sábado, 12 de diciembre de 2020

El Rey Juan Carlos I insiste en volver en Navidad, pero la Zarzuela lo ve prematuro

 MADRID.- El Rey emérito insiste en volver a España por Navidad y regresar a Zarzuela. Sin embargo, la Casa Real considera su regreso prematuro y teme que perjudique a la Corona, según fuentes gubernamentales citadas este viernes por 'El País', algo en lo que coincide Moncloa.

Según recoge por otro lado 'El Mundo', Juan Carlos I ha dicho a sus amigos: "Yo salí de Zarzuela y quiero volver a Zarzuela". Más si cabe después de regularizar sus tarjetas opacas.

Según confiesa el entorno del Rey emérito a ese diario, esa frase no es ningún desafío a su hijo y al Ejecutivo, pero sí la aspiración a volver a instalarse en su residencia si Felipe VI está de acuerdo, algo que parece complicado.

El Rey emérito salió de España el pasado mes de agosto y reside desde entonces en Emiratos Árabes Unidos como huésped del jeque Mohamed Bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi.

Ahora nada impide a Juan Carlos I regresar a España, sin orden judicial en contra, pero su vuelta podría agravar una crisis institucional que podría dar aún más alas a algunos partidos como Unidas Podemos y ERC para desgastar la monarquía.

Mientras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido en las últimas horas la transparencia y llegar "hasta el final" en la investigación a Juan Carlos I, pero ha dejado, con rotundidad, que "la monarquía no está en peligro".

El jefe del Ejecutivo ha insistido en la necesidad de que la investigación al padre de Felipe VI no cese, pero respetando siempre los derechos que tiene como contribuyente.

Mientras, Unidas Podemos, formación con la que que comparte el Gobierno, cree que la monarquía "tiene un peligro serio de implosión" y considera que Felipe VI quizás debería comparecer ante los medios de comunicación y responder sobre los supuestos casos de corrupción de don Juan Carlos, pues lo considera vinculado a ellos.

Este jueves salió a la luz que la Fiscalía del Tribunal Supremo notificó formalmente el pasado mes de noviembre a la defensa del Rey emérito Juan Carlos I, que ejerce el despacho de Javier Sánchez Junco, la existencia de diligencias de investigación sobre posibles delitos derivados del uso por el ex monarca de tarjetas bancarias con fondos opacos. El dinero, según los investigadores, podría tener su origen en donaciones realizadas por el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.

Esta circunstancia, según confirman fuentes del Ministerio Público, será valorada por el equipo liderado por el fiscal de Sala Juan Ignacio Campos para determinar la validez de la declaración voluntaria hecha pública este miércoles por el Rey Juan Carlos I ante la autoridad tributaria, en la que ha abonado un total de 678.393,72 euros por lo dejado de pagar en impuestos correspondientes a los ejercicios 2016, 2017, 2018.

sábado, 5 de diciembre de 2020

Felipe VI cambia al jefe militar de la Casa del Rey tras pasar a la reserva


MADRID.- El actual jefe del Mando Aéreo General del Ejército del Aire, general Emilio Gracia Cirugeda, será el nuevo jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey en sustitución del almirante Juan Ruiz Casas, quien pasa a la reserva por cumplir el tope de permanencia que marca la ley para mandos de alta graduación.

Gracia Cirugeda, de 61 años y natural de Zaragoza, fue ayudante de campo cuando don Felipe era príncipe y atesora una amplia trayectoria en el Ejército del Aire.

El cambio del número tres de la Casa del Rey se hará efectivo el próximo día 10, cuando el Boletín Oficial del Estado (BOE) publique el decreto de cese de Ruiz Casas y el nombramiento de su sustituto, han informado a EFE fuentes militares.

Felipe VI mantiene la regla no escrita de rotar a su responsable militar entre los tres ejércitos, después de que los dos últimos hayan sido de la Armada y de Tierra.

La Constitución reserva al monarca la competencia de nombrar "libremente" a los miembros civiles y castrenses de su equipo.

La sustitución coincide en el tiempo con la controversia generada por la carta enviada a don Felipe por 73 altos mandos retirados del Ejército de Tierra en la que aseguran que la "cohesión nacional" está en grave riesgo con el actual Gobierno "social-comunista, apoyado por filoetarras e independentistas".

A ella se ha unido un chat de un grupo de militares que ya no están en el Ejército en el que hablaban de "pronunciamientos" y de "fusilar a 26 millones de españoles", lo que el Ministerio de Defensa ha puesto en manos de la Fiscalía por si podría ser constitutivo de algún delito.

Desde la Casa Real subrayan que el cambio del jefe del Cuarto Militar no guarda ninguna relación con esta polémica y obedece únicamente a que debe pasar a la reserva al cumplir el período máximo de diez años que la legislación fija para quienes tienen rango de oficial general.

En el caso de Ruiz Casas, de 62 años, ascendió a contralmirante el 10 de diciembre de 2010 a propuesta de la entonces ministra de Defensa Carme Chacón.

Promovido a almirante hace tres años, asumió la jefatura del Cuarto Militar el 23 de julio de 2014, apenas un mes después de la proclamación de Felipe VI, en sustitución del general de Tierra Antonio de la Corte, quien también pasó a la reserva después de ejercer cuatro años el cargo.

El Cuarto Militar es una de las tres patas sobre las que se asienta la estructura de la Casa del Rey, junto a la Jefatura y la Secretaría General, y que conforman el personal de alta dirección de la institución.

Su principal cometido es preparar las actividades militares de los miembros de la Familia Real y servir de enlace con el Ministerio de Defensa.

De él depende la Guardia Real, la unidad que da escolta al rey y a la Familia Real, así como a los jefes de Estado extranjeros cuando visitan España.

También tiene a su cargo al equipo de ayudantes de campo, integrado por nueve militares de los tres Ejércitos y la Guardia Civil que asiste de forma permanente al monarca y también a la reina en sus actividades oficiales.

El del jefe del Cuarto Militar no es el primer cambio que Felipe VI afronta en su núcleo duro desde que comenzó su reinado.

Al margen del nombramiento de Ruiz Casas al poco de llegar al trono, designó en marzo de 2015 a Beatriz Rodríguez Alcobendas como interventora para dirigir la supervisión de las cuentas de Casa Real tras la jubilación de Óscar Moreno Gil.

Rodríguez Alcobendas es la única mujer que forma parte de los once altos cargos de la Casa del Rey que encabeza Jaime Alfonsín.

En diciembre de 2017, promovió al coronel de la Guardia Civil Miguel Herráiz como jefe del Servicio de Seguridad tras el fallecimiento de José María Corona.

Herráiz ya formaba parte del equipo de seguridad del Palacio de la Zarzuela.

Aunque sin pertenecer al equipo directivo, también se relevó al responsable de los servicios médicos de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano, al ascender a general de brigada del cuerpo militar de Sanidad en junio de 2018.

Felipe VI optó igualmente por la continuidad al asignar el cometido a Juan Manuel Martínez Pérez, quien formaba parte del plantel médico del Palacio de la Zarzuela desde hacía varios años.

lunes, 16 de noviembre de 2020

El Rey emérito niega contar con una fortuna oculta en Jersey y ve más difícil su vuelta a España


MADRID.- El Rey Juan Carlos I ha negado ser propietario de una supuesta fortuna oculta en la isla de Jersey, al tiempo que ha rechazado haber movido dinero fuera de España en fechas recientes, según una información que publica este lunes el diario El Mundo.

