MADRID.- El Príncipe de Asturias
ha apostado hoy por una Comunidad Iberoamericana "cada vez más
consolidada y presente en el mundo" y ha animado a fomentar "la
concertación y la cooperación más estrecha" entre los países socios para
poder abordar con éxito los "grandes retos" actuales de la región.
Don Felipe y doña Letizia han presidido en la Casa de América una
cena de homenaje de despedida al primer secretario general
iberoamericano, Enrique Iglesias, a quien el Príncipe ha trasladado la
gratitud y un "saludo afectuoso" de los Reyes, al tiempo que ha
considerado cumplidos "con brillantez" los cometidos que le encomendaron
hace ocho años los Jefes de Estado y de Gobierno.
Asimismo, ha felicitado a su sucesora, la costarricense Rebeca
Grynspan, a quien ha deseado mucho éxito, convencido de que su tarea
"resultará en una Comunidad Iberoamericana cada vez más consolidada y
presente en el mundo", con la que España mantiene "en todo momento su
compromiso", en "permanente colaboración" con el conjunto de organismos
iberoamericanos.
"Hoy podemos decir, bien alto: 'Misión cumplida', Enrique", ha
proclamado el Heredero de la Corona, quien ha destacado la "inteligencia
y buen hacer" con la que ha contribuido "a que la voz de Iberoamérica
esté más presente en el resto del mundo", antes de recordar su condición
de "buen amigo de España" y de galardonado con el Premio Príncipe de
Asturias de Cooperación Internacional.
Además, ha ensalzado su contribución al progreso de las sociedades
iberoamericanas mediante la defensa no sólo de los valores de la
libertad, la democracia y los derechos humanos, sino también de "los
valores de la libertad de empresa".
Los ministros José Manuel García-Margallo (Exteriores), Educación y
Cultura (José Ignacio Wert) y Fomento (Ana Pastor) formaban parte del
centenar de asistentes a la cena, entre ellos los empresarios César
Alierta (Telefónica), Antoni Brufau (Repsol), Esther Alcocer (FCC), Juan
Miguel Villar Mir (OHL) y Matías Rodríguez Inciarte (Banco Santander),
así como numerosos diplomáticos iberoamericanos.
En nombre del Gobierno, Wert ha expresado el agradecimiento y el
reconocimiento del Ejecutivo al fomento del diálogo, el consenso, la
confianza y el entendimiento con que Iglesias, como "ingeniero de un
puente de oportunidades", ha contribuido de forma "extraordinaria" al
desarrollo económico y "la cohesión social" de Iberoamérica.
El presidente de la Casa de América, Tomás Poveda, ha leído durante
el homenaje un saludo de Rebeca Grynspan, en el que la nueva secretaria
general ha ensalzado el trabajo de su antecesor como "paciente tejedor
de acuerdos entre distintos", su capacidad para "apaciguar conflictos en
un mundo complejo" y sus contactos entre poderes públicos y privados
para propiciar inversiones.
Ante los desafíos que deberá acometer durante su mandato, Grynspan ha
llamado la atención sobre la necesidad de fortalecer la integración
entre pymes y los proyectos de colaboración de estas compañías con
grandes empresas.
Por último, ha subido a la tribuna el homenajeado para pronunciar
unas palabras de agradecimiento en las que ha recalcado la importancia
de la Comunidad Iberoamericana para la construcción de un mundo más
justo que requiere "enormes esfuerzos de concertación política y
acuerdos sociales" basados en la solidaridad, la tolerancia, la
participación y el equilibrio democrático.
Enrique Valentín Iglesias, uruguayo de origen asturiano, abandona a
la edad de 83 años la dirección de la SEGIB, una responsabilidad que
asumió desde la constitución de este organismo, en 2005, tras la Cumbre
de Salamanca, y para la que fue reelegido en la Cumbre de San Salvador
de 2008.
El Rey recibió el pasado 16 de diciembre en La Zarzuela a Iglesias,
quien fue galardonado en 1982 con el Premio Príncipe de Asturias de
Cooperación Internacional y, antes de hacerse cargo de la Secretaría
General Iberoamericana, fue ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay
y ejerció durante 17 años el cargo de presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID).
Su sucesora al frente de la SEGIB, la economista y política
costarricense Rebeca Grynspan, de 58 años, que fue elegida para el cargo
el pasado 24 de febrero en México, era hasta ahora secretaria general
adjunta de la ONU y administradora asociada del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD).