que hubiese realizado «presión alguna, ni directa ni indirecta, ni ante la Fiscalía ni ante nadie» para obtener un supuesto trato de favor utilizando para ello correos remitidos por el duque de Palma «relativos a personas de la Casa Real». El letrado llegó a denunciar que esas imputaciones de chantaje sólo perseguían «el escarnio» y su desprestigio «social y profesional» y tachó esa acusación de «mendaz, zahiriente» y «absolutamente falsa» dado que la Policía ya había analizado todos los correos de su cliente.
El sindicato Manos Limpias, que ejerce la
acusación popular en el proceso, ya solicitó sin éxito al juez Castro la
citación como testigo de García Revenga. Sin embargo, en esta ocasión
las fuentes consultadas no descartan que ahora sí sea citado a declarar
ante el magistrado, incluso como imputado, para aclarar si tuvo más
responsabilidad en Nóos de la que Urdangarín le atribuye.
En un
auto del 13 de marzo del pasado año, el magistrado rechazó esa citación
remitiéndose a idénticos argumentos que él mismo había esgrimido unos
días antes (el 5 de marzo) para negarse a llamar a declarar como
imputada a Doña Cristina. «El solo hecho de participar en un ente asociativo sin ejercer en el mismo funciones ejecutivas no genera para el simple partícipe responsabilidad criminal por los hipotéticos delitos que pudieran cometer sus directivos en el ejercicio de sus facultades de dirección», hizo hincapié entonces Castro para no tomar declaración a la Infanta en el procedimiento judicial. Y es que el juez mantiene, al igual que el fiscal de Anticorrupción Pedro Horrach, que «la única dirección de dicha asociación era la bicefalia asumida por don Diego Torres y don Iñaki Urdangarín».
No es la primera vez que Torres intenta dar un
giro a la investigación para intentar implicar a la Casa Real en el
«caso Nóos». De hecho, sus reiterados envíos de correos electrónicos al
juez en los que pretendió sin éxito involucrar a la Infanta Cristina, e
incluso a el Rey, en las actividades de Urdangarín llevaron a la
Fiscalía Anticorrupción a encargar a la Policía que analizara los
mensajes enviados por Torres entre los años 2004 y 2009 desde su cuenta
on-line.
De esa tarea se encargó la unidad de delitos informáticos
de la Policía, que tras analizar miles de correos no halló rastro de
mensajes amenazantes del ex profesor de Esade a Urdangarín, esgrimiendo
datos supuestamente comprometedores para la Familia Real.El abogado de Torres negó que hubiese realizado «presión alguna, ni directa ni indirecta, ni ante la Fiscalía ni ante nadie» para obtener un supuesto trato de favor utilizando para ello correos remitidos por el duque de Palma «relativos a personas de la Casa Real». El letrado llegó a denunciar que esas imputaciones de chantaje sólo perseguían «el escarnio» y su desprestigio «social y profesional» y tachó esa acusación de «mendaz, zahiriente» y «absolutamente falsa» dado que la Policía ya había analizado todos los correos de su cliente.
Esta es la cuarta ocasión en que la defensa de Torres
airea correos contra La Zarzuela. González Peeters, que asegura tener
cerca de 200 mails comprometedores para la Corona, divulgó este mismo
mes varios mails que prueban que Corinna Sayn-Wittgenstein, amiga del
Rey, estuvo presente en el 'Valencia Summit' de 2004 a cuenta del erario
público.
El año pasado, el abogado de Torres ya hizo públicos
otros correos electrónicos en los que mencionaba que don Juan Carlos y
la infanta Cristina hicieron gestiones a favor de la organización «sin
ánimo de lucro» del duque de Palma, en particular para su intervención
en la Copa América de vela.