Según el periódico, durante la última semana el Rey emérito ha trasladado a su entorno más próximo que no es el propietario de ningún vehículo financiero con sede en las Islas del Canal de la Mancha y que bajo ningún concepto ha ordenado movimientos bancarios con fondos fuera de España en plena investigación de la Fiscalía del Tribunal Supremo.

El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) ha descubierto recientemente una supuesta "fortuna oculta" del Rey emérito radicada en la isla de Jersey.

Don Juan Carlos ha asegurado a personas próximas que está "deseando" regresar a España, si bien su entorno cree que la investigación dificulta sus planes de volver ya, según "El Mundo".

En este sentido, el monarca ha trasladado a su entorno más cercano su "estupefacción" al conocer el contenido de la alerta del Sepblac y no baraja ninguna regularización porque, según dice, ese dinero oculto "no es suyo".

A raíz de este informe de inteligencia financiera del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Moneratias (Sepblac) que presuntamente vincularía al monarca, la Fiscalía ha abierto una tercera vía de investigación al Rey emérito, que se suma a otras dos abiertas anteriormente, una de ellas por el caso de presuntas comisiones en la adjudicación de la construcción del AVE a la Meca.

La Fundación Zagatka, la sociedad que presuntamente utilizó Juan Carlos I para ocultar el cobro de comisiones ilegales y que dirigía su primo Álvaro de Orleans, recibió en 2008 cinco transferencias de origen desconocido en una cuenta en Suiza y que se usaron para pagar gastos del Rey emérito. 

El dinero, que llegó en cuatro ingresos de 250.000 euros y un último de 5,5 millones, quedó depositado en una de las ocho cuentas que llegó a tener Zagatka en Credit Suisse, según recogen varios documentos de la entidad financiera a los que ha tenido acceso El Confidencial.

Pese al volumen de estas cinco entradas de capital, Credit Suisse no efectuó indagaciones de ningún tipo, aunque en 2015 terminó invitando a la fundación a cambiar de banco. A partir ese momento, la sociedad, constituida en Liechtenstein en 2003 por Álvaro de Orleans-Borbón, pasó a trabajar exclusivamente con otra entidad con sede en Ginebra, Lombard Odier.

La primera transferencia se produjo el 26 de marzo de 2008, lo que permitió elevar el saldo de Zagatka que estaba a punto de entrar en negativo. Dos días después llegó una segunda transferencia de 250.000 euros. Los activos líquidos del depósito subieron hasta los 505.039 euros, pero bajaron en las horas siguiente porque fueron invertidos en un fideicomiso del que solo consta su denominación interna (F-00004).

La operativa se repitió cuatro meses después, y cuando apenas quedaban 692,3 euros en la cuenta, Zagatka recibió otras dos aportaciones de 250.000 euros.

El dinero volvió a salir un día después de la entrada y los 500.000 euros fueron enviados al mismo fideicomiso.

La mayor entrada de dinero se produjo el 11 de diciembre de 2008, 5,5 millones de euros que ni el responsable del pago, ni Zagatka ni el banco declararon su origen.

Como las otras veces, los 5,5 millones salieron del depósito rápidamente y en los cinco días siguientes se destinaron a la compra de acciones de grandes empresas cotizadas en hasta seis operaciones distintas. El encargado de ejecutarlas fue Arturo Fasana, investigado por blanqueo en el caso Gürtel.

El histórico de la cuenta revela además que estos fondos se mezclaron con otros que también están bajo sospecha como el ingreso de un cheque de 4,6 millones de dólares en 2009, aunque en esa ocasión Credit Suisse anotó al menos el supuesto motivo de la transferencia.

Según explicó Álvaro de Orleans al banco, la constructora OHL le pagó esa cantidad por un trabajo de asesoría en el desarrollo urbanístico de Mayakobá, un resort de lujo en plena Riviera Maya mexicana que el grupo de Juan Miguel Villar Mir vendió en 2016 por 470 millones de euros.

Los investigadores consideran que el verdadero beneficiario de Zagatka es Juan Carlos I y desde las cuentas de la fundación se pagaron facturas de vuelos privados del monarca, estancias en hoteles y regalos. La documentación del banco también refleja retiradas de efectivo por importe de 100.000 euros.

El fiscal de Ginebra que investiga cuentas presuntamente vinculadas al Rey emérito en Suiza interrogó en octubre de 2018 a Álvaro de Orleans sobre la procedencia de esos ingresos, de los que dijo que no recordaba los detalles.

martes, 10 de noviembre de 2020

Siete días han mostrado a la opinión pública que el Rey emérito parece haber seguido un ritmo de vida de mucho dinero


 MADRID.- El hallazgo de que el Rey emérito tenía en 2018 una cuenta en Suiza con casi ocho millones de euros es el último eslabón de una cadena que no se sabe cuándo acabará y que apunta a que Juan Carlos I amasó un enorme patrimonio y llevó un lujoso estilo de vida.

La Fiscalía ha puesto sus ojos en una fortuna que se relaciona con tres diligencias fiscales: la de las comisiones del AVE a La Meca, la de los presuntos pagos que le abonó el millonario mexicano Allen Sanginés-Krause a través de un testaferro y la investigación de 10 millones depositados en la isla de Jersey.

La sucesión de informaciones sobre algunas de estas prácticas, aparentemente habituales, comenzó hace una semana. Siete días que han mostrado a la opinión pública que el Rey emérito parece haber seguido un ritmo de vida de mucho dinero, viajes ostentosos y hoteles de cinco estrellas. Incluso su nieta Victoria Federica participó en competiciones hípicas con una yegua valorada en 10.000 euros, un presunto regalo del magnate mexicano.

3 de noviembre

El empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, uno de los hombres más ricos de México, sufragó presuntamente durante años decenas de gastos del rey Juan Carlos y otros miembros de la familia real. Ni los pagos ni el disfrute de los propios fondos fueron declarados a la Agencia Tributaria por el monarca ni el resto de los supuestos beneficiarios del dinero, según pudo confirmar El Confidencial el pasado 3 de noviembre.

Los movimientos permanecieron ocultos hasta 2019, cuando llegó una pista a la Fiscalía Anticorrupción y esta decidió abrir diligencias secretas al apreciar indicios de delito. Entre las facturas de la Casa Real que fueron financiadas por el industrial, hay tratamientos médicos, estancias en hoteles, restaurantes, clases y viajes. Para ello, el Rey emérito utilizó presuntamente a Nicolás Murga, un coronel del Ejército del Aire que trabajaba para Zarzuela, con el fin de ocultar su conexión económica con el empresario mexicano.

5 de noviembre

Dos días más tarde, aparecía sobre la mesa el nombre de la Fundación Zagatka, la mercantil de Liechtenstein que supuestamente utilizó el Rey emérito desde 2003 para canalizar el cobro de comisiones ilegales astronómicas. Las pesquisas de Anticorrupción se centraron en los gastos de Juan Carlos I y otros miembros de la familia real que fueron sufragados de forma irregular durante años por Sanginés-Krause.

