domingo, 24 de diciembre de 2017

Felipe VI honra la memoria de su padre el rey emérito ante el 40º aniversario de su entronización y la crisis de régimen


MADRID.- El Rey ha advertido esta noche en su Mensaje de Navidad que Cataluña no puede retomar el camino del enfrentamiento y la exclusión tras la celebración de las elecciones autonómicas el pasado jueves, y ha instado a recuperar la serenidad y el respeto mutuo. En su cuarto discurso de Navidad, Don Felipe ha agregado que cualquier ciudadano puede defender libre y democráticamente sus opiniones, «pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás».

El Monarca, que ha transmitido su Mensaje desde el salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela, también ha destacado el compromiso de los españoles con su nación y, aunque no ha hecho mención expresa a la presencia de las banderas en los balcones de decenas de miles de hogares, ha subrayado el arraigo de los principios democráticos y los valores cívicos, más allá «de lo que nos podíamos imaginar».

Don Felipe ha hecho balance de los últimos 40 años de democracia y calificó esta etapa como «la historia de un gran triunfo de todos los españoles», aunque ha reconocido que «no todo han sido aciertos» y pidió el «compromiso de toda la sociedad» para «corregir» situaciones complejas.

Además de dedicar gran parte de su discurso a España y a la situación en Cataluña, el Jefe del Estado también ha aludido a otros problemas de los ciudadanos, como el paro y la desigualdad social, el terrorismo yihadista, la corrupción, la Unión Europea, el cambio climático y la violencia de género.

Texto íntegro del Mensaje

A continuación, se reproduce el texto íntegro del Mensaje de Navidad del Rey:

«Me dirijo a todos vosotros para felicitaros la Navidad y transmitiros junto a la Reina, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía nuestros mejores deseos para el año 2018. Y os agradezco que en esta noche de encuentro de familias y de seres queridos, me permitáis acompañaros unos minutos para compartir con vosotros algunas reflexiones cuando estamos ya a punto de terminar el año.

Compromiso con España

2017 ha sido en España, sin duda, un año difícil para nuestra vida en común; un año marcado, sobre todo, por la situación en Cataluña, a la que luego me referiré. Pero también ha sido un año en el que hemos comprobado el compromiso muy sentido, firme y sincero de los españoles con la España democrática que juntos hemos construido. Porque a lo largo de los últimos 40 años, hemos conseguido hacer realidad un país nuevo y moderno, un país entre los más avanzados del mundo.

Balance de cuarenta años

Hemos asentado definitivamente la democracia, incluso superando hace décadas un intento de involución de nuestras libertades y derechos. Somos una parte esencial de una Unión Europea con la que compartimos objetivos y una misma visión del mundo. Frente al terrorismo hemos conseguido hacer prevalecer la vida, la dignidad y la libertad de las personas con la fuerza de nuestras convicciones democráticas. Y hemos llevado a cabo, en fin, la transformación más profunda de nuestra historia en muchos ámbitos de nuestra vida: en educación y en cultura, en sanidad y en servicios sociales, en infraestructuras y en comunicaciones, o en defensa y seguridad ciudadana.

En definitiva, a lo largo de todos estos años de convivencia democrática, los derechos y libertades, el progreso y la modernización de España, y también su proyección y relevancia internacional, han ido de la mano. Y todo ese gran cambio, todo ese gran salto sin precedentes en nuestra historia, ha sido posible gracias a una España abierta y solidaria, no encerrada en sí misma; una España que reconoce y respeta nuestras diferencias, nuestra pluralidad y nuestra diversidad, con un espíritu integrador; una España inspirada en una irrenunciable voluntad de concordia.

En el camino que hemos recorrido, desde luego, hay que reconocer que no todo han sido aciertos; que persisten situaciones difíciles y complejas que hay que corregir, y que requieren de un compromiso de toda la sociedad para superarlas.

La historia de un triunfo

A pesar de todo ello, el balance tan positivo de todos estos años es innegable. Tenemos que apreciarlo y valorarlo. Merece la pena y nos lo merecemos como país y como sociedad. Porque la historia de la España que juntos hemos construido es la historia de un gran triunfo de todos los españoles. Una España a la que no debemos renunciar, que debe ilusionar y motivarnos, y que debemos seguir construyendo, mejorándola, actualizándola, sobre la base sólida de los principios democráticos y los valores cívicos de respeto y de diálogo que fundamentan nuestra convivencia.

Unos principios y valores que, como hemos comprobado incluso en este año 2017, están profundamente arraigados en nuestra sociedad, en la vida diaria de nuestros ciudadanos, y tienen raíces muy hondas en las conciencias y en los sentimientos de los españoles. Mucho más de lo que nos podíamos imaginar.

