sábado, 16 de noviembre de 2019

Los catalanes, desconectados de la monarquia / José Antich *

El Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat acaba de hacer público un barómetro en el que se puntúa a las diferentes instituciones que tienen, en mayor o menor grado, una incidencia sobre la sociedad catalana. 

En total, son 20 las instituciones sobre las que se pregunta a los encuestados y coge un abanico lo suficientemente amplio que va desde las Universidades a la Unión Europea pasando por el Ejército o la Iglesia Católica. 

Pues bien, de este amplio listado, la monarquía, con un 2,44, es la peor de todas las instituciones para los catalanes. 

Le acompañan en este furgón de cola la banca y la Iglesia Católica. Que la monarquía española no levanta cabeza es una obviedad, la pregunta es si tiene margen para revertir esta situación y disfrutar de la posición que tienen otras monarquías europeas. 

No parece, ni muchos menos, que ello vaya a producirse, ya que el desencuentro entre la sociedad catalana y la familia real es muy alto y se hace directamente responsable a Felipe VI de la escalada represiva contra el independentismo. 

Un claro ejemplo de ello es el marco en que se han producido sus últimas visitas a Catalunya: en medio de un excepcional despliegue policial para contener las fuertes protestas ciudadanas.

Qué lejos están, por ejemplo, la valoración de la institución monárquica en Noruega 9,3; Reino Unido 7,6; o Países Bajos 7,3. Es importante el caso de la Reina de Inglaterra, que pese al referéndum de independencia celebrado en Escocia en 2014, superó el escollo con una aparente distancia que no incomodó a los independentistas. 

Aquí ha sucedido todo lo contrario y la institución monárquica ha utilizado el conflicto con Catalunya para consolidarse, algo que es dudoso que se haya producido en España pero que ha dejado una estela de desencuentro irreversible en Catalunya.

La puntuación del 2,44 no deja duda alguna por más que en esto, como en tantas otras cosas, sea más cómodo esconder la cabeza bajo tierra que querer afrontar el problema.


(*) Periodista y director de El Nacional


No hay comentarios:

Publicar un comentario