MADRID.- La Corona quiere que se les vea en Cataluña. En lo que va de año, el
Príncipe de Asturias y de Girona ha viajado seis veces a la comunidad, la última el pasado 7 de abril, víspera del debate en el Congreso sobre el referéndum secesionista.
Y el Rey lo hará en mayo para presidir la entrega de despachos a la
nueva promoción de la carrera judicial. Las frecuentes visitas responden
a una estrategia de La Zarzuela para aumentar allí la presencia de la
institución en pleno desafío soberanista, según 'El País'.
La Constitución reserva al Rey un poder limitado: “Símbolo de la
unidad y permanencia” del Estado que “arbitra y modera”. Y la Corona
ejerce esa labor moderadora en Cataluña. No solo ha aumentado su
presencia pública en la comunidad, también los encuentros y charlas
privadas que tanto el Monarca como el Príncipe mantienen con políticos y
empresarios catalanes.
Cada vez que ha viajado a Cataluña, don Felipe se ha reunido antes
con su padre para preparar la visita y llevar un único mensaje. Y
previamente, la Casa del Rey consultó también al Gobierno su intención
de pasar más tiempo en la comunidad para hacer más visible allí la
presencia de la jefatura del Estado. El Ejecutivo aprobó la estrategia.
El año pasado, Cataluña fue la segunda comunidad con más actividades
de la familia real (10%), después de Madrid (59%) y a mucha distancia de
la tercera, Asturias (4,9%). Pero si continúa el ritmo de estos
primeros meses, como pretende La Zarzuela, el porcentaje subirá mucho
más, ya que a final de 2014, el Príncipe habría viajado a Cataluña 20
veces (en 2013 fueron 12 visitas).
Este año, don Felipe ha visto en público a Artur Mas
en cuatro ocasiones. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
ninguna. Este viajará el jueves a Barcelona para asistir al Foro de
Marcas Renombradas Españolas, pero parece que no coincidirá con el
presidente de la Generalitat, ya que el discurso de Mas es a las 12.30 y
el de Rajoy, a las 14.00.
La Corona quiere rebajar tensión y abrir canales de diálogo. Lo
intentó el Rey cuando, en su discurso de la pasada nochebuena (el único
que no le escribe el Gobierno) dejó una salida a Mas al proponer la
“actualización de los acuerdos de convivencia” siempre que “las
diferencias se resuelvan con arreglo a las reglas de juego democráticas
aprobadas por todos”, es decir, sin la convocatoria unilateral de
consultas soberanistas. Tanto don Juan Carlos como don Felipe han
repetido intencionadamente en sus discursos el concepto “lo que nos
une”, como sustitutivo de “la unidad” de España, para suavizar el tono.
La estrategia es en positivo, aludiendo a las ventajas —sobre todo a las
económicas—, de seguir juntos en lugar de amenazar con las
consecuencias de separarse.
Las dos principales preocupaciones de la Corona son, según fuentes de
La Zarzuela, el paro y Cataluña. De ahí que, en sus viajes al
extranjero, se dediquen a la diplomacia económica, para intentar
facilitar contratos a las empresas españolas, y dentro de España, a la
diplomacia a secas.