OVIEDO.- El Rey Felipe VI ha finalizado su discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias con un homenaje a la Constitución española, con motivo de su 40 aniversario, y se ha referido a ella como una “lección de convivencia” que representa “democracia y libertad” para los españoles.
La inminente efeméride ha servido al jefe de Estado para hacer un 
reconocimiento al texto que “recuperó para el pueblo español la 
soberanía nacional”, que “devolvió a los españoles su libertad y su 
condición de ciudadanos” y “que reconoció la diversidad de sus orígenes,
 culturas, lenguas y territorios”.
La Constitución, ha dicho, fue “fruto de la concordia entre 
españoles, unidos por un profundo deseo de reconciliación y de paz” y 
“unidos por la firme voluntad de vivir en democracia”. Así, ha remarcado
 que su 40 aniversario se celebrará como “un gran ejemplo” del que los 
españoles pueden sentirse “profundamente orgullosos”.
“Como una lección de convivencia que dignifica la política y 
engrandece nuestra Historia como la mejor muestra de la generosidad, la 
madurez, y la responsabilidad de todo un pueblo que ganó la democracia y
 la libertad”, ha añadido, remachando que “democracia y libertad es lo 
que representa y significa para España, para el pueblo español”, la 
Constitución de 1978, un mensaje que ha sido acogido con aplausos por el
 auditorio presente.
En la ceremonia de hace un año, las palabras finales del discurso de 
Felipe VI fueron, apenas unas semanas después del 1-O, para subrayar que
 España resolvería de acuerdo con la Constitución y las instituciones 
democráticas el “inaceptable intento de secesión de una parte de su 
territorio nacional”.
El Rey añadía entonces que Cataluña “es y será una parte esencial” de
 la España del siglo XXI, tras agradecer el apoyo a la democracia 
española de las instituciones europeas, a las que acababa de galardonar 
con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
En su edición de 2018, Felipe VI ha tenido también palabras de 
“alegría y gratitud” hacia Asturias por su reciente visita, el pasado 8 
de septiembre, a Covadonga y su presencia “ante un pueblo unido por sus 
sentimientos y por tantos siglos de historia”. 
“Por la historia de 
todos, raíz de España”, ha añadido.
Según ha dicho, “la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía tendrán 
para siempre ese día grabado en su corazón”. Esa visita a Covadonga, con
 motivo de su triple centenario –cien años del Parque Nacional, 13 
centenario de los orígenes del Reino de Asturias y cien años la 
coronación canónica de su Virgen– fue el primer viaje oficial de la 
Princesa Leonor a la comunidad que da nombre a su título de heredera.
En su discurso, el Rey ha tenido palabras para todos los premiados en
 esta edición y ha recalcado que todos ellos comparten “una misma 
patria”, la del “conocimiento, de la cultura, de la ciencia y de la 
solidaridad” cuyas fronteras están “trazadas por la sabiduría, la 
entrega a unos ideales, el esfuerzo y la inteligencia”.
También ha dado la bienvenida al nuevo presidente de la Fundación 
Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega y ha agradecido el trabajo de 
su antecesor, Matías Rodríguez-Inciarte.
Los premiados, ha dicho, son “referencias” e “inspiración” para los 
tiempos actuales. En un momento en que a menudo “prima lo efímero y lo 
superficial”, la Fundación apuesta por “valores que permanecen” y por 
quienes sugieren “senderos nuevos y renovados”. “Autenticidad, respeto a
 la verdad y proyectos asentados en el tiempo sobre principios sólidos y
 convicciones profundas”, ha subrayado.
Del Premio de las Artes, el cineasta Martin Scorsese, ha destacado 
que la “grandeza de su obra” reside en “su búsqueda constante de la 
verdad y la redención”, su “pasión” por la vida y su capacidad para 
plasmar los claroscuros y “la ambivalencia de los sentimientos humanos”.
Al homenajear a Alma Guillermoprieto, Premio de Comunicación y 
Humanidades, ha destacado como la periodista afirma que “el mejor 
periodismo es el que reflexiona, el periodismo que indaga y verifica” y 
que el periodismo “es indispensable para la democracia”.
Después, ha puesto en valor el trabajo de la ONG Amref Health Africa,
 Premio de Cooperación Internacional, su objetivo de conseguir cobertura
 sanitaria universal para el continente en 2030 y su lucha contra la 
ablación. 
En concreto, ha destacado la lucha, desde los ocho años, de Nice 
Nailantei Leng’ete, que ha llevado a que miles de niñas hayan 
“conseguido escapar de un destino tan injusto como terrible, 
sustituyendo la mutilación genital por ritos de paso alternativos”.
Su trabajo, ha dicho, pone de manifiesto “la injusticia que muchos 
seres humanos viven a diario, solo por haber nacido en algún rincón 
olvidado del planeta” y cómo la indiferencia y el desánimo o el 
pesimismo “no ayudan nada”.
También ha aprovechado el Premio de la Concordia, concedido a la 
doctora en Biología Marina Sylvia Earle, para subrayar como el mar y las
 aguas, “el origen de la vida”, empiezan a estar en una situación 
“peligrosamente grave” por la sobreexplotación, la falta de oxígeno en 
las llamadas ‘zonas muertas’, el calentamiento de las aguas a causa del 
CO2 y los 8 millones de toneladas de plástico” que cada año se arrojan 
al mar. 
“Son señales alarmantes de una situación que es preciso 
revertir, que tenemos que cambiar sin dilación”, ha advertido.
De los premiados en la categoría de Deportes, los alpinistas Reinhold
 Messner y Krzysztof Wielicki, ha subrayado el espíritu de sacrificio y 
superación, la disciplina y el valor, y de la novelista Fred Vargas, 
Premio de las Letras –ausente de la ceremonia–, su concepción de que la 
creación artística sirve “para entrar y salir de la realidad, y también 
para mirarla a los ojos”.
En cuanto al Premio de Ciencias Sociales, Michael Sandel, ha incidido
 en su apuesta por que los ciudadanos se cuestionen “cómo trabajar 
unidos por una sociedad más racional, más informada y más dichosa”.
En la categoría de Investigación Científica y Técnica, donde el 
premiado es Svante Pääbo, uno de los fundadores de la Paleogenética, ha 
destacado como “la ciencia, que siempre mira al futuro, lo hace en 
muchas ocasiones sumergiéndose en el pasado, interpretándolo y 
aprendiendo de él”.
