miércoles, 28 de enero de 2015

Don Felipe y doña Letizia inauguran 'Fitur'

MADRID.- “España sigue siendo en turismo una potencia indiscutible, que crece, innova, mejora su atractivo e imagen y es más competitiva”. Con estas palabras el Rey se ha refirido hoy en la inauguración de Fitur a la capacidad del sector de seguir diversificando su oferta para captar nuevos viajeros. Y esas alternativas al turismo de sol y playa son una de las apuestas de la 35ª edición de la Feria Internacional de Turismo que se celebra en Madrid hasta el 1 de febrero. 

Así, tanto don Felipe como doña Leticia han podido comprobar de primera mano las nuevas áreas destinadas al turismo de compras, de salud o sostenible durante el recorrido que realizaron por los distintos pabellones.
Durante su intervención, el monarca ha recordado el papel fundamental que desarrolla el turismo en la economía española como “fuente generadora de riqueza y empleo”. Además, el Rey ha destacado que esta actividad “beneficia a todos”, tanto a los países emisores como receptores de viajeros. “Las condiciones objetivas de España, medidas en términos de calidad de vida, infraestructuras y otras muchas capacidades invitan al establecimiento de empresas y personas de todo el mundo”, ha asegurado el monarca.
Durante el recorrido, en el que los Reyes estuvieron acompañados por el ministro de Energía, Industria y Turismo, José Manuel Soria, don Felipe ha señalado el “importante crecimiento” de la feria. No en vano, en esta edición los expositores se han incrementado un 12% y la superficie crece otro 4% hasta alcanzar los 56.233 metros cuadrados. Una recuperación frente a la caída del año anterior que también demuestra la mayor recuperación del sector. Fitur reúne un total de 9.107 empresas turísticas -un 0,3% más- y participan 165 países. Los organizadores esperan recibir 200.000 visitantes, de los cuales 125.000 serán profesionales del sector.

Ofrecen 6,95 millones por el palacete de la Infanta Cristina en Pedralbes

BARCELONA.- La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han suscrito un precontrato para la venta de su palacete en el barrio barcelonés de Pedralbes con un abogado que les ofrece 6,95 millones de euros por la vivienda, una operación que tendrá que autorizar el juez del caso Nóos, José Castro.

Según consta en la solicitud planteada por Urdangarin al juez instructor, a la que se ha adherido su esposa, el contrato de arras firmado el pasado 17 de diciembre en Barcelona establece que la oferta por el chalé libre de cargas, incluido el embargo judicial que pesa sobre él desde 2013, caducará el próximo 17 de marzo.
El juez Castro ha comunicado hoy a las partes acusadoras la petición planteada ayer por los duques de Palma, sobre quienes impuso fianzas por responsabilidad civil de 13,6 millones de euros, en el caso de Urdangarin, y de 2,7 millones de euros para la hermana del Rey por las posibles consecuencias pecuniarias de las acusaciones que pesan sobre ellos.
En la petición, la representación legal de Urdangarin plantea que el saldo final de la operación de compraventa, una vez saldados varios conceptos como la hipoteca que pesa sobre el palacete, impuestos y honorarios, sería de 1,9 millones de euros que la pareja se compromete a consignar en el juzgado en concepto de fianza, a excepción de 253.000 euros que el duque tiene que abonar a la Agencia Tributaria.
En concreto, Urdangarin acredita que sobre el inmueble queda pendiente de abonar un pago a la Caixa de casi 4,4 millones por el préstamo hipotecario e incluso detalla que el posible comprador ya ha aportado 300.000 euros en concepto de señal.
Si la operación se formaliza sería gravada con casi 150.000 euros por la plusvalía municipal exigida por el Ayuntamiento de Barcelona, una cantidad que tendría que abonar el vendedor.
Urdangarin también ha aportado, entre otros documentos relativos a su situación patrimonial, una renegociación del crédito por 437.000 euros que también debe ser liquidada y justificaciones de solicitudes de pago de la Agencia Tributaria por liquidaciones complementarias del ejercicio de 2009 que ascienden a 253.000 euros.
De la mitad de los 1,93 millones de euros de saldo neto para los duques que le corresponde, a Urdangarin le quedarían casi 714.000 euros que consignaría en concepto de fianza ante el juzgado, lo que se completaría con otros bienes que ya aportó a finales de 2013 cuando se le impuso la primera fianza de 6,1 millones de euros de forma solidaria junto a su socio en Nóos, Diego Torres.
La Infanta, según se recoge en el escrito presentado por su marido a Castro, aportaría como fruto de la venta de su chalé 967.000 euros, que sumados a los 587.000 que consignó de forma voluntaria en previsión de una posible responsabilidad a título lucrativo calculada por la Fiscalía, darían una cantidad total de 1,55 millones de euros.
A ello sumaría la mitad de sus participaciones en los inmuebles propiedad de la empresa familiar Aizoon, que, al contrario que la parte de su marido, no están embargadas.
El juez Castro tendrá que analizar la propuesta de los duques de Palma y darle su visto bueno para que la operación de venta del palacete de Pedralbes y el resto de trámites económicos planteados se puedan llevar a cabo en los términos que ha expuesto la defensa de Urdangarin en su nombre y el de la Infanta.

El palacio de Pedralbes / Joaquín Abad *

No es de recibo que la hija favorita de uno de los personajes más ricos de España, Juan Carlos I, que tiene acumulada una fortuna de miles de millones de euros de sus famosas comisiones por el crudo que se importa y otras gestiones, se quede sin su chalé, llamado palacio, de Pedralbes, Barcelona. Padres mucho menos pudientes se preocupan de que sus hijos, hijas, tengan su propio piso, y ahorran para ese fin. Los que pueden, claro.
 
 Pero nuestro monarca, acostumbrado durante toda la vida a vivir de gorra en palacios y fincas pagados por Patrimonio Nacional, no pudo destinar unas limosnas a pagar la vivienda a su hija, casada don Iñaki. Y ahora tiene que vivir, y morir, claro, con la vergüenza de que su yerno probablemente pase unos años en la cárcel y su hija, sus nietos, vivan con el escándalo que ha generado, y que será fruto de portadas durante muchos más años.

Porque Juan Carlos, el padre de Cristina, el suegro de Iñaki Urdangarín, ha vivido como Dios toda la vida, a costa del erario público, rodeado de lujo, vicios, señoras varias, mientras sus hijos crecían en un ambiente cortesano. Cuando Cristina se casó por amor se desentendió de la economía de la nueva pareja, que tuvo que aprender de lo que se hacía en palacio y empezó a dar sablazos a instituciones públicas, que le han llevado a la actual situación. Porque al contrario que Juan Carlos, Iñaki no está bendecido de inmunidad, y si le pillan cobrando indebidamente, pues se le juzga y va a la cárcel.

Incluso después de empezar a filtrarse los apuros de Iñaki y Cristina, Don Juan debió rascarse el bolsillo y pagarle el chalé a su hija, en lugar de dejarla tirada mientras compraba joyas millonarias a la última amante, a la famosa Corinna zu Sayn-Wittgenstein. 

La verdad, no entiendo ese afán de enriquecimiento desmedido, acumular miles de millones de euros escondidos en bancos extranjeros... Juan Carlos morirá, como se dice, siendo el más rico del cementerio. Morirá triste porque sufrirá el calvario de su hija en el juzgado de Palma, y vete a saber si saldrán más casos en otros juzgados. Juan Carlos ha sido un mal marido. Un mal ejemplo para sus hijos y, visto lo visto, un mal padre. Un padre avaro e impresentable.
 
(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com