Esta fundación, una entidad dirigida por uno de sus primos, Álvaro de Orleans-Borbón, recibió el 9 de junio de 2009 en una cuenta del banco Credit Suisse de Ginebra una comisión de 4.689.930 dólares (unos 3,3 millones de euros al cambio de la época) por una supuesta labor de asesoría en el desarrollo de un resort en Playa del Carmen, en plena Riviera Maya mexicana, según documentos sobre la fortuna opaca del monarca a los que tuvo acceso El Confidencial.

7 de noviembre

Esta investigación llegó a la conclusión de que el rey Juan Carlos habría utilizado a tantos testaferros que algunos de sus gastos fueron pagados por duplicado por falta de entendimiento entre ellos. Dos correos electrónicos de marzo de 2015 muestran la falta de entendimiento entre el primo del monarca y el empresario mexicano. El primero de ellos fue enviado a las 18:09 del 23 de marzo de 2015 por la jefa de recepción del hotel The Connaught, un establecimiento de gran lujo situado en el exclusivo barrio londinense de Mayfair. Un segundo correo remitido al día siguiente, el 24 de marzo de 2015, a las 10:51, confirmaba que la secretaria de Álvaro de Orleans tramitó el reembolso.

Además, el pasado día 7, la Fiscalía anunció la apertura de unas nuevas diligencias sobre la existencia de 10 millones de euros en una estructura financiera opaca radicada en la isla de Jersey. Tal y como avanzó el diario 'El Mundo', una serie de movimientos recientes activó el radar del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac).

8 de noviembre

El escándalo continuaba en la Zarzuela, tras descubrir que la yegua con la que Victoria Federica de Marichalar Borbón, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, consiguió debutar como amazona en 2016 había sido sufragada durante años por el industrial mexicano Allen Sanginés-Krause. El animal fue adquirido en 2015 a la cuadra española Maihorses, especializada en el comercio de caballos. La fecha es importante, porque los hechos se habrían producido tras la abdicación del monarca en 2014. A partir de ese momento, dejó de ser inviolable y podría ser acusado, por tanto, de posibles delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.

Sin embargo, fue meses antes cuando comenzaron a hacerse públicos indicios del vasto patrimonio que, presuntamente de forma opaca, amasó el Rey emérito. Por un lado, la Fiscalía empezó a seguir el rastro de las comisiones derivadas de la adjudicación del proyecto del AVE a La Meca a un consorcio de empresas españolas. Por otro, la publicación de informaciones que revelaban un opulento estilo de vida, como las que se referían a varios terrenos en Marruecos y casas en Suiza, según revelaron a El Confidencial fuentes jurídicas. Además de las de Marruecos, unos terrenos en Marrakech supuestamente procedentes de una donación, se encuentran bajo sospecha viviendas en Suiza que podrían haberse adquirido con parte de esos 100 millones de dólares regalados en 2008 al Rey emérito por Arabia Saudí. 

Igualmente, salió a la luz el documento que incriminaba directamente al rey Juan Carlos. Un acta secreta de marzo de 2011 que implicaba al emérito en la gestión de la sociedad instrumental que recibió los 64,8 millones de euros del rey de Arabia Saudí. Los estatutos de la sociedad panameña utilizada para controlar el dinero, Lucum Foundation, contienen la rúbrica del Rey emérito en sus tres páginas y lo sitúan como “primer beneficiario” de los fondos. También implican a Felipe VI, que aparece como “segundo beneficiario” de la fortuna, según recoge el documento, al que tuvo acceso este periódico.

Además, en otro documento de agosto de 2018, Juan Carlos I reiteraba que la donación de 76 millones de dólares entregada seis años antes a Corinna Larsen era "irrevocable" y que su amante no actuó nunca como su testaferro. La misiva, que también fue consultada por El Confidencial, fue remitida al abogado Dante Canonica coincidiendo con los inicios de esta investigación.

En la carta, remitida en francés y firmada a mano, el Rey emérito confirma al abogado que Larsen no manejó fondos en su nombre. Tres breves párrafos que le sirven, de acuerdo con esta investigación, para tratar de desactivar la existencia de indicios de blanqueo y de un movimiento posterior de cantidades económicas por orden suya.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Herman Matthijs: "La monarquía española es un caso especial"


BRUSELAS.- Herman Matthijs, profesor de Administración Pública de la Universidad de Bruselas, estudia los modelos de Estado monárquico y republicano en Europa. Ha llegado a la conclusión de que las repúblicas son más transparentes y más baratas que las monarquías, aunque de ambas hay de todo tipo, como en la viña del señor. El académico cree que Felipe VI se mantendrá si marca distancias de su padre, quien personalizó la institución durante cuatro décadas y se legitimó en 1978 con el referéndum constitucional (87.78% de apoyo del 58.97% del censo electoral). En cuestión de imagen, "las monarquías europeas son más sexies que las repúblicas". Eso dice.

¿Cuáles son los principales factores que han facilitado la continuidad de la monarquía en algunos países europeos?

Cada una tiene sus particularidades, no obstante, las que aguantan es porque tienen el apoyo de los ciudadanos por razones políticas o históricas.

Solo seis de los 27 miembros de la Unión Europea son monarquías. ¿Podrán sobrevivir en una Europa cada vez más armonizada?

Si Europa sigue el modelo de EEUU tendrá un presidente con poder político, pero no veo ningún signo de seguir ese camino, al menos, a corto plazo.

Los monárquicos aducen la continuidad y la estabilidad que aporta al sistema como las mayores ventajas de la institución. No es el caso de la española, reinstaurada en el siglo XX. Si en sus orígenes todas venían de Dios, ¿puede una monarquía ser contemporánea o es una contradicción consigo mismo?

Cada una tiene sus particularidades, no obstante, las que aguantan es porque tienen el apoyo de los ciudadanos por razones políticas o históricas.

Solo seis de los 27 miembros de la Unión Europea son monarquías. ¿Podrán sobrevivir en una Europa cada vez más armonizada?

Si Europa sigue el modelo de EEUU tendrá un presidente con poder político, pero no veo ningún signo de seguir ese camino, al menos, a corto plazo.

Los monárquicos aducen la continuidad y la estabilidad que aporta al sistema como las mayores ventajas de la institución. No es el caso de la española, reinstaurada en el siglo XX. Si en sus orígenes todas venían de Dios, ¿puede una monarquía ser contemporánea o es una contradicción consigo mismo?

La monarquía española es un caso especial, creo que no hay ninguna otra de instaurada en el siglo XX aparte de Grecia que acabó aboliéndola.

Los españoles hemos asociado democracia con la monarquía de Juan Carlos I –muchos se denominaban juancarlistas en lugar de monárquicos-. Ahora que el rey emérito ha huido al desierto acusado de corrupción, ¿cree usted que la institución continuará con Felipe VI?

¿Por qué no tiene que continuar? Los problemas del padre no tienen nada que ver con el hijo. El escándalo lo protagoniza el padre, que no es el jefe del Estado.

Ha sido la Fiscalía suiza la que ha comunicado a los españoles que Juan Carlos I guarda dinero allí. ¿Qué dice eso de las instituciones españolas y del control sobre la jefatura del Estado?

No sé…ni tampoco sé si la Fiscalía suiza podrá juzgarlo, y ¿si lo llaman a declarar y se presenta o no se presenta, qué pasará?

