miércoles, 28 de febrero de 2018

Unidos Podemos pide que los ayuntamientos puedan izar la bandera de la II República en sus fachadas

MADRID.- Unidos Podemos, a iniciativa de Izquierda Unida, ha registrado este martes en el Congreso una proposición para reformar la Ley de Banderas y permitir que las administraciones puedan colocar enseñas no oficiales, como la de la II República, de manera temporal, en sus fachadas.

En la propuesta presentada en la Cámara Baja por el diputado Ricardo Sixto piden que, "respetando la ubicación y preeminencia establecida en la ley para la bandera de España y el resto de banderas oficiales, y sin alterarlas de forma alguna, las administraciones podrán colocar de forma temporal enseñas, banderas, símbolos históricos, distintivos y cualquier otra manifestación gráfica de la libertad de expresión sin mayor limitación que la que sea de aplicación a cualquier espacio público y la establecida en la legislación sobre el respeto a los derechos fundamentales, derechos humanos y memoria histórica".
En concreto, desde Unidos Podemos apuestan por modificar el artículo 6 de la Ley de Banderas en una propuesta que ha sido elaborada después de que la Justicia haya fallado contra dos ayuntamientos valencianos, el de en Buñol y Barxeta, que colocaron la bandera republicana para conmemorar el día 14 de abril el año pasado.
Si se aprobase esta proposición, se podrían colocar banderas de clubes de fútbol, de todo tipo de festejos... pero también generaría un problema. Por ejemplo, un ayuntamiento catalán se podría acoger a esta propuesta para exhibir la estelada durante un tiempo en su fachada.
El diputado de IU Ricardo Sixto ha desviado las preguntas sobre este tema asegurando que sólo estarían vetadas las enseñas que incitaran al odio y no estuvieran amparadas por la libertad de conciencia.

martes, 27 de febrero de 2018

La prensa española victimiza a Felipe VI por los lazos amarillos

BARCELONA.- Como si de delincuentes se tratara, la prensa española vuelve a dedicar hoy gran parte de su información política a cargar contra los líderes del procés, mientras se llena —de nuevo— de elogios para el rey Felipe VI por su papel en la cuestión catalana, sobretodo desde su discurso del paro de país del 3 de octubre, que ignoraba por completo a los heridos por la policía española durante la jornada del referéndum del 1-O, como ha hecho desde entonces con todo lo relacionado con los ataques a la democracia sufridos por la política catalana, así como por la ciudadanía de Catalunya, según un análisis de www.elnacional.cat

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, vuelve a ser el centro de las miradas de los diarios de Madrid, que la critican con fuerza por, a su juicio, ponerse al lado del soberanismo y "actuar en contra de los intereses de los ciudadanos". También aparece la posibilidad de que Jordi Sànchez sea el candidato de JxCat para presidir la Generalitat, cosa que acabará guiando a Catalunya "por los cauces de la autodestrucción", al mismo tiempo que vuelve a salir la figura del Monarca por haber sido recibido con lazos amarillos por parte de algunas personalidades catalanas en el pabellón del Mobile World Congress (MWC) de Catalunya.

Fijándose, como ya viene siendo habitual, solamente en los beneficios que el Estado español puede sacar del MWC, vuelven a lanzar la advertencia de que la situación política que vive Catalunya puede desplazarlo a otro país del mundo. Y lo hacen sin tener en cuenta que, por ejemplo, Telefónica defendió ayer Barcelona como "el mejor lugar del mundo" para el Mobile, que el director de Fira de Barcelona dejó claro que no ve peligro en el futuro del Mobile o que el propio director del Mobile Barcelona Capital ya aseguró el domingo que "el plantón al Rey no nos afecta".

Sectarismo y populismo

"El separatismo pacta hacer presidente al preso Sànchez". Este es el título con el que El País abre su portada de la edición en papel, que va aún más allá en su editorial bautizado como "Sectarismo intolerable", donde emplazan a las instituciones catalanas a "hacer su trabajo y no populismo", mientras les atribuyen la capacidad de ser los únicos que pueden "cerrar las heridas", así como de "recuperar la normalidad democrática" y la "convivencia armónica y civilizada que cimente el bienestar de los ciudadanos".

Convencidos de que España "vive en un estado de derecho desde la Transición", el diario citado vuelve a llenarse de elogios hacia el rey Felipe VI por "no solo haber sabido cumplir con su cometido, sino además explicárselo didácticamente a quien ignora el suyo". Pero eso no es todo. Tienen claro que si aún no hay Govern formado no es por culpa de la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, sino por "las divisiones entre las formaciones independentistas que suman mayoría en el Parlament", pero también por "la obstinación de Puigdemont en su empeño de ser investido president a pesar de haber huido de la justicia".

