PALMA DE MALLORCA.- La Jefatura Superior de Baleares se ha volcado en la
investigación para identificar al autor del vídeo de la infanta durante
su declaración en los juzgados de Palma el sábado. La Policía
quiere intentar resarcirse tras el clamoroso fallo de seguridad que
permitió que una o varias personas introdujesen en los juzgados un
sistema de grabación.
Los investigadores ya han reducido a solo tres
nombres los posibles sospechosos de la audaz maniobra y en cuestión de
días, quizás de horas, esperan poder tener pruebas para acusar al
individuo o individuos que han ridiculizado el vasto dispositivo de
seguridad en el que intervinieron más de 200 agentes de élite de la
Policía, de los equipos de seguridad de Casa Real e, incluso, miembro
del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Según han confirmado fuentes de la investigación, entre
esos tres nombres están algunos de los letrados de los 41 imputados en
el 'caso Nóos'. La Policía, tras examinar concienzudamente el ángulo
desde el que fue registrada la espalda de Cristina de Borbón, ha llegado
a la conclusión de que esas imágenes, grabadas muy al principio de las
seis horas y media de interrogatorio de la duquesa, fueron tomadas desde
una zona de la sala en la que únicamente estuvieron letrados y un
reducido grupo de oficiales de Justicia. La Policía valora la
posibilidad de pedir autorización judicial para practicar registros en
algunos domicilios privados en busca de pruebas que confirmen la autoría
de esas imágenes.
Los investigadores buscan el dispositivo electrónico con el
que fue grabado el vídeo. Todas las fuentes consultadas subrayan el
"trabajo de profesionales" que supuso conseguir esas imágenes y apuntan a
algún tipo artilugio de última generación. Una minicámara que fue
escondida días antes en algún lugar del edificio de los juzgados de
Palma para recuperarla el mismo sábado tras pasar los arcos de seguridad
o algún tipo de tecnología indetectable en los exhaustivos controles a
los que fueron sometidas las más de 70 personas que entraron en la sala
de vistas.
Mandos del operativo de seguridad detallaron que todos los
objetos introducidos en el edificio fueron escaneados. Los agentes
obligaron a todos a dejar su tecnología a la entrada, aparatos que se
mantuvieron durante la jornada bajo custodia policial. No hubo cacheos,
pero quienes presenciaron la declaración fueron controlados manualmente
con detectores de metales corporales. Es más, efectivos de la Casa Real y
de la Policía analizaron uno a uno los relojes, bolígrafos, gafas,
collares, joyas o botones de gran tamaño que se introdujeron en la sala
para confirmar que no ocultaban cámaras. Los expertos insisten en que
cualquier dispositivo de grabación tendría que estar alimentado por una
batería, que habría tenido que ser localizada con los detectores
corporales.
El juez decano del Palma, Francisco Martínez, que ha dicho
sentirse "indignado" por la filtración y que ha ordenado abrir
diligencias, también apuntó a la alta tecnología. "O no pasó el arco o
era de tamaño ridiculísimo", ha explicado Martínez.
Por su parte, el juez del caso, José Castro, el mismo que
prohibió de manera tajante introducir cualquier dispositivo electrónico
en la sala y grabar en vídeo para evitar filtraciones, ha dicho que lo
ocurrido es «incalificable» y ha dicho tener "sospechas de quién puede
haber sido el autor" de la grabación, aunque no quiso dar más datos. En
cualquier caso, Castro no será el instructor de las diligencias penales
que ya se han abierto por revelación de secretos.
Los expertos de la Jefatura de Baleares ya tiene en su poder el vídeo
subido a ‘Wouzee’, la plataforma de internet para compartir archivos.
En ese vídeo se escucha, con ciertos problemas debido al ruido que
provocaban los manifestantes, algunas preguntas del inicio de la vista
realizadas por Castro. Y, sobre todo, se oyen las evasivas respuestas de
la hija del Rey, buena muestra de lo que sería el resto de su
declaración, plagada de respuestas vagas. "¿Antes de llegar al
matrimonio, me podría decir a cuántas fundaciones o asociaciones sin
ánimo de lucro ha pertenecido usted?". "No lo recuerdo", es uno de los
pasajes. "Usted debe saber que al constituir una sociedad mercantil con
su marido de ahí se desprende de hecho y de derecho una voluntad
inequívoca de que el dinero que se ingrese en esa sociedad sea de los
dos, ¿no?". "Desconozco la mecánica", contestó la imputada. "¿Recuerda
usted si el objeto social (de Namasté 97) era el asesoramiento técnico
en la elaboración de proyectos para la organización y promoción de
espectáculos deportivos?". "No me acuerdo". "¿Pero recuerda algún otro
que pudiera ser?". "Yo no recuerdo nada". "¿Puede decirnos con qué
finalidad se crea Namasté 97?". "No lo recuerdo, no lo sé", se escucha
en la grabación.