Según Forbes y The New York Times el rey emérito, y comisionista, ha acumulado una fortuna de 2.000 millones de euros. A Corinna Larsen le regaló 65 millones por ser su amante. ¿Cree usted que la arena del desierto acabará tapando el escándalo?

Si esas cifras son ciertas, es mucho dinero. No está muy claro en qué se basan esas cantidades. Si los periodistas americanos saben lo rico que es el rey; los políticos españoles deberían saberlo también. ¿Por qué los medios españoles, los partidos políticos y los gobiernos conservadores y socialistas no han tocado el tema en cuatro décadas.

¿La perpetuidad de las familias reales las hace más propicias a la corrupción que el plazo limitado de los presidentes de república?

La diferencia radica en el poder político y/o la influencia que se les otorga.

Las repúblicas europeas cuestan desde tres millones al año de la irlandesa con 27 funcionarios a la italiana de 224 millones con 731 empleados. Las monarquías van desde asignaciones, que no constituyen todo el coste, de siete millones para la sueca hasta 85 millones para la británica que ya no está en la UE. ¿En general qué institución es más barata y más transparente?

Las repúblicas son más baratas y más transparentes. En mi estudio he concluido que la República francesa, la única con poder político, es la más transparente en cómo se gasta el dinero de sus presupuestos oficiales; la monarquía española es la más opaca, pero cerca de otras.

¿El hecho de que la española es la más opaca ha posibilitado que el jefe del Estado hacinase su fortuna?

No sé si esta es la razón, pero ni gobiernos conservadores ni socialistas le han controlado.

¿Si devolviese el dinero podría restablecer su prestigio o Felipe VI ha heredado la institución tiznada?

Sólo el Gobierno de Pedro Sánchez puede resolver esta encrucijada en torno al dinero; cuánto y de quién es. Felipe no está manchado, tiene que marcar distancias de su padre para no correr peligro.

A pesar de que el referéndum del 78 aprobó el sistema monárquico con Juan Carlos I, hay indicios de que ha abusado de su cargo. ¿No es suficiente prueba para que se legitime de la única manera posible que es a través de un referéndum?

Sí, pero eso solo lo puede decidir el Gobierno y el Parlamento; no sé si hay mucho apetito para ello en estos momentos.

Basada en biología y familia, carente de democracia, la monarquía tiende a generar ruidos y escándalos ajenos a las republicas. ¿Cree que un sector de los medios las apoya porque le son beneficiosas?

Claro que sí. Todas estas nuevas reinas; la de España, Bélgica, Holanda o la futura de Dinamarca proyectan una imagen de guapura y sensacionalismo que no surge de la presidencia alemana o italiana. Para decirlo de otro modo: las monarquías son más sexies que las repúblicas. Coge una portada de Hola! o ABC y comprueba.

Usted es belga. A menudo la monarquía belga se pone de ejemplo de unión de dos tradiciones, la flamenca y la valona. ¿Está de acuerdo?

No; soy flamenco. Las diferencias en el país son un problema para la monarquía, no une. El norte y el sur; flamencos y valones y un rincón que habla alemán. La monarquía no contribuye a la unificación, pero la república tampoco lo haría.

 

https://m.publico.es/entrevistas/4610190/herman-matthijs-la-monarquia-espanola-es-un-caso-especial/amp

martes, 22 de septiembre de 2020

El Gobierno veta la presencia del Rey en un acto de entrega de despachos a los jueces en Barcelona


 MADRID.- Es una cita a la que nunca falta el Rey. O faltaba. El acto de entrega de despachos a la nueva promoción de jueces. Una cita que se celebra en Barcelona -salvo el año pasado, que se hizo en Madrid- y hasta donde se ha desplazado Felipe VI desde que accedió al trono. Este año no acudirá. No presidirá el acto. Según ha informado el Consejo General del Poder Judicial, la entrega, que se celebra el viernes, será presidida por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes en vez de hacerlo el monarca.

Fuentes del órgano de gobierno de los jueces consultadas por El Mundo, aseguran que desde el CGPJ se invitó como todos los años al jefe del Estado al acto solemne de la entrega de despachos. Según estas mismas fuentes, en un primer momento Zarzuela confirmó la asistencia y el acto se organizó siguiendo el protocolo marcado por la Casa del Rey pero, posteriormente, se produjo una segunda comunicación, esta última "hace unas horas", donde se informó a la institución que preside Lesmes de que el Rey finalmente no acudiría al acto de Barcelona.

De hecho, pasadas las 14 horas de este martes, la jefa de gabinete del presidente ha remitido un mensaje a los vocales en nombre de Carlos Lesmes donde se recoge lo siguiente: "Queridos vocales y secretario general, me dirijo a vosotros en estas líneas para comunicaros lamentablemente que Su Majestad el Rey no podrá acompañarnos en el acto de entrega de despachos a la LXIX promoción de la carrera judicial, el próximo viernes 25 en Barcelona, como estaba inicialmente previsto". 

Todas las miradas sobre la exclusión del Rey de este acto están puestas en Moncloa como cesión a las fuerzas independentistas. Cabe recordar que los actos del Monarca son, por un lado refrendados por el Ejecutivo como recoge la Constitucion, y que tanto la presencia en un acto como las palabras que pronuncia son supervisadas y coordinadas con el Gobierno, con quien, de forma general, se acuerda todo. Es más, en su presencia o desplazamiento la última palabra suele ser del Ejecutivo. Y las fuentes consultadas señalan que si Zarzuela confirmó su asistencia, sólo una decisión del Gobierno puede revertir la misma, si no obedece a causas de fuerza mayor.

Salvo en 2019, cuando se justificó su traslado a Madrid al cumplirse el 25 aniversario, el acto de entrega de despachos, que preside el Rey y la cúpula del Poder Judicial, ha tenido lugar en Barcelona desde 1987 al ser la ciudad donde está situada la Escuela Judicial en la que se forman los jueces de España. Esta decisión que se atribuyó a Lesmes, en un intento de no enfrentarse con el Gobierno de Pedro Sánchez, le costó graves críticas internas al presidente del Tribunal Supremo.

Según detalla en una nota de prensa del Poder Judicial, al acto está prevista la asistencia del presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo; y la fiscal general del Estado, Dolores Delgado; además de la de los vocales del CGPJ; el presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, Jesús María Barrientos, y otras autoridades judiciales. Pero no del Rey.

Pese a que el CGPJ asegura que se confirmó la asistencia del monarca a la entrega de despachos, la Casa del Rey sostiene que el citado acto no llegó a estar contemplado en la agenda de previsiones de actos oficiales, según las fuentes consultadas por este diario. Un hecho llamativo, toda vez que la asistencia del Rey de España ha sido norma habitual. 

En todo caso, su ausencia no sería una decisión de última hora, pues en las previsiones que Zarzuela publica los viernes no figuraba su asistencia a la entrega de despachos. De hecho, este día no figuraba -y no ha habido variación alguna de agenda- ningún acto de ningún miembro de la Familia Real. La agenda semanal del Rey concluye el jueves con una visita a la sede del Tribunal de Cuentas.

La Mesa del Congreso tumba la propuesta para delimitar la inviolabilidad del rey

MADRID.- La Mesa del Congreso ha rechazado este martes, gracias a los votos de PSOE, PP y Vox, la proposición de ley de Más País-Equo y Compromís para delimitar la inviolabilidad del rey. Así lo ha anunciado el secretario segundo del órgano y diputado de En Comú Podem, Gerardo Pisarello, que ha denunciado que el veto llega "sin ningún fundamento jurídico sólido y 47 días después de la marcha de Juan Carlos I" a Emiratos Árabes Unidos, según la crónica de Público.

Las tres formaciones que impulsaron la reforma buscaban delimitar el artículo 56.3 de la Constitución con el objeto de acotar los actos que el rey ejecuta como jefe del Estado y diferenciarlos de los que lleva a cabo como "persona privada" y, por ello, "no inviolable". Según ha apuntado Pisarello, la justificación de la Mesa para rechazar la proposición de ley es que su contenido era de "dudosa constitucionalidad".

"La Mesa del Congreso no es el Tribunal Constitucional. Solo en muy pocas ocasiones puede inadmitir una propuesta por su dudosa constitucionalidad. Debe admitirla, y luego el Tribunal Constitucional debe decidir si va en contra de la Constitución. No es posible que la Mesa acabe actuando como si fuera el ala monárquica del Constitucional", ha defendido Pisarello.

El secretario segundo del órgano de gobierno de la Cámara ha lamentado los sucesivos vetos que el Congreso ha impuesto a a hora de debatir sobre los escándalos de la monarquía, y ha alertado sobre el riesgo de limitar de esta manera la acción de control parlamentaria que, a su juicio, debería existir sobre la Corona.

"Este es el enésimo ataque al derecho del Parlamento y de la ciudadanía a poder controlar a la monarquía como se controla a otras instituciones. Si las Cortes no pueden investigar a la monarquía, si no pueden preguntar sobre las actuaciones supuestamente irregulares... ¿En qué queda convertida la monarquía parlamentaria? ¿Cuál es el papel del Parlamento? ¿El Parlamento debe callar?", se ha preguntado el diputado.

"Tiene todo el sentido que el Congreso pueda debatir cuáles son las limitaciones de la inviolabilidad de la monarquía. No puede entenderse como una inviolabilidad absoluta e incondicionada tratándose de un ex jefe del Estado", ha añadido Pisarello.

El secretario segundo de la Mesa del Congreso se ha referido a la encuesta que una plataforma de 16 medios independientes, entre los que se encuentra Público, ha puesto en marcha sobre la monarquía y las preferencias sobre la forma de Estado: "Han tenido que ser los medios de comunicación los que están financiando ahora una encuesta para preguntar sobre este asunto". Que la propuesta alcanzara los fondos suficientes en un solo día para poder llevarse a cabo es para el diputado un síntoma de la necesidad ciudadana por pronunciarse acerca de esta cuestión.

"Si esta encuesta arroja a la luz datos de alta deslegitimación de la monarquía, el señor Tezanos debería dimitir por perder profesionalidad en esta materia", ha defendido Pisarello, en referencia a que el Centro de Investigaciones Sociológicas lleva más de cinco años sin incluir valoraciones sobre la monarquía en sus barómetros. En su útima comparecencia en el Congreso, el presidente del órgano, José Félix Tezanos, defendió que no se incluía una valoración sobre la monarquía en los estudios porque la información "no era muy útil".

domingo, 30 de agosto de 2020

La monarquía española vista desde afuera / Irene Prüfer Leske *

Hace tiempo que me interesa este tema observando con estupor al Rey Juan Carlos I y todo lo que se discute en este momento respecto a la monarquía.

No soy votante del partido Podemos ni simpatizante.

Siendo de origen alemán vivo desde la muerte de Franco en España y soy española de adopción desde 1983. Trabajé en España desde que vine en 1975 y voto cuando debo dar mi voto y pienso que tengo derecho a opinar.

La única, primera y última vez que pude votar en Alemania voté a Willy Brandt y lo admiré cuando él renunció salpicado por el “Affaire Guillaume”. Luego he vivido varias dictaduras militares en Argentina y el régimen de terror de López Rega y Isabelita hasta el 1975.

He sido educada en los colegios de la República Federal de Alemania con enseñanza en Educación democrática y he participado en el movimiento estudiantil del 68/69 en la Universidad de Heidelberg intentando sacar a viejos nazis que permanecían como profesores en las Universidades.

Cuando hubo el intento del golpe de 28F del 81 se difundió la imagen de Juan Carlos I “defendiendo” la democracia que hoy día se le atribuye como el mayor mérito. Yo pensaba entonces y sigo pensando “¿Qué otra cosa se podía haber defendido? ¿Un régimen militar? En aquel momento España dentro de una Europa llena de democracias muy consolidadas desde hacía décadas, España con aspiraciones a ingresar en la UE? ¿Que otra cosa podía defender?

Hasta hoy día me ha parecido ridículo atribuir a Juan Carlos el solo hecho de haber “defendido la democracia”. Teniendo en cuenta la elasticidad total de este término. “Democráticos” se llaman hoy día cualquier nuevo y antiguo estado dictatorial de África o Asia, incluso existía en aquel momento la República Democrática de Alemania bajo el régimen comunista más atroz y sangriento. 
 
Así que la palabra “democrático” es en muchos casos un decir. Y Juan Carlos ha demostrado cual era su inclinación verdadera: la amistad con los Estados Árabes que no defienden precisamente los valores de una verdadera democracia.

Lejos de estar con los valores democráticos, Juan Carlos lo ha demostrado en su vida privada, un machista a la vieja usanza que se permite cualquier libertad en su matrimonio bajo el manto de la mentira fingiendo tener una familia ejemplar e intacta. Con el visto bueno de una mujer totalmente sumisa sin aparente opinión propia.

Se dice que “se defiende en este momento la monarquía en este país” y “no se juzga o se critica a la institución sino a una persona”. Ahora bien, la monarquía como institución se basa exclusivamente en lazos familiares y por lo tanto en personas. No es una institución como el gobierno o instituciones benéficas o jurídicas que se deben basar en ideas democráticas, convicciones y programas. Como tal votamos al gobierno según las ideas y los programas que exponen en cada fase electoral y observamos su cumplimiento. Como ente abstracto no entiendo qué tengo que ver yo como ciudadana con la monarquía. Si defiendo a la monarquía tengo que defender en este momento a Felipe y su “ejemplaridad”. En esto tengo que creer. 
 
Sin embargo, me parece que también Felipe ha sabido desde siempre de las andanzas de su padre y de su cuñado y de otros de la familia real. No en vano Letizia se ha distanciado de su cuñado y de Juan Carlos I. Y si no fuese por Letizia, ¿Felipe actuaría de la manera que actúa? ¿Qué programa tiene Felipe? 
 
Según mis observaciones, su máximo interés es la permanencia de la Corona en España y la promoción de la Infanta Leonor para ser la futura reina? Tal se ha visto poniendo en primer lugar a su hija en la última entrega de los galardones “Princesa de Asturias” anteponiendo su figura ante todos los galardonados. ¿Tengo que apoyar esto? Si no es así, ¿Qué razones y argumentos entonces me atraen de la monarquía?

En Alemania el homólogo al rey es el Bundespräsident cuyo cargo es elegible y renovable cada 5 años. El Bundespräsident tiene obligaciones representativas y debe ser una persona respetada y de prestigio y de trayectoria intachable. En el año 2010 fue elegido Christian Wilhelm Walter Wulff como el presidente más joven de la RFA. Pero fue investigado en 2012 por supuestos casos de corrupción y de tráfico de influencias. 
 