Por todo ello consideran que tanto el presidente del Parlament, Roger Torrent, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se han "equivocado de ventanilla" porque "en lugar de reclamar en donde corresponde, han elegido al Rey como blanco de sus reproches, en una actitud cargada de sectarismo, populismo, pésima educación y, sobre todo, incapacidad para distinguir sus ideas particulares del cargo institucional que ambos ocupan". Justamente en este punto, vuelven a insistir, como ya hacían ayer, que Colau "actúa en contra de los propios intereses de los ciudadanos a los que debe representar" poniendo en riesgo, por ejemplo, la continuidad del Mobile World Congress.

A su juicio, tanto Torrent como la alcaldesa de la capital catalana están "liderados" por Puigdemont "en sintonía con las escaramuzas en las calles y el bloqueo político" y cargan contra ellos por no tener la fuerza política suficiente como para "generar un nuevo conflicto que ni Catalunya ni Barcelona merecen". Y es en ese momento que vuelven a felicitar a Felipe VI por su discurso del 3 de octubre cuando, siempre según su punto de vista, "tuvo que trasladar un mensaje de firmeza y confianza a todos los españoles para atajar cualquier tentación de imponer la independencia".

La tribu de la autodestrucción

Destacando que "La Generalitat se burla del 155 y recibe al Rey con lazos amarillos", El Mundo critica a la edil de la Ciudad Condal en su editorial titulado "Colau o el regreso de la tribu", donde ponen de relieve que "la responsabilidad a veces consiste en ignorar las provocaciones, pero en la mayoría de los casos exige tomarlas en serio y darles respuesta firme".

Como el diario anterior, este también se llena de alabanzas a Felipe VI por, "en aras del interés general de Catalunya y de toda España", haber "defendido su permanencia en Barcelona al precio de recibimientos hostiles y desplantes bochornosos del nacionalpopulismo, actitud que retrata a la vez la mediocridad de sus correligionarios y la dignidad del jefe del Estado".

Con estos argumentos bajo el brazo, aseguran que "el soberanismo discurre por los cauces de la autodestrucción, lo que obliga al constitucionalismo a proteger Catalunya primeramente de aquellos que más dicen amarla" y aprovechan la ocasión para cargar contra el Gobierno de Mariano Rajoy por no haber aplicado con suficiente fuerza la norma suprema y no haber destituido al secretario catalán de Telecomunicaciones, Jordi Puigneró, "cuando anunció su desafiante plantón al Rey".

Pero esta vez, y según su visión de las cosas, Colau "merece un capítulo a parte". Y lo merece por "sus desaires al Estado con demagógica cuquería, entre el electoralismo ostentoso y la docilidad privada", pero también porque "su sentido institucional, si alguna vez lo tuvo, fue ahogado por el sectarismo". Un "sectarismo" que, aseguran, demuestra cómo "ha renunciado a la representación de todos los barceloneses en beneficio de la minoría que aplaude su repertorio gamberro". ¿Su conclusión? La tienen clara: "El comercio y las instituciones se inventaron para superar a la tribu. Pero hay quien añora el primitivismo".

Pulso al Estado

La Razón, de su lado, que publica hoy que el Supremo prohibirá a Jordi Sànchez salir de la prisión para su investidura, reclama "un presidente serio" para Catalunya. En su editorial, se lamentan de que "el único avance producido es que alguien que está encausado por sedición y rebelión se ponga al frente de la Generalitat" y, precisamente por eso, cargan contra Sànchez porque, a su parecer, "todo indica que persisten en mantener el pulso al Estado, seguir con el plan de ruptura y situar a las instituciones de autogobierno en la inestabilidad permanente".

En este sentido, instan a Sànchez a "no seguir comparándose con un miembro de ETA que tuvo el permiso del TSJ de Navarra para salir de la cárcel, en 1987, para pronunciar su discurso de investidura como candidato a lehendakari", en referencia a Juan Carlos Yoldi, que fue candidato de Herri Batasuna mientras estaba en prisión preventiva.

Por todo ello aconsejan que "si lo que se busca es apaciguar un enfrentamiento que se extiende demasiado en el tiempo", no sigan por este camino porque, subrayan, "desde el punto de vista legal no hay salida". Así pues, advierten, la posible candidatura de Sànchez "sobre el que recaen graves acusaciones, supondría apostar por la inestabilidad".