Una democracia madura

España es hoy una democracia madura, donde cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas; pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás.

Respetar y preservar los principios y valores de nuestro Estado social y democrático de Derecho es imprescindible para garantizar una convivencia que asegure «la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político», tal y como señala nuestra Constitución. Porque cuando estos principios básicos se quiebran, la convivencia primero se deteriora y luego se hace inviable.

Elecciones catalanas

Hace unos días, los ciudadanos de Cataluña han votado para elegir a sus representantes en el Parlament, que ahora deben afrontar los problemas que afectan a todos los catalanes, respetando la pluralidad y pensando con responsabilidad en el bien común de todos. El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión, que -como sabemos ya- solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento moral, cívico y -por supuesto- económico de toda una sociedad.

Un camino que, en cambio, sí debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana -tan diversa y plural como es- recupere la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo; de manera que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos. Un camino que debe conducir también a que renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña; y a que se afirmen los valores que la han caracterizado siempre en su propia personalidad y le han dado los mejores momentos de su historia: su capacidad de liderazgo y de esfuerzo, su espíritu creativo y vocación de apertura, su voluntad de compromiso, y su sentido de la responsabilidad.

El paro y la desigualdad

Pero superar los problemas de convivencia que ha generado esta situación no nos puede hacer olvidar, por supuesto, otras serias preocupaciones y desafíos de la sociedad española, que también condicionan nuestro futuro y a los que me voy a referir muy brevemente: nuestra economía y el empleo han mejorado sustancialmente, pero la creación de puestos de trabajo estables tiene que ser siempre un objetivo esencial y prioritario. Como igualmente no puede caer en el olvido la obligación y la responsabilidad de afrontar la desigualdad y las diferencias sociales, sobre todo tras las consecuencias generadas por la reciente crisis económica, que tanto daño ha hecho a no pocas familias, y ha afectado tanto al futuro de muchos jóvenes.

Terrorismo

El terrorismo yihadista sigue siendo una amenaza mundial y este año nosotros lo hemos sufrido directamente en Barcelona y Cambrils. Los españoles sabemos muy bien que solo desde la unidad democrática, la firmeza del Estado de Derecho, y la eficacia de la cooperación internacional, podremos vencerlo y derrotarlo. Y así lo haremos, teniendo siempre muy presentes el recuerdo y el respeto permanente a sus víctimas.

Corrupción

La corrupción se mantiene también como una de las principales preocupaciones de la sociedad, que demanda que sigan tomándose las medidas necesarias para su completa erradicación y que los ciudadanos puedan confiar plenamente en la correcta administración del dinero público.

Europa

Por otra parte somos Europa, y Europa se encuentra en estos momentos en una encrucijada histórica. España debe recuperar su protagonismo en un proyecto europeo que ahora requiere una mayor vitalidad e impulso. Europa -y España con ella- tiene que hacer frente a unos retos que son globales y ante los que no cabe la debilidad o la división sino la fortaleza de la unión.

Cambio climático

La defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático no son problemas menores ni secundarios por la dimensión y los riesgos que acarrean y que ya estamos sufriendo. Debemos ser muy conscientes de ello, e implicarnos todos mucho más. Y España debe mantenerse firme en sus compromisos ante un problema que afecta a todo el planeta y que requiere soluciones no sólo globales, sino verdaderamente urgentes.

Violencia de género

Tenemos otras muchas preocupaciones -desde luego- pero esta noche no quiero olvidarme de las mujeres que, en un silencio tantas veces impuesto por el miedo, sufren la violencia de género. Una lacra inadmisible que nos hiere en nuestros sentimientos más profundos y nos avergüenza e indigna. Mantengamos la firmeza y el apoyo político para ayudar y defender a las víctimas y concienciemos a toda la sociedad contra esa violencia, criminal y cobarde, que degrada nuestra convivencia.

Confianza en el futuro

2018 nos espera en unos días y debemos seguir construyendo nuestro país, porque la historia no se detiene. Y no hemos llegado hasta aquí para temer al futuro sino para crearlo. Y estoy seguro de que nadie desea una España paralizada o conformista, sino moderna y atractiva, que ilusione; una España serena, pero en movimiento y dispuesta a evolucionar y a adaptarse a los nuevos tiempos. 

Sintámonos, sin complejos, orgullosos de todo lo que hemos conseguido porque es mérito de todos; confiemos en lo que siempre nos ha unido, en lo que somos, tal y como somos, y sobre todo en lo que podemos alcanzar juntos con una fe firme en nuestras convicciones y en nuestras capacidades.