Dimitió en seguida y fue absuelto en 2014 de todos los cargos como p.ej. invitaciones por parte de personas influyentes, crédito favorable para su mujer etc. También es conocido el caso del ministro de Defensa Karl-Theodor Zu Guttenberg, que renunció después de haber sido investigado por el plagio en su tesis doctoral.

La cultura del suicidio, de la renuncia y dimisión en caso de cometer errores o en relación con personas de su entorno como hemos visto en el caso de Willy Brandt, es inherente en la cultura alemana igual que la autocrítica y la autoinculpación.

Mucha gente se pregunta ¿Por qué no renunció Juan Carlos antes, por qué no devuelve el dinero transferido a testaferros y paraísos fiscales? Por qué no se divorció de la Reina Sofía y se fue a vivir con una de sus múltiples amantes? ¿Y por qué no renuncia Felipe? De cierta manera protege a su padre y lo ha protegido siempre. Se ve que el asunto de la monarquía es puramente personal.

Se dice que la Monarquía da estabilidad al actual gobierno y a España en general. Me parece que el contrario sería el caso: si tuviéramos un gobierno sin esta familia llena de mentiras, corrupciones y escándalos tendríamos una democracia y un país más consolidado y más serio y más moderno ante todas las miradas de Europa y del mundo.

Únicamente Hola se vería mermada de lectoras que son “todas las mujeres de España”, según mi hija. Y para terminar: Lo único que me gustó de Juan Carlos I fue su “¿Por qué no te callas?” espetado a Hugo Chávez en su día. 
 
 
(*)  Lingüista y traductora española de origen alemán. Enseña e investiga como profesora en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Alicante en el campo de la traducción e interpretación.

martes, 4 de agosto de 2020

Juan Carlos I, um líder antes que um rei / Francisco Poveda *

Juan Carlos I é um rei, um Chefe de Estado, o chefe de uma dinastia, da Casa Real espanhola e comandante-em-chefe do Exército. Mas, sobretudo, é o líder do corpo social de um país com muita história. Nenhum país pode funcionar sem um líder, se entendermos a função como uma influência sobre a maioria. E ele há sido, indiscutivelmente, o lide da Espanha durante 32 dos seus 70 anos, em uma nação pouco monárquica apesar de ter sido quase sempre, e historicamente desde 1492, uma monarquia unitária. E antes um conjunto de monarquias peninsulares de todos tipos, sortes e destinos.
" O já longo reinado de Juan Carlos I está sendo uma das épocas de maior esplendor e progresso do país "

A Espanha, um país de vales e montanhas, é um local de muito difícil gestão. Depois de um mais que turbulento século XIX e um século XX que apontava para superá-lo para o pior, o já longo reinado de Juan Carlos I está sendo uma das épocas de maior esplendor e progresso do país, só equiparável ao governo de seu parente direto Carlos III no século XVIII. E democrático ao estilo saxão ou escandinavo. 

Em um momento em que, pela idade do rei e o tempo ocupando o trono, começa-se a fazer balanços, e alguns na Espanha, desde a direita mais conservadora e a esquerda mais extrema, aproveitam para questionar a legitimidade da instituição, convém refletir sobre a necessidade, ou não, de prescindir de uma liderança tão popular e garantidora para os espanhóis. Nenhum monarca na história contemporânea da Espanha esteve tão perto do povo. 

Juan Carlos I demonstrou ser peça fundamental numa engrenagem constitucional complexa, ainda que consensual, reformável e dificilmente substituível agora por outra menos equilibrada e solidária. Agora por agora, o rei é a garantia de liberdades públicas reais e não só formais, da sobrevivência da Espanha como tal e em sua diversidade, da moderação na vida pública, da defesa nacional na qualidade de vértice das Forças Armadas e da política externa. Que líder em nossa história reuniu sequer a metade destas qualidades todas? 

O monarca segue sendo, apesar da sua idade e tempo no trono, o garantidor também da própria instituição monárquica. Enquanto viva e mantenha seu juízo são, não parece possível convulsão alguma no sistema, apesar de ser o espanhol, todavia, um povo imprevisível. Nenhuma plutocracia à espreita parece ter o que fazer quanto a isso. Tampouco há a vista alguma figura política com suficiente estatura de estadista e capacidade de agregação bastante para propor a sério, e ao destino, uma mudança da monarquia à república na Espanha.
" Não são poucos, nem pouco ambiciosos, os políticos que estão esperando seu momento de ser presidente de uma nova república após a morte do rei "


Inclusive, se após Juan Carlos I se proclamasse a III República, seria uma estupidez e uma torpeza política tentar apagar os sinais visíveis de seu longo reinado, numa vã tentativa de retificar a história "a posteriori". Isso porque não são poucos, nem pouco ambiciosos, alguns políticos de certo perfil, de direita e de esquerda, que estão esperando seu momento de ser presidente de uma nova república após a morte do rei. Seus nomes estão nas mentes de todos e um deles é, até hoje, sem vergonha, conselheiro de Estado em exercício. 

Não nos enganemos: alguns deles já movem desde já as forças da mídia desde fora da Espanha para que se produzam ataques, ainda que sutis, a Juan Carlos na imprensa internacional, e isso não parece furto da casualidade nem da conjuntura. Esses ataques respondem a interesses alheios à opinião pública da Espanha e aos espanhóis. Seu objetivo imediato é a erosão da figura do rei justamente num ponto de inflexão causado por sua idade, seu estado de saúde e o estresse inerente da sua alta responsabilidade. 

Também estão surgindo livros e textos que desprestigiam o herdeiro de Juan Carlos. E temos ouvido e visto programas de rádio e televisão dentro da Espanha cujo objetivo não parece ser o de favorecer a liderança do rei, chegando-se inclusive a pedir sua abdicação, como se estivéssemos diante de um outro Fernando VII. Demasiadas coincidências no tempo e demasiados impacientes esperando seu momento para, eventualmente, ocuparem a Chefia do Estado. 

Mas o futuro ainda não está escrito e Juan Carlos ainda traz consigo poderosa força de inércia para que alguém tente parar a seco a monarquia. Uma grande porcentagem dos espanhóis não conheceu outro líder. Já outra grande parte sabe, agradecida, que ele está cumprindo seu papel histórico com tato, discrição, grande diligência e muita dignidade. E segue sendo, no momento, ínfima a minoria que está propondo alternativas em vida ao próprio rei, o que deixa ainda mais difícil a situação de um príncipe das Astúrias pouco entusiasmado com o cargo, mas também tomado pelo dever dinástico ao alcançar 40 anos, casar e ser pai duas vezes.
" O tempo do futuro Felipe VI não terá nada a ver com o de Juan Carlos I, embora a Espanha continue essencialmente a mesma "


O próprio rei sabe das dificuldades que seu herdeiro terá para conservar o trono. Mas pior era sua situação ao ganhá-lo por consenso em novembro de 1975. No fim, a questão será a mesma: demonstração de utilidade e capacidade de liderança. E independência de grupos de interesse no que será então uma democracia telemática, para qual o rei carece de planos. O tempo do futuro Felipe VI não terá nada a ver com o de Juan Carlos I, embora a Espanha continue essencialmente a mesma. 