Si la opción para la presidencia de la Generalitat es hacer a Sànchez president efectivo y a Puigdemont president simbólico, los de Francisco Marhuenda tienen claro que "está claro que Catalunya seguirá en una situación de bloqueo, sin un gobierno que se ocupe de los problemas de los ciudadanos".

¿Qué piensan los catalanes de la monarquía? / Sergi Alcàzar *

La cacerolada y el plantón institucional al Rey en la cena de inauguración del Mobile World Congress evidenció el rechazo que genera el Monarca en la sociedad catalana. El clima de enorme tensión por la llegada del Monarca a Barcelona no resulta extraño si se observa la baja popularidad de la Corona, que recibe un suspenso mayoritario por parte de los catalanes.

El último barómetro de opinión pública del Centre de Estudis d'Opinió (CEO), que recogía el clima político posterior al 1-O, evidenciaba el malestar de la sociedad catalana con el monarca español, que en su discurso posterior al referéndum no hizo ninguna mención —ni condena— respecto de la violencia policial en la jornada del referéndum, que dejó un balance de más de 900 heridos.

Una amplia mayoría, seis de cada diez catalanes (60,3%), no tiene ningún tipo de confianza con la Monarquía y le da a un 0 sobre 10, lo que confirma la tesis del rechazo masivo a la Corona. Pero es más: prácticamente cuatro de cada cinco (77,9%) la suspenden, es decir, le dan una puntuación de cuatro o inferior. De hecho, en cómputo global, los catalanes otorgan a la institución un paupérrimo 1,82, medio punto menos que en el barómetro anterior (2,36).

Comparar estas cifras con la popularidad en el conjunto de España es hoy por hoy muy complicado. Y es que el CIS —el equivalente del CEO para el conjunto del Estado— no pregunta sobre la Monarquía desde hace prácticamente dos años [en abril del 2015], diez meses después del nombramiento del rey Felipe. Quizás tiene que ver con que la última vez en que se va pregunta la Corona, el indicador 'ninguna confianza' (0) llega al 21,7% de los españoles. Un rechazo histórico a España.

Sin apoyos 

El Rey y su familia ni siquiera aprueban entre los catalanes a más veteranos, que son más conservadores. De hecho, un 58,6% de los ciudadanos mayores de 65 años lo suspenden (un 45,9% le otorgan un 0). La puntuación de confianza en esta franja de edad ni siquiera llega a un 3: se queda en un 2,82 de media. Por el contrario, la franja de 25 a 34 años es la más beligerante con el Monarca.

La monarquía es, gracias a este bajo apoyo, la institución menos valorada a Catalunya. Y después de la intervención policial y la represión de las instituciones, la Corona no consigue superar otras instituciones rechazadas por el sector soberanista como el gobierno español (2,03), el Tribunal Constitucional (2,76) o la Policía Nacional y la Guardia Civil (3,40).


(*) Periodista



Garzón incendia Twitter con su 'hachazo' al "ciudadano Felipe de Borbón"

MADRID.- "El ciudadano Felipe de Borbón dice que está para defender la Constitución. Y casi toda la prensa se hace eco sin crítica alguna y sin preguntarse: ¿cuándo ha defendido un Borbón los derechos sociales y civiles que aparecen recogidos en la Constitución? Es claro: NUNCA", según recoge http://www.huffingtonpost.es.

"¿Cuándo ha defendido un Borbón los derechos sociales y civiles que aparecen recogidos en la Constitución?". El coordinador de IU, Alberto Garzón, ha incendiado Twitter al plantearse esta cuestión, después de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hiciese pública este lunes la charla que mantuvo con el rey Felipe VI antes de la cena de inauguración del Mobile World Congress.
Durante esa conversación, el monarca le dijo a Colau que su obligación era "la defensa de la Constitución", después de que la primera edil de Barcelona le echase en cara la "falta de empatía bestial" de su discurso del pasado 3 de octubre, dos días después de la consulta ilegal del 1-O.
Tras plantearse esta pregunta, Garzón se responde a sí mismo con letras mayúsculas: "Es claro: NUNCA".
La palabras del líder de IU, que en pocas horas tienen más de 3.200 retuits y 5.600 'me gusta', han abierto un intenso debate en la red social.

El Rey está asustado, y con razón

BARCELONA.- Juan Carlos I no tuvo nunca una protesta como la del domingo en Barcelona contra Felipe VI. Al final de su mandato surgieron comentarios más burlescos que críticos sobre sus amantes, sobre la afición a cazar elefantes, y sobre su espíritu comisionista de vender grandes infraestructuras a sus homólogos árabes, pero protestas en la calle proclamando el rechazo al monarca español y un desplante de los representantes democráticos no es un hecho anecdótico, sino que marca una inflexión histórica, a juicio de El Nacional.