Si seguimos por ese camino, si lo hacemos así, y con todas nuestras energías, yo estoy convencido de que el año que viene -y los que vendrán después- serán mucho mejores. Sin duda. Ese es mi deseo para todos en esta noche tan especial. Muchas gracias. Feliz Navidad, Eguberri on, Bon Nadal y Boas festas. Buenas noches. Y Feliz y próspero año 2018».

viernes, 22 de diciembre de 2017

Puigdemont: "La República Catalana ha ganado a la monarquía del 155"


BRUSELAS.- "La República Catalana ha ganado a la monarquía del 155". Así se ha expresado el president y candidato de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, después de la victoria independentista, que ha revalidado su mayoría absoluta con 70 diputados a pesar de la victoria de C's. Puigdemont ha comparecido en Bruselas acompañado de los consellers que están con él en la capital belga, tanto de su partido como de ERC.

Después de los resultados electorales de este 21-D, Puigdemont ha defendido que Rajoy y sus aliados han perdido y ha pedido poner fin al 155, además de defender que hace falta la "restitución de la democracia alterada y la del Govern legítimo" y ha exigido que los presos sean liberados.
"Han perdido el plebiscito que buscaban para legalizar el golpe de estado del 155", ha asegurado el president y candidato, que ha añadido también que la receta Rajoy no funciona. "O cambia de receta o cambiaremos más rápidamente de país de lo que nos habíamos propuesto", ha reivindicado.
Por todo eso, ha pedido una "receta política" para las demandas catalanas. En este sentido, ha asegurado que tanto el gobierno español como el Ibex 35 y Europa tienen que tomar nota de la victoria independentista y "empezar a hacer política". Puigdemont también ha recordado que las fuerzas independentistas han sacado un 47,5% de los votos, pero que los partidarios del referéndum superan el 50%. Por eso, ha exigido una reacción del gobierno español.
A pesar de la victoria de Ciudadanos, con 37 diputados, los independentistas suman 70 diputados en el Parlament, cuando la mayoría absoluta está en los 68.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Felicitación de Navidad de los Reyes, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía a los españoles


Felicitación de Navidad de Sus Majestades los Reyes y sus hijas, con fotografía incluida de don Felipe, doña Letizia, Su Alteza Real doña Leonor Princesa de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía, difundida hoy por la Casa Real española.

sábado, 9 de diciembre de 2017

El coronel de la Guardia Civil, Miguel Herráiz, nuevo jefe de Seguridad de la Casa del Rey




MADRID.- El Rey ha nombrado jefe del Servicio de Seguridad de su Casa a uno de sus más cercanos colaboradores, el coronel de la Guardia Civil Miguel Herráiz Alarcón, de 54 años. Herráiz asume el cargo que quedó vacante tras el fallecimiento del también coronel de la Guardia Civil José María Corona Barriuso, que murió el pasado 10 de octubre en Madrid tras luchar cuatro años contra una grave enfermedad, según cuenta Abc.

Don Felipe ha querido dejar vacante este puesto durante dos meses en recuerdo y homenaje al que fue mucho más que su jefe de Seguridad. Y es que Pepe Corona se había incorporado al Palacio de La Zarzuela en 1982, cuando empezó a acompañar como escolta al entonces Príncipe, que tenía catorce años, y acabó compartiendo con el Rey los últimos 35 años de su vida.
Por expreso deseo de Don Felipe, Corona seguía figurando este jueves como jefe del Servicio de Seguridad en la página web de la Casa del Rey. Es más, el Palacio de La Zarzuela dará a conocer el nuevo nombramiento el próximo lunes, transcurridos ya dos meses del fallecimiento de José Corona.
Sin embargo, la noticia la adelantó el Boletín Oficial del Estado, que ha publicado este jueves el Real Decreto del nombramiento firmado por el Rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con fecha del 5 de diciembre: «En virtud de lo prevenido en el artículo 65, apartado 2, de la Constitución, y conforme a lo dispuesto en los artículos 10.1 y 9.3 del Real Decreto 434/1988, de 6 de mayo, vengo en nombrar jefe del Servicio de Seguridad de Mi Casa a don Miguel Ángel Herráiz Alarcón».
El nuevo jefe de Seguridad de la Casa del Rey también es una persona muy cercana a Don Felipe. De hecho, se incorporó a La Zarzuela en 1988 cuando Don Felipe empezó a estudiar Derecho y ocho asignaturas de Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid. Herráiz procedía del Grupo Antiterrorista Rural de la Guardia Civil y también se matriculó y se licenció en la carrera de Derecho. 
Desde entonces, el guardia civil se ha venido ocupando, con distintas responsabilidades, de la protección de Don Felipe y de la de su familia. La Constitución establece en su artículo 65.2 aue «el Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa».