RABAT.- El Rey Juan Carlos ha llegado a Rabat, donde le esperaba a pie de pista Mohamed VI, que ha acudido a recibirle acompañado por su hijo, Mulay Hassan. Es el primer viaje internacional del monarca desde su intervención quirúrgica de espalda del pasado 3 de marzo.
El avión Falcon del Ejército del Aire en el que ha viajado el
monarca, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, José Manuel García Margallo, ha aterrizado en el aeropuerto
civil Rabat-Salé a las 17.25 horas (hora local, dos horas más en
España). Junto a la alfombra roja desplegada en la pista esperaban ya
altos representantes de las instituciones marroquíes, entre ellos el
jefe del Ejecutivo, Abdelilah Berkinan, y cuatro de sus ministros.
Una vez parados los motores, han sonado los cánticos con los que se
recibe habitualmente al monarca alauí y ha salido la comitiva real,
encabezada por Mohamed VI, que ha acudido acompañado por su hermano
Mulay Rachid y su hijo Mulay Hassam, de diez años.
El monarca marroquí ha esperado junto a la escalerilla a Don Juan
Carlos, que ha bajado sin ayuda de ninguna muleta, y que ha saludado
cariñosamente a su anfitrión con dos besos, que también ha dado a Mulay
Rashic y al heredero. Tras intercambiar unas breves palabras en francés,
pese a que Mohamed VI habla español, han procedido a pasar revista a la
compañía de honores de la Guardia Real, para lo que Don Juan Carlos se
ha servido ya de dos muletas.
Después, se le ha oído llamar a su ayudante para que recogiera una de
las muletas, de manera que pudiera continuar su camino y saludar con la
mano a la delegación de autoridades presentes en el aeropuerto. Una vez
finalizada la línea de saludo, las autoridades se han dirigido a la
salida del aeropuerto, donde Mohamed VI le ha ofrecido leche y dátiles,
propios del recibimiento tradicional marroquí, pero que, como cortesía
ante al ayuno por el mes santo del Ramadán, el monarca no ha probado.
La ceremonia, en la que no se han escuchado los himnos nacionales, se
ha prolongado durante menos de 15 minutos. Desde el aeropuerto, Don
Juan Carlos, acompañado por su anfitrión, ha puesto rumbo al Palacio de
Huéspedes donde residirá hasta el próximo jueves. Después, esta noche
ambos compartirán una cena privada en el Palacio de Dar es Salaam.
La comitiva ha transitado por el centro de Rabat, engalanado con
motivo de esta visita con banderas marroquíes y españolas. También se
han colocado vallas, a lo largo de las que se han dispuesto decenas de
rabatíes que querían saludar a su monarca y recibir a Don Juan Carlos, y
varias pancartas. En una se podía leer en española una "bienvenida" al
Rey de España.
Fuentes diplomáticas españolas han explicado que el Rey es "muy
querido" en Marruecos, que recuerda de manera muy especial sus lágrimas
en el funeral del padre de Mohamed VI, el rey Hassan II. Entonces, Don
Juan Carlos aseguró que si los marroquíes habían perdido a un padre, él
había perdido a un "hermano", palabras que llevaron a Mohamed VI a
considerarlo desde entonces su "tío".
La agenda de actos oficiales del Rey comenzará mañana, una vez llegue
a España el avión en el que viajarán los ministros de Interior, Jorge
Fernández Díaz; Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; Industria, Energía y
Turismo, José Manuel Soria, y Fomento, Ana Pastor, así como nueve
exministros de Exteriores de UCD, PSOE y PP: Marcelino Oreja, José Pérez
Llorca, Javier Solana, Carlos Westendorp, Abel Matutes, Josep Piqué,
Ana Palacio, Miguel Angel Moratinos y Trinidad Jiménez. El único que no
acudirá es Fernando Morán, cuya salud se lo ha impedido.
La delegación se completará con presidentes y consejeros delegados de
27 grandes empresas con presencia e intereses en Marruecos. Estarán
entre otros, los máximos representantes de Acciona, Abengoa, Ferrovial,
Endesa, Talgo, Iberia, Globalia, Inditex, Teléfonica e Indra. También
viajarán los presidentes de la CEOE, el Consejo Superior de Cámaras de
Comercio y Cepyme.
Todos participarán en un encuentro empresarial marroquí-español y
después acudirán a la cena oficial que ofrecerá Mohamed VI a su invitado
en el Palacio Real y a la que asistirán más de 600 invitados.
Las Casas Reales española y marroquí han querido volcarse en muestras
de amistad en esta visita, que desde Zarzuela y desde Exteriores se
considera "importantísima". El objetivo principal es "profundizar" en
las relaciones bilaterales, que ambos vecinos coinciden en calificar de
excelentes.
Por ello, el viaje estará cargado de "gestos" hacia el otro. Por
parte de Marruecos, coincidirán en esta visita dos hechos hasta ahora
inéditos: la visita de un jefe de Estado en plena celebración del
Ramadán y la entrega de las llaves de la ciudad de Rabat, que recibirá
Don Juan Carlos el próximo jueves.
Precisamente, la visita se prolongó un día más allá de lo previsto,
hasta el día 18, a petición de Mohamed VI, quien también fijó la fecha
de esta visita coincidiendo con el mes santo para los musulmanes. El
viaje estaba inicialmente previsto para el pasado mes de marzo, pero
tuvo que ser aplazado por la intervención quirúrgica a la que se sometió
Don Juan Carlos en la espalda.
Por parte española, el nivel de la delegación que se incorporará
durante la jornada de mañana martes a la visita también se considera una
deferencia especial hacia Marruecos.
Con esta visita, el Rey también quiere demostrar que su recuperación
avanza en los plazos que previeron los médicos. Aún continúa con la
rehabilitación diaria, a la que también se someterá durante su estancia
en Rabat.