A diferencia de los presidentes de república, los monarcas necesitan erigirse en una figura de consenso. Cuando dejan de serlo, tienen los días contados. O los años. Da igual, porque, a partir de aquel momento, la cuenta atrás se vuelve omnipresente y se les pone cara de dolor de estómago como lo delatan las fotografías.
No es nuevo que los Borbones busquen amparo en los sectores más reaccionarios del país y acaben huyendo. El 23-F fue una excepción. Juan Carlos I tuvo unas horas de duda, según nos explicó después Adolfo Suárez a un grupo de periodistas catalanes y explica bien Pilar Urbano, pero tuvo buenos consejos y bastante olfato como para adivinar cuál era en aquel momento la apuesta ganadora. Por eso duró más que sus antepasados. De todos modos, después del golpe de estado, reunió a los partidos digamos dinásticos, les leyó la cartilla y a continuación vino la LOAPA y "lo siguiente".
Así pues, lo que pasó el domingo es un hecho insólito que pone de manifiesto la crisis de régimen que afecta a España. No sólo por las protestas contra el jefe del estado. También por la airada reacción del establishment en defensa de Su Majestad que evidencia temores inusitados, como cuando una bestia mal herida que teme su muerte lucha por la supervivencia con más ferocidad que nunca.
Los episodios de estos días de reverencia al poder y los actos de vasallaje no son propios de una situación política democráticamente normalizada. Comprobémoslo aprovechando los hechos del fin de semana. El Gobierno español, en un comunicado afirma: “Los desplantes anunciados por ciertos representantes institucionales, además de injustos y mezquinos, ponen en riesgo que Barcelona pueda seguir albergando en el futuro un evento global de tanta importancia”. 
Es obvio que se trata de una amenaza, porque el Gobierno español no es el organizador del acontecimiento, pero todo el mundo entiende que tiene suficiente poder como para sabotear esta iniciativa privada. 
Antes los diarios El País y El Mundo representaban más o menos aquellas "dos Españas" que decía Machado y antes ninguno de los dos diarios se habría tragado la consigna gubernamental de manera tan acrítica, pero los tiempos están cambiando, y no precisamente a mejor. 
El lunes han titulado así “El boicot al Rey amenaza el futuro del Mobile en Barcelona” y “El desplante secesionista al Rey amenaza el Mobile en Barcelona”. No hay diferencia y, de hecho, todos los diarios que se distribuyen por toda España enfatizaron la misma idea dictada por la Moncloa.
Ahora en España hay un Rey cuestionado; un gobierno carcomido por la corrupción y una oposición claudicante. Los ricos son más ricos y los pobres, más pobres. Y los medios principales compiten por ver quién es más lagotero. No hay, pues, los contrapoderes propios de cualquier democracia. 
Y por eso también hay presos políticos y políticos exiliados, periodistas críticos perseguidos, artistas y comediantes represaliados, pinturas censuradas y jubilados en la calle enfrentándose a la policía. Todo eso inexorablemente acabará explotando, por eso el Rey, con razón, está tan asustado.

lunes, 26 de febrero de 2018

El exmarido de Letizia publica el libro que colapsará Zarzuela


BARCELONA.- España vive un silencio ruidoso sobre la Reina y su vida anterior. Muchos rumores sobre novios, amantes e hijos nonatos pero una única certeza: Letizia estuvo casada por lo civil y se divorció antes de Felipe VI. El exmarido es Alonso Guerrero y el próximo 9 de marzo, si un juez como el de Fariña no la secuestra, pondrá en venta su novela El amor de Penny Robinson, según publica hoy www.elnacional.cat

Relata la transformación de un hombre convencional convertido en personaje mediático por haber estado casado con una mujer convertida en reina de España. En la introducción revela que "el personaje vive perseguido por la prensa del corazón a fin de que dé no sólo lo que pueda explicar sino para arrancarle lo que es". 
Pero la portada contiene una frase gancho que hará venderlo como rosquillas: "Querían saberlo todo de él porque querían saber todo de ella". Y la figura de un hombre huyendo. Parece una novela de espías y veremos si el CNI no compra todos los ejemplares, para quemarlos.
Mientras en Zarzuela tiemblan por si la novela se pasa de la ficción a la realidad, la editorial juega con los Reyes:"es una ficción que pudo convertirse en realidad, pero también una realidad que necesita la ficción para parecer creíble”. 
Un juego de palabras para no decir lo que será: la vida del marido de Letzia explicada como si fuera ficción. ¿Cómo se sedujeron? ¿Cómo era el sexo entre ellos? ¿Es cierto que esperaban un hijo? ¿Ella era republicana? ¿Era una persona ambiciosa? Fueron marido y mujer unos breves 15 meses, ¿por qué les duró tan poco el amor?
Guerrero puede acabar haciendo honor a su apellido. Ha estado más de 4 años preparando el libro y esquivando las ofertas de muchos ceros de Telecinco. El Deluxe, Paolo Vasile y toda la junta de accionistas de Mediaset ponían millones encima de la mesa para entrevistar al primer marido de Letizia. 
El lo confirma: “Rechacé una por una todas las ofertas que me hicieron desde Telecinco, que más que apetecibles eran frecuentes”. Ahora se unirá a la poca bibliografía existente sobre Letizia: ¿número de libros biográficos sobre la reina de su entorno? Dos. Este y el del primo de la reina David Rocasolano Adiós, Princesa. Se ha sabido muy poco de aquel matrimonio, nada más que Guerrero era el profesor de Leizia y se enamoraron. Ni una foto, valorada en medio millón de euros, de la boda. Ahora intentará ganar más vendiendo uno por uno el libro, que costará poco: 12,95 euros el ejemplar.
Si será o no una bomba para la monarquía lo sabremos el 9 de marzo pero hay alguien en Zarzuela muy nervioso/a y enfadado/a. Y especialmente con el PP. La editorial que se atreve a publicarlo es Almuzara y el editor es un exministro del PP. 
Manuel Pimentel, el único que le dimitió a Aznar por dignidad y que tuvo un hijo extramatrimonial con Alícia Sánchez Camacho. Ahora se enfrenta a una Letizia que se lo mira con desprecio mientras aprieta los dientes.

El Rey, a Colau: "Mi papel es defender la Constitución"

BARCELONA.- Felipe VI transmitió a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que su deber era "defender la Constitución", según ha confesado la propia regidora, durante la cena de inauguración del Mobile World Congress.

Colau, que no asistió este domingo a la recepción al Rey por el MWC, al igual que el presidente del Parlament de Cataluña, Roger Torrent, sí estuvo presente en la cena posterior.
"Es una cena que organiza la GSMA en nuestra ciudad, por lo que evidentemente teníamos que estar", ha aseverado en una entrevista de Rac1.
Colau ha explicado que pudo hablar unos minutos con el Rey antes de comer y le trasladó que su negativa a acudir al 'besamanos' no era personal sino que pretendía reflejar el malestar de parte de la sociedad catalana por la actitud del monarca tras el 1-O.
"El Rey fue muy educado y, resumidamente, me dijo que su papel era defender la Constitución", a lo que ha explicado que ella le respondió que había "muchas formas" de defenderla.
Ha relatado que también saludó a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aunque no llegó a "hablar con detalle" con ella, y que no pudo hacerlo luego porque, pese a estar sentadas en la misma mesa, estaban a varios metros de distancia, ha dicho.


El personal del pabellón de Catalunya recibe al Rey con lazos amarillos

El personal del pabellón de Catalunya instalado en el Mobile World Congress ha recibido hoy esta mañana al rey Felipe VI con lazos amarillos en las solapas durante la visita que el monarca ha hecho con motivo de la inauguración del congreso. También la mayor parte de los altos cargos presentes llevaban el lazo de protesta por los presos políticos.
A diferencia del domingo, en que los altos cargos del Govern boicotearon la cena inaugural presidida por el monarca, esta mañana sí había representantes de la Generalitat en el recibimiento al monarca a la inauguración oficial del Congreso. 
Encabezaba la delegación el secretario general de presidencia, Joaquim Nin. También estaba el secretario de empresa, Pau Villòria, que lucía el lazo amarillo en la solapa. Lucía también el símbolo de protesta el secretario de Telecomunicaciones, Jordi Puigneró, -que no ha estado presente durante la visita del Rey, pero sí más tarde y ha mantenido una conversación con el ministro de Energía, Álvaro Nadal- así como el consejero delegado de ACCIO, Joan Romero.
Los funcionarios presentes en el pabellón, mayoritariamente ingenieros, han explicado que llevaban el lazo porque ya lo llevan habitual.
Por su parte, el secretario de Empresa ha querido dejar claro a El Nacional que su presencia hoy en la feria, después de que el domingo el Govern hizo boicot a la cena de inauguración del congreso, se debe al hecho de que aquel fue un acto protocolario pero hoy se trata de una cita de trabajo, muy importante para su departamento.

