jueves, 12 de septiembre de 2013

El Príncipe preside en Cartagena el acto conmemorativo del 125º aniversario de la botadura del submarino "Isaac Peral"


CARTAGENA.- Don Felipe visitó hoy la Base de Submarinos de la Armada, con base en Cartagena, y presidió el acto conmemorativo del 125º aniversario de la botadura del submarino "Peral", que tuvo lugar el 8 de septiembre de 1888. Tras las palabras de bienvenida del almirante jefe de Estado Mayor de la Armada, el almirante general, Jaime Múñoz-Delgado, Don Felipe recorrió los simuladores de la base visitando la Plataforma S-70, Táctico S-70 y Plataforma S-80, donde se realizó una demostración.

Finalizado el recorrido, el Príncipe de Asturias se trasladó a la Plaza de Armas del Arsenal de Cartagena para presidir el acto conmemorativo del 125º aniversario del submarino "Peral", donde le recibió a su llegada el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel Siso, entre otras autoridades, como la alcaldesa de la ciudad y diputada, Pilar Barreiro.
Seguidamente, el Príncipe de Asturias pasó revista a las tropas que rendían honores y comenzó la ceremonia de conmemoración del 125º aniversario de la botadura del submarino "Peral". A su término, Su Alteza Real se trasladó a la Sala "Isaac Peral" del Museo Naval de Cartagena, donde descubrió una placa conmemorativa de su visita y realizó un recorrido por la la exposición, finalizando de este modo el acto.
Para conmemorar el 125 aniversario de la botadura del submarino "Peral", el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y el Museo Naval de Cartagena, dependiente de la Armada, han restaurado la nave diseñada por el ingeniero español Isaac Peral.

El regreso de Corinna / Marcello

La falsa princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha reaparecido en la portada de Vanity Fair con motivo de un reportaje en el que la que parecía ser ‘la amiga íntima’ del Rey Juan Carlos I de España dice ahora del monarca que “el Rey es un anciano caballero que lucha por su salud”. Vaya, hace apenas unos meses el Rey era un apuesto cazador de elefantes en África al que acompañaba la tal Corinna en una romántica recreación de Mogambo a la española.

Pero ahora resulta que don Juan Carlos se ha quedado reducido a “un anciano caballero” y enfermo. Menuda pájara de cuenta nos ha salido la tal Corinna -se veía venir-, la que todavía se ufana de recibir llamadas del monarca para ella y para sus hijos, aunque promete que no volverá a España.

País donde disfrutó de discretas y pomposas acogidas y también de una mansión del Patrimonio Nacional, La Angorilla, sita en el Monte de El Pardo -junto al palacio de la Zarzuela- donde cabe imaginar que esta rubia fatal hacía negocios, mangas y capirotes y practicaba artes amorosas y marciales entre las que ella incluyó misteriosas misiones sobre los altos secretos del Estado español (sic), y algunos pinitos mediáticos como unos ridículos vídeos de salutación real a algún príncipe del golfo Pérsico, como el que se vio en Internet.

Ahora que la Familia Real estaba haciendo esfuerzos -el Príncipe en Buenos Aires, la Reina con Nadal- denodados por recuperar la deteriorada imagen de la Corona, que la Corinna y Urdangarin y el monarca con sus errores -por los que pidió perdón- habían manchado, reaparece la falsa princesa y agita las arenas turbias de aquellos polvos que trajeron estos lodos, y negocios a la sombra del Rey.

Lo que ha hecho Corinna con la aviesa intención de buscar fotos y notoriedad a ver si con estas apariciones consigue engatusar a otro poderoso caballero que le acerque a ‘Don Dinero’ y le abra, con su llave de oro y su abracadabra, las puertas doradas de negocios y comisiones de intermediación con llamadas de influencia como las que, temerariamente, ella ahora le imputa al Rey.

Ya apareció Corinna en la portada de Hola, posando y luciendo su palmito y su pulsera de  brillantes, aunque en aquel entonces daba la impresión de que lo hacía con otra intención: como si pretendiera consolidar o incluso hacer público en España su estatus ‘oficioso’ como amante del Rey, al estilo de las antiguas cortesanas -como la Pompadour- que influían en política y hacían negocios en las viejas monarquías europeas a la sombra y desde la recámara del Rey.

Semejante pretensión y exhibición no le salió nada bien, y hubo de salir de España a toda velocidad y por pies. Y cuando se creía -lo contaba un tal Fasana, asesor financiero de Suiza- en una muy jugosa confesión policial al hilo del caso Gürtel- que la Corinna había trasladado su nido de amor y lujo a Londres, con la ayuda de algunos ‘mecenas/mamporreros’ de la realeza, reaparece la susodicha y reabre la caja de pandora y de los truenos y tilda de “anciano enfermo” al Rey. ¿Hasta cuándo durará este culebrón?

Nadie puede decir en el palacio de la Zarzuela ni en la Familia Real que hay una caza mediática o política contra la monarquía, porque los problemas de la Corona los han creado ellos mismos y nadie más. La novedad reside en que estamos en una sociedad global y tecnológicamente comunicada, en la que los que antes eran secretos a voces pero no publicados, ahora son noticias que nadie puede frenar ni controlar.

La princesa Corinna define al Rey como "un anciano caballero que lucha por su salud"

NUEVA YORK.- La princesa alemana Corinna Sayn-Wittgenstein asegura que el Rey don Juan Carlos y ella son "buenos amigos" y define al monarca como "un anciano caballero que lucha por su salud" y que, por este motivo, "necesita toda la ayuda que pueda conseguir".

   Así lo afirma la aristócrata en una entrevista concedida el pasado junio a la revista Vanity Fair y publicada en el número de octubre de la edición estadounidense dentro de un amplio reportaje dedicado a Don Juan Carlos.
   Al inicio de la entrevista, la princesa dice estar "bien", aunque "intentando salir de la tormenta", tras lo cual asegura que la última vez que estuvo en España fue en diciembre pasado y que no tiene pensado volver porque "no sería muy apropiado o muy inteligente".
   A la pregunta de si mantiene contacto con el Rey, Corinna dice que sí y que son "buenos amigos". 
"Algunas personas no entienden que hay cosas que ocurren y luego acaban en un momento dado. Pero la amistad no acaba. Él ahora es un anciano caballero que lucha por su salud y creo que necesita toda la ayuda que pueda conseguir", explica.
   Para la aristócrata alemana, "la gente está esperando que algo grande suceda, de una manera u otra".
 "Pero nada va a suceder, sólo que él no puede ir de caza y yo no voy a ir a España. Nos mantenemos en contacto. Él llama a mis hijos una vez por semana para ver cómo les va. Se comporta como usted y yo nos comportaríamos con un amigo", añade.
   En lo que se refiere a sus gestiones en asuntos oficiales, la princesa Corinna aclara que "nunca" hizo "negocios para el Rey" ni recaudó "dinero en su nombre". Es más, indica que "siempre que hay grandes ofertas para empresas españolas procedentes de Oriente Próximo, Europa del Este o América Latina, la persona a la que los políticos y los empresarios piden ayuda es al Rey, que hace las llamadas". Así pues, asegura que ella no tuvo "nada que ver" en la adjudicación para la construcción y explotación del AVE entre La Meca y Medina.
   Por último, la revista quiere saber si la princesa alemana coincidió en alguna ocasión con la Reina doña Sofía, a lo que simplemente responde que se encontró "una vez" con ella "por accidente".