SANTIAGO.- Entre vítores y aplausos, así han dejado los Reyes la capital
gallega, a la que han acudido por vez primera como monarcas para cumplir
con la tradición de la ofrenda al Apóstol, ceremonia solemne tras la
que se dirigieron al Ayuntamiento donde han sido obsequiados con una
pulsera peregrina y un libro.
En la firma en el Libro de Honor, de
la que se ha encargado Don Felipe con un bolígrafo "austero" prestado
por el consistorio, en palabras del presidente de la Xunta, Alberto
Núñez Feijóo, el Rey ha escrito el siguiente mensaje: "Nos llena de
orgullo y emoción venir a Santiago de Compostela para realizar por
primera vez como Reyes de España la tradicional ofrenda al Santo Patrón
de España".
"Saludaros por este motivo -prosigue- y muy
afectivamente al Ayuntamiento de la ciudad y felicitaros a todos los
gallegos por esta festividad del Santo Apóstol", un texto tras el que
figuran las firmas de Felipe VI y la Reina Letizia, así como la fecha
del 25 de julio, Día de la Comunidad.
El Rey, que ha conversado de
modo distendido con las autoridades, ha recibido de manos del alcalde,
Agustín Hernández, -a quien pidió que le recordase que debía devolverle
el bastón de mando que utilizó durante este acto-, el primer volumen
fotográfico, perteneciente a una serie limitada de cien, de instantáneas
que recogen "momentos" de Compostela.
Imágenes sobre
arquitectura, cultura, literatura o música que son obra de Tono Arias,
Adolfo Enríquez y Alberte Peitavel acompañadas por textos de
personalidades como Álvaro Siza, Marcelino Ojea, Darío Villanueva y
Antón García Abril.
Doña Letizia recibió una pulsera peregrina,
con motivos sobre el Camino, como el fuste, el Apóstol, la flecha, la
vieira o la bota, una "joya única" y que se puede personalizar, tal y
como le explicó el regidor municipal.
En el Salón Vermello han
acompañado a los monarcas, entre otros, el presidente gallego, la
ministra de Fomento, Ana Pastor, el delegado del Gobierno en Galicia,
Samuel Juárez, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, y los
conselleiros e integrantes de la corporación local.
También ha
estado uno de los hombres de máxima confianza del papa Francisco, Fray
José Rodríguez Carballo, oriundo de la pequeña aldea de Lodoselo, en
Orense.
Los Reyes salieron a los balcones del Pazo de Raxoi para
saludar a las personas congregadas en la Plaza del Obradoiro, que
llegaron a formar colas que se extendieron hasta la Rúa do Vilar,
situada en el casco viejo de esta ciudad.
Don Felipe y Doña
Letizia han dedicado más de veinte minutos a los saludos, que han
mantenido hasta la misma despedida en el vehículo oficial, y han sido
muy afectuosos con una familia en la que varios de sus miembros tenían
algún tipo de discapacidad.
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