No te quieren, Felipe / Ramón Cotarelo *

Pero, ¿a quién se le ocurre? Solo a estos, tan necios que se creen sus propias mentiras. La primera de todas, la más evidente, la más palmaria: que el independentismo, el antimonarquismo, el republicanismo catalanes son cosa de cuatro elementos resentidos y antiespañoles. Bastará con descabezar (sic) a los líderes para que baje el suflé. Además son unos cobardes que se arrugan ante la justicia y se dan prófugos o presos. Es una mentira que, como el rinoceronte de Ionesco, acabará ocupando todo su ya escaso espacio mental.

Cualquiera diría que, con el recibimiento que ayer tributó Barcelona a Felipe de Borbón, esa mentira ha estallado como una pompa de jabón. Se presenta como el soberano que visita la colonia (tierra conquistada) a la que acaba de disciplinar por la violencia y se encuentra solo, junto a sus fieles servidores españoles, la vicepresidenta y el delegado del gobierno, de quien se dice que llevaba una corbata VERDE. 
Nada de representación institucional de los indígenas. Solo el ruido de una ciudad que no lo quiere y se lo dice. La regia mano se quedó sin besar salvo por la alcaldesa de L'Hospitalet. Luego, la cena, un suplicio, frente a un presidente del Parlament con el lazo amarillo en la solapa y que no tuvo el detalle de aplaudirle el discurso. Ese en el que se entrevé la amenaza de que, si no se le besa la mano (él lo llama "lealtad institucional"), el Congreso Mundial de Móviles se irá de Barcelona
 Hasta para las amenazas es lento. El director del Congreso ya había aclarado por la mañana que ellos piensan seguir en Barcelona, sin cuidarse poco ni mucho del rey porque es gente seria de negocios y va a dónde hay negocio y no donde solo hay arrogancia e ineptitud.

Pero no importa, esta gente incomprensible seguirá a lo suyo porque se creerán sus mentiras según las repiten sus medios: que hubo algo de cacerolada y enfrentamientos entre indepes y constituionalistas y numerosas muestras de apoyo y cariño al rey. Sus televisiones hablarán del triunfal recibimiento, darán las palabras del rey en close up y, si te he visto, no me acuerdo. Buena ocasión para que las redes se rían a mansalva de unos medios cuya función no es otra que mentir.

Lo que no pueden evitar estos genios es que las imágenes estén en las redes y en las noticias internacionales: muchedumbres abarrotando calles y plazas, contenidas por la policía que volvió a apalear, aunque de modo menos bestial que el 1-O, calles vacías por la noche, a la salida de la comitiva real, with the blue lights flashing across the night, ruido atronador de cacerolas, silbatos, pitos. Los mossos, que se emplearon a fondo, despejaban las calles, esto es, el suelo, pero no el vuelo y por las ventanas abiertas sonaban las sartenes y hasta el himno de Riego a todo volumen, con vivas a la República. 
Esas imágenes son ya virales, están en el hashtag #destronemlo. De minoría de cuatro iluminados, nada. Son las imágenes de un pueblo que no quiere al Rey, que ha estallado a fuerza de apaleamientos y humillaciones a manos de gentes corruptas e ineptas pero brutales que desconocen lo fundamentos mismos de la política democrática. Un pueblo que está haciendo una revolución de nuevo tipo, algo que los españoles, según se ve, sean de derechas o de izquierdas, son incapaces de entender.

Solo a ellos se les ocurre porque, además de creerse sus propias mentiras, tienen una idea de la realidad que no se parece en nada a la realidad. Como son oligarcas, señoritos y franquistas de toda laya, creen que se puede apalear a la gente impunemente; creen que el rey puede aplaudir el apaleamiento sin que pase nada; que se puede ir al juez a mentir, diciendo que no hubo apaleamiento, que los jueces puede llegar al delirio de sostener que los apaleados son culpables y responsables de su apaleamiento. No están bien de la cabeza. 

En todo caso, son peligrosos. Palinuro decía ayer que  "Todos, hasta el rey, saben que el rey va desnudo. Por fuera y por dentro. No entiende nada de lo que pasa. Ni por asomo. Está lleno de ira y despecho, con lo que cada vez se ciega más." Son, sí, peligrosos. Vete a saber qué darán ahora en tramar. Qué harán, ahora que el rey ha comprobado que quizá sea formalmente rey de Catalunya, pero no de los catalanes. 

