MADRID.- Los miembros de la Familia Real no podrán aceptar regalos que, por su "alto valor económico, finalidad o interés comercial o publicitario", puedan "comprometer la dignidad" de sus funciones institucionales, ni "favores o servicios en condiciones ventajosas" ni tampoco préstamos sin interés o dinero.
Así lo establece el régimen de regalos que acaba de aprobar la Casa del Rey siguiendo órdenes de Felipe VI,
que entrará en vigor en enero y en el que también se obliga a los
integrantes de la Familia Real bien a devolver el dinero que les sea
entregado como obsequio o a donarlo, de forma anónima, a una entidad sin
ánimo de lucro que persiga fines de interés general.
Estos
novedosos preceptos, que por vez primera regulan un ámbito para el que
la Casa Real carecía de normas de actuación, distingue entre regalos
institucionales, que siempre pasarán a Patrimonio Nacional, y los de
carácter personal, que podrán aceptarse "cuando no superen los usos sociales o de cortesía"; en caso de excederlos, irán a Patrimonio o a entidades sin ánimo de lucro.
Otra
importante novedad, según ha anunciado hoy la Casa del Rey, es que la
institución publicará anualmente en su página web la relación de
obsequios institucionales entregados el año anterior, con descripción de
todos los obsequios reseñados, identificación del donante y de la
entidad a la que se hayan destinado.
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