Por mesma me refiro à dificuldade de gestão do país. Quando seus dirigentes não foram muito capazes de entender-la, fracassaram de pronto. Hoje ninguém discute que a república é uma forma de governo mais abrangente e moderna (se mais democrática, ainda estamos por ver), mas a monarquia constitucional não deixa a dever na capacidade de gerar bem-estar para o cidadão, do Pacífico ao Báltico. O que ainda está por demonstrar é se a república resultará mais idônea para um país de tanta complexidade e atormentada história como a Espanha. 

Ficou demonstrado historicamente que só com fortes lideranças é possível o progresso da Espanha com unidade na diversidade. Nossa característica individualista não deixa muito lugar para decisões colegiadas, condicionadas, compartilhadas ou vazias de conteúdo. A moderação é, em nosso caso, uma condição e uma necessidade. E parece que a pode sustentar melhor uma autoridade neutra de longa projeção no tempo que outra submetida a revalidação periódica ou a interesses partidaristas do momento. 

Nossa transição política tem sido um modelo, mas só da perspectiva da nossa história recente desde meados do século XIX. Apesar do pacto pela não ruptura, tivemos episódios trágicos. Agora estão mais claros os erros e acertos da fórmula, mas a monarquia não pode ser em nenhum caso o bode expiatório de um "neo-franquismo" que resiste a sucumbir nas mãos da História ou de uma Igreja dominada por uma corrente integralista alheia ao Catolicismo espanhol. 

A Juan Carlos I temos que julgar o que fez como rei desde 1976 e não o que fizeram o que dele se utilizaram após a vitória da democracia sobre o totalitarismo em 1945. Se a reforma política de 1978 encerra necessárias rupturas, a sua foi a primeira como condição "sine qua non" para legitimá-lo no começo de seu reinado e para mostrar estar à altura do cargo após a tentativa de golpe militar de fevereiro de 1981. Por suas mãos, a Espanha entrou na União Européia em 1986 depois de décadas de tentativas vãs e recuperou os parâmetros democráticos perdidos em 1936 com a eclosão da Guerra Civil.
" Monarquia ou república é um debate em que se deve pesar a haveres e deveres de cada sistema de governo "

O agora tão admirado por todos Adolfo Suárez foi por Juan Carlos escolhido, que lhe deu cobertura e deixou agir segundo a conveniência de ambos. Mesmo a incomum duração da permanência de Felipe González no Palácio de La Moncloa foi alheia à intenção do monarca de consolidar uma democracia para todos. Só por isso o rei da Espanha merece, no seu aniversário de 70 anos, a gratidão dos cidadãos por evitar a repetição de episódios que, novamente, nos fizessem sentir envergonhados como espanhóis perante o mundo. 

Monarquia ou república é um debate em que se deve pesar a haveres e deveres de cada sistema de governo segundo nossa própria experiência e a do nosso entorno para vermos se vale à pena provar a mudança apenas pela própria mudança. É uma questão de calcular o risco e pesar o preço desta decisão se se quer apresentar essa possibilidade algum dia. 

Em uma democracia consolidada, como a que nos deixa Juan Carlos I, é até cabível propor prescindir justamente de quem a fez possível com sua liderança. A soberania reside desde 1978 nos espanhóis porque o monarca recusou ser cúmplice e vértice de uma ditadura institucional com aparência de democracia no primeiro momento e depois renunciou poderes civis executivos com a posterior Constituição. Essa é sua grandeza e seu enorme mérito. 


(*) Francisco Poveda é jornalista e professor universitário espanhol



(Publicado em 'O Globo', Brasil, 4 de Janeiro de 2008)

lunes, 3 de agosto de 2020

Juan Carlos I se autoexilia, sentencia la Transición y deja a su suerte una Monarquía hoy a la deriva con Felipe VI


MADRID.- El Rey Juan Carlos ha comunicado a Felipe VI su decisión de trasladar su residencia fuera de España. Según relata Zarzuela en un comunicado, el Rey Emérito recuerda que hace un año decidió expresar su voluntad de dejar de desarrollar actividades institucionales y que ahora, "ante la repercusión pública que está generando ciertos acontecimientos pasados" de su vida privada, ha decidido trasladarse fuera de España.

"Es una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad", explica Juan Carlos I, justificando su decisión "para contribuir a facilitar el ejercicio" de las funciones de su hijo como Jefe de Estado.
En su carta, el padre del Rey alude sin mencionarlo al caso de las supuestas donaciones de Arabia Saudí no declaradas a Hacienda, una investigación que arrancó en Suiza y que está estudiando la Fiscalía del Supremo.
"Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen.
Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España.
Una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad. He sido Rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona.
Con mi lealtad de siempre. Con el cariño y afecto de siempre, tu padre."
Ante esta carta, el Rey Felipe ha transmitido a su padre "su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión".
"El Rey desea remarcar la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia; y al mismo tiempo quiere reafirmar los principios y valores sobre los que ésta se asienta, en el marco de nuestra Constitución y del resto del ordenamiento jurídico", subraya el comunicado de Zarzuela.

Matices de su abogado

El Rey Juan Carlos ha comunicado este lunes que permanece a disposición de Fiscalía, que investiga si cobró alguna comisión por la adjudicación del AVE a La Meca a empresas españolas en 2011, "para cualquier trámite o actuación que considere oportuna" tras decidir trasladar su residencia fuera de España.
Así lo ha afirmado su abogado Javier Sánchez-Junco, en un comunicado que se ha emitido justo después de conocerse la carta que ha remitido el rey emérito al Rey Felipe VI, en la que ha comunicado su decisión de trasladar su residencia.
"Su Majestad el Rey Don Juan Carlos me ha dado instrucciones para que haga público que, no obstante su decisión de trasladarse, en estos momentos, fuera de España, permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuna", reza el comunicado.

Una televisión portuguesa asegura que está en Estoril 

El rey Juan Carlos podría encontrarse en Portugal tras haber anunciado este lunes su decisión de abandonar España. Según la televisión portuguesa TVI24, el emérito español se encontraría en Estoril, en el municipio de Cascais.
Estoril ha sido un enclave importante en la vida del ex monarca y su familia. Allí fue exiliado su padre, Juan de Borbón, y en este lugar pasó el emérito su infancia.
Sin embargo, la institución de la Corona no ha informado del nuevo lugar de residencia del emérito, que según ha adelantado en la noche de este lunes la televisión portuguesa podría tratarse de Estoril.