Seguro, segurísimo que no se le ocurrirá pedir perdón por lo pasado, como le dice Puigdemont. Faltaría más. Su antepasado entró en Catalunya a sangre y fuego. Este ya ha derramado (y sigue derramando) la sangre; y el fuego, según se mire. Porque los catalanes harán cosas, pero los españoles son muy y mucho españoles. 

A lo mejor no son mentiras sino una incapacidad neurótica de entender la realidad.


(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

El vacío / José Antich *

El rey Felipe VI tuvo que hacerse acompañar de las autoridades del Estado durante su primera visita a Barcelona. Ese es, sin duda, el principal titular del vacío dispensado por las autoridades catalanas cuando llegó este domingo al Palau de la Música para presidir la cena de gala del congreso internacional de telefonía móvil. 

Si dentro del Palau fue el vacío, en el exterior del coliseo musical la noticia fueron las ruidosas protestas. Hasta diez calles adyacentes habían sido acordonadas por los Mossos d'Esquadra para impedir el acceso de los manifestantes al perímetro oficial. Tan solo la Via Laietana estaba despejada desde su acceso sur para que pudiera acceder sin problemas de tráfico la comitiva oficial. Vacío institucional, protestas en la calle y cassolada importante en muchísimos municipios de Catalunya para hacer evidente la protesta por la visita. Así transcurrieron las dos primeras horas de la estancia real en Barcelona.


Por si alguien tenía dudas, el clima de malestar expresado después del discurso del Rey del pasado 3 de octubre persiste de una manera importante en Catalunya. El espectacular operativo policial y las protestas así lo reflejan. Hay un antes y un después de aquel 3 de octubre, de la supresión de la autonomía en Catalunya, de la destitución del Govern y del exilio del president y cuatro consellers a Bruselas y la posterior entrada en prisión del resto del Ejecutivo catalán. 

Por no hablar de la prisión de los Jordis y las citaciones en calidad de investigados de varios cientos de alcaldes y la represión del referéndum del 1 de octubre. Ante todo ello, la Corona, lejos de cumplir un papel arbitral, ha tomado partido de una manera nada dudosa.


Las elecciones del 21 de diciembre han repetido la mayoría independentista y nadie parece haber asumido desde Madrid que las viejas recetas ya no valen. El discurso del monarca -10 párrafos en inglés, 3 en castellano y 3 en catalán- , ajeno a cualquier contingencia, pasó de largo de la situación política. Y no aparece ninguna referencia temporal en el texto, que bien pudiera ser el mismo que leyó la última vez. 

En la mesa presidencial, aunque no en el sitio que le tocaba, ya que estaba ostentosamente excluido de su posición, el president del Parlament, Roger Torrent, con lazo amarillo en la solapa, no aplaudió la intervención del jefe del Estado. Sí que lo hizo, en cambio, la alcaldesa Ada Colau, muy acostumbrada a hacer una cosa y la contraria al mismo tiempo. Desde Bruselas, el president Puigdemont había advertido por la mañana que el Rey sería bienvenido a Catalunya cuando pidiera perdón. Algo que obviamente no se produjo ni parece que se vaya a producir.



(*) Periodista y ex director de La Vanguardia


domingo, 25 de febrero de 2018

El Rey obvia el conflicto en una Barcelona que lo recibe blindada ante las protestas


BARCELONA.- El rey Felipe VI ha querido obviar la crisis política que se vive en Catalunya, con la suspensión de la autonomía y el encarcelamiento y exilio del Govern, durante su intervención esta noche en la cena de inauguración del Mobile. No obstante, nunca una visita del monarca se había visto rodeada del nivel de tensión que se ha vivido este domingo en una Barcelona blindada a raíz de las protestas que se podían escuchar perfectamente cuando el Rey ha llegado en el Palau de la Música, donde se celebraba la cena, y en medio de un contundente e inédito vacío institucional, según la versión de la visita real que publica El Nacional.

