martes, 27 de noviembre de 2018

Felipe VI ve "perfectamente reformable" la Constitución "dentro de los cauces legales"


MADRID.- Felipe VI ha recibido hoy martes en audiencia a la junta directiva de la Asociación de Exdiputados y Exsenadores de las Cortes Generales, ante quienes ha defendido que la Constitución "perfectamente reformable siempre que se haga dentro de los cauces legales", según ha explicado uno de sus integrantes, Pedro Bofill.

El encuentro, celebrado en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, ha tenido lugar en puertas de la conmemoración del 40 aniversario que se celebra el próximo 6 de diciembre.
El colectivo grupa a alrededor de un millar de antiguos diputados y senadores de diferentes partidos políticos, encabezados por su presidente, el que fuera senador del PPJuan Van Halen.
La reunión, que se ha prolongado durante cerca de una hora, ha tenido como principal asunto de debate la Constitución y también se ha comentado la situación en Cataluña al hilo del desafío independentista.
Bofill, quien fue diputado del PSOE en la I Legislatura, ha destacado que Felipe VI está "muy implicado" en la defensa de la Carta Magna y en la necesidad de "ser muy respetuosos con las normas fundamentales".
"Nos ha dicho que la Constitución no es la tabla de la ley, sino que es perfectamente reformable, siempre que sea por los cauces legales", ha comentado Bofill, que además de asociado, es director de la revista del colectivo.
Según el ex diputado socialista, el jefe del Estado ha mostrado su "preocupación" por la situación en Cataluña y su deseo de "buscar fórmulas para restablecer un sistema en el que todos estén a gusto, dentro de las normas constitucionales".
Bofill ha agradecido la disposición de don Felipe, puesto que además de escuchar las palabras de Van Halen y los comentarios de los miembros de la junta directiva, "ha reflexionado" sobre los asuntos que han surgido en la charla.
En representación de la Asociación de Exdiputados y Exsenadores de las Cortes, Bofill ha asegurado que el texto constitucional "sigue siendo válido después de haber proporcionado un período muy fructífero de tranquilidad y crecimiento".
Es la primera ocasión en la que Felipe VI se reúne con la asociación, que ya tuvo varios encuentros con Juan Carlos I desde 1997, cuando se fundó como espacio para mantener el contacto entre exparlamentarios de distintos partidos.
Además de Van Halen, ha estado el vicepresidente primero, el exdiputado socialista Manuel Núñez Encabo, cuyo nombre cobró cierto protagonismo en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 al ser a quien correspondía votar en el momento en el que Antonio Tejero irrumpió en el hemiciclo.
A la cita en Zarzuela también ha asistido dos exdiputadas de la I Legislatura, como Carmen Solano (PSOE) y Elena Moreno (UCD), y dos exparlamentarios de CiU, Jordi Casas y María José Atienza.

La monarquía, en cuestión / José Antich *

La terrorífica foto del rey emérito con el príncipe heredero de la Arabia Saudí en Abu Dhabi, en un ambiente distendido y ajeno los sucesos que señalan a Mohamed bin Salmán como responsable del asesinato del periodista saudí Yamal Khashoggi, en la embajada de su país en Estambul, es una página negra para la monarquía española. 

Si la foto no era evitable, Juan Carlos I no debería haber cometido la torpeza de viajar a Abu Dhabi. En estos momentos, no es un honor haber sido la primera personalidad occidental de relieve que se deja fotografiar con tan espantoso personaje y traslada del rey emérito una actitud de gran pasotismo por lo que pueda suceder. Algo que, por otro lado, tampoco es nuevo en los últimos tiempos.

La Zarzuela, de nuevo en el ojo del huracán, ha intentado disculparle y rebajar la polémica aún a sabiendas del daño que la imagen le hace y que quedará como una señal de fin de etapa. 

Podemos le ha atacado con dureza, igual que los partidos independentistas; Ciudadanos también ha estado crítico y el PSOE, incómodo, ha pedido suavemente explicaciones. El PP ha callado. 

Demasiado ruido para una institución que no está en su mejor situación y en unos momentos en que se intenta desesperadamente incorporar a Juan Carlos I a los actos del 40º aniversario de la Constitución, que se pretende celebrar en Madrid este año por todo lo alto. 

Mientras, el Parlament de Catalunya ha dado el primer paso para crear una comisión de investigación sobre la monarquía borbónica con el apoyo de cuatro fuerzas políticas de la Cámara catalana, Junts per Catalunya, promotor de la iniciativa, ERC, los comunes y la CUP que representan a 78 diputados del total de 135.

O sea, el 58% de los escaños. 

Los letrados de la Cámara no han visto objeciones a su creación aunque mucho me temo que la comisión será detenida en algún otro estadio, bien sea político o judicial. Si no, al tiempo.

La combinación de las dos noticias en un lapso tan pequeño de tiempo no hace sino poner de relieve la enorme distancia entre monarquía y ciudadanía. La institución alejada de su necesaria y obligada prudencia y neutralidad, algo cada vez más evidente y que ha tenido episodios como el del pasado 3 de octubre que le ha costado una ruptura total con la sociedad catalana. 

Pero también el hecho de llevar iniciativas al Parlament del todo impensables hace muy poco tiempo. El alejamiento cada vez es mayor.


(*) Periodista y ex director de La Vanguardia