Doña Sofía se queda en Zarzuela 

La decisión del rey Juan Carlos de irse a vivir fuera de España no va a suponer ningún cambio en la situación de la reina Sofía, que va a mantener su residencia en el Palacio de la Zarzuela y a proseguir con su actividad institucional, como venía haciendo desde el relevo en la trono hace seis años.
La madre de Felipe VI, que se encuentra de vacaciones en el Palacio de Marivent de Palma, ha quedado al margen de la controversia al no tener relación con los presuntos negocios en los que pudo participar el rey emérito.
Don Juan Carlos y doña Sofía llevan distanciados en el plano sentimental desde hace varios años, si bien han mantenido la residencia en Zarzuela al ser miembros de la familia real tras la abdicación.
La decisión del anterior monarca de retirarse de la esfera pública en junio del pasado año tampoco afectó a la reina Sofía, ni a su agenda oficial. Doña Sofía siempre ha representado una referencia para Felipe VI y así lo ha reconocido en público en varias ocasiones.
La última fue en diciembre de 2018, en el homenaje por el 40 aniversario de la Constitución, cuando ensalzó "el apoyo permanente y comprometido" de su madre un mes después de cumplir 80 años.
En mayo de 2017, también le expresó su "reconocimiento y admiración" por "el gran ejemplo" que ella suponía y por la "humanidad y compromiso" demostrados en favor de los más desfavorecidos.
Debido a la pandemia, doña Sofía ha visto recortada su agenda en lo que va de año, en el que sólo ha tenido media docena de actos oficiales, entre ellos, la veneración del Cristo de Medinaceli y el concierto de las víctimas del Holocausto, todos ellos protagonizados antes del estado de alarma.
Desde entonces, sólo se la ha visto dos veces, en sendas reuniones del patronato de la Fundación Reina Sofía en Zarzuela, fuera del programa institucional, rodeada de sus colaboradores más cercanos y protegida con mascarilla.
El primer encuentro tuvo lugar el 3 de junio y el último, el 14 de julio, en plena tormenta por las noticias publicadas sobre don Juan Carlos.
Desde la abdicación, el papel de doña Sofía ha menguado, aunque, además de su actividad como parte de la familia real, ha seguido mostrando su lado más solidario, apoyando iniciativas como la del combate contra los residuos plásticos en el mar.
Su momento más delicado lo vivió en abril de 2018 en la catedral de Palma, cuando protagonizó un desencuentro con la reina Letizia al querer fotografiarse con sus nietas Leonor y Sofía.
Antes de la retirada pública del rey Juan Carlos hace un año, doña Sofía protagonizó algunos actos con él que llegaron a interpretarse como una reconciliación del matrimonio, si bien no tuvieron continuidad.
Entre estos encuentros, hubo algunos eventos con amigos, como cuando fueron a la boda del tenista Rafael Nadal en Mallorca en octubre de 2019 o a su academia en la isla unos meses antes. Durante 2020, sólo se la vio con Juan Carlos I a comienzos de año en el entierro y el funeral de la hermana mayor de éste, la infanta Pilar de Borbón, y en el de la viuda del que fue primer presidente de las Cortes tras la reinstauración de la monarquía, Torcuato Fernández-Miranda.
Como acostumbra a hacer cada verano, la reina Sofía ya se encuentra en el Palacio de Marivent de Palma, adonde llegó hace unos días con su hija mayor, la infanta Elena, y su hermana, la princesa Irene. Su hermana es su gran apoyo moral desde hace varios años y quien suele a acompañarla a actos públicos, además de residir con ella en Zarzuela parte del año.
Con ella viajó a Atenas a principios de febrero para asistir a la presentación de los diarios de su madre, la reina Federica, junto con su otro hermano, Constantino.

La fuga de Juan Carlos I / José Antich *

En 1931, hace ahora algo menos de 90 años, Ramón María del Valle-Inclán, tras conocer la marcha de Alfonso XIII camino del exilio, con un botín considerable que hoy equivaldría a unos 75 millones de euros, escribió: “Los españoles han echado al último de los borbones, Alfonso XIII, no por rey, sinó por ladrón”.

Estamos en 2020, un 3 de agosto, inicio de vacaciones de verano muy marcadas por el coronavirus y su nieto Juan Carlos I acaba de dejar pequeño el affaire protagonizado por Alfonso XIII. 

Igual que su abuelo, acaba de emprender el camino del exilio, con una fortuna más que considerable que el The New York Times cifró, en 2014, en unos 2.300 millones de dólares. El Campechano, como ha acabado siendo tratado coloquialmente el rey emérito, huye de España cuando se empiezan a abrir las causas de corrupción que le afectan muy especialmente pero con ramificaciones de diversa índole en el conjunto de la família real.

Es, evidentemente, un golpe a la monarquía española que no tiene parangón desde que fue reinstaurada al frente de la jefatura del Estado hará, dentro de unos meses, 45 años.

¿Está tocada de muerte la institución? Probablemente sí ya que aunque los movimientos del deep state con Juan Carlos I hace tiempo que tienen por objeto, sobre todo, proteger a Felipe VI, es evidente que la dimensión de los sucesivos escándalos de corrupción, su conocimiento de los mismos e incluso su presunta implicación en el reparto del dinero le convierten en una pieza que ya no es imposible de capturar por los partidarios de acabar con la monarquía.

La fragilidad de Felipe VI queda explicitada en un escueto comunicado de su Casa en el que da cuenta de que su padre le ha dirigido una carta en la que nada se dice de su renuncia al título de rey emérito mientras él le muestra su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión de exiliarse.

Juan Carlos I destaca que “he sido rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona”, a lo que su hijo apuntilla la importancia histórica del reinado de su padre “como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia”. Ningún comentario sobre el motivo real de su huida.

Toda una tradición en la etapa moderna de relación entre España y los Borbones. En 1854, María Cristina de Borbón, reina consorte de Fernando VII, fue expulsada por ladrona; en 1868, su hija Isabel II se fue al exilio, además de por la ausencia de estabilidad política y su complicada vida amorosa por el robo de unas alhajas de la Corona. Antes marcharon Carlos IV y el ya citado Fernando VII. Y, más recientemente Alfonso XIII, el último Borbón que reinó hasta que llegó Juan Carlos I.

Aunque la caída del rey emérito se ha precipitado en los últimos meses, algun día habrá que analizar a fondo en qué medida la afrenta de Felipe VI a Catalunya al apoyar la violencia policial en los hechos de octubre de 2017 fue la tumba de una institución que hay tiene un suspenso en su valoración y está cada vez más cuestionada.


(*) Periodista y director de El Nacional


https://www.elnacional.cat/es/editorial/jose-antich-fuga-juan-carlos_527745_102.html

¡Viva siempre el rey! / Jaime Peñafiel *

Me refiero a don Juan Carlos que será Rey hasta su muerte.

Quienes admirábamos y hasta queríamos al rey Emérito estamos muy tristes. Nunca, jamás, pensé que su hijo Felipe VI iba a ser capaz de atender la petición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de actuar contra su padre.

Cierto es que nadie, ni Dios, pueden expulsar a un español del territorio nacional. Pero si obligarle a marcharse como ha hecho Felipe, presionado por el Presidente y el vice, ¿por el bien de la Institución? 

Yo diría que por el bien de lo que queda de la inexistente Familia Real, a quien Felipe VI , un joven sin empatía ni con la derecha ni con la izquierda aunque buena persona sin esfuerzo acaba de colocarla al borde del exilio. Y, en todo caso, en el principio del fin de la monarquía como quiere Sánchez e Iglesias.

El ex rey Farouk de Egipto cuando fue derrocado por el general Naguib pronunció unas proféticas palabras que he repetido sin cesar y que hoy , con la marcha del Rey Juan Carlos del país en el que ha reinado durante casi cuarenta años con un balance mas que positivo, empiezan a tener sentido: “No me importa haber perdido el trono porque, dentro de unos años, en Europa solo quedarán cinco reyes, los cuatro de la baraja y la reina de Inglaterra.” Por supuesto que Felipe VI ¡no! y mucho menos su hija Leonor.