En la puerta no le esperaba ninguna autoridad catalana, sólo el delegado del Gobierno español, Enric Millo, y el ministro de Energia, Álvaro Nadal. Tampoco había representantes de las principales instituciones del país en el saludo protocolario. 
Sólo el Ayuntamiento de Hospitalet, con la alcaldesa Núria Marín. Ni el presidente del Parlament, Roger Torrent, que ha entrado directamente en el salón donde se hacía la cena, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han participado en el recibimiento. 
De hecho, Torrent, que lucía el lazo amarillo en la solapa, tampoco ha participado en el aperitivo previo, no se ha saludo con el Rey, ni ha aplaudido a Felipe VI cuando ha acabado su intervención.
La última visita del monarca fue con motivo de la manifestación posterior a los atentados de las Ramblas de Barcelona, que se vivió en medio de una fuerte protesta. Después de aquello, protagonizó un discurso al día siguiente del 1-O, condenando el referéndum y obviando las cargas policiales.
Este domingo, de nuevo, mientras Felipe VI hablaba en el Palau de la Música, las calles cortadas desbordaban de protestas, con enfrentamientos con la policía y caceroladas. Las protestas continuaban cuando ha abandonado el Palau, con las calles adyacentes llenas de manifestantes.
La ausencia de las instituciones catalanas se ha hecho evidente también en la mesa presidencial. A la derecha del monarca, se sentaba la vicepresidenta Soraya Sàenz de Santamaría, en frente el ministro de Energia, Àlvaro Nadal. 
Ningún representante del Govern de la Generalitat. El presidente del Parlament, en estos momentos primera autoridad de Catalunya, relegado a la derecha del ministro y a su lado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
La única referencia que se ha podido intuir sobre la situación catalana ha sido la de la alcaldesa que, en un breve saludo en inglés, ha explicado que este no ha estado un año fácil para Catalunya y ha subrayado que Barcelona es una ciudad de paz y defensora de la libertad de expresión y los derechos humanos. Colau ha sido la única representante catalana que ha intervenido.
El último parlamento ha sido el del Rey. El monarca, que ha saludado a Torrent antes que al ministro, no ha hecho ninguna referencia a la crisis con el Estado. La intervención se ha centrado en alabar el congreso del móvil como resultado de la cooperación entre instituciones. "La cooperación institucional con objetivos claros y en beneficio de todos es una clave evidente de este éxito", ha asegurado en catalán.
"Este mismo compromiso firme de nuestras administraciones, corporaciones y compañías tiene que ser siempre un propósito esencial porque este encuentro sigue consolidando de cara al futuro su proyección e influencia en todo el mundo; y lo hace desde aquí mismo, desde Barcelona, candidata para albergar el centro tecnológico europeo que desarrolle la tecnología 5G", ha asegurado.
El monarca ha reservado estas referencias a su parte de la intervención en catalán. El discurso ha sido mayoritariamente en inglés y una pequeña parte en castellano.
Mientras Felipe VI hablaba, las protestas continuaban en la calle.

Felipe VI llama a la cooperación Estado-Cataluña para conservar el «éxito continuado» del 'Mobile'

BARCELONA.- El Rey ha llamado hoy a mantener una "firme" cooperación entre el Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona "con objetivos claros y en beneficio de todos", para que esta ciudad prolongue su historia de "éxito continuado" como sede del Mobile World Congress (MWC).

En su primera visita a Cataluña desde hace seis meses, cuando asistió a la manifestación contra el terrorismo tras los atentados de Barcelona y Cambrils, don Felipe ha presidido la cena previa al MWC en el Palau de la Música, donde no han querido recibirle a su llegada ni el presidente del Parlament, Roger Torrent, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
En su discurso, Felipe VI se ha dirigido a los cerca de 200 invitados fundamentalmente en inglés, si bien con algunas frases en castellano y en catalán, idioma en el que ha subrayado que la cooperación entre el Gobierno de España, la Generalitat y el Ayuntamiento es "una clave evidente" del éxito logrado por la celebración del Congreso Mundial del Móvil en Barcelona desde 2006.
"Este mismo compromiso de nuestras Administraciones, corporaciones y compañías debe ser siempre un propósito esencial para que este encuentro siga consolidando de cara al futuro su proyección e influencia a todo el mundo; y lo haga desde aquí mismo, desde Barcelona, candidata para albergar el centro tecnológico europeo que desarrolle la tecnología 5G", ha añadido.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reivindicado este domingo la ciudad de Barcelona como sede del Mobile World Congress (MWC), de la que ha subrayado que es una ciudad de futuro, plural, de oportunidades para todos y que "defiende los derechos humanos".
Lo ha dicho en el acto de bienvenida del MWC en el Palau de la Música, en el que ha participado dando su apoyo institucional, aunque no ha participado en la recepción al Rey Felipe VI, que preside el acto, y tampoco le recibirá en la inauguración de la feria prevista para este lunes.
En la cena del acto de este domingo, la alcaldesa comparte mesa con Felipe VI; el ministro de Turismo, Energía y Agenda Digital, Álvaro Nadal; el presidente del Parlament, Roger Torrent, y el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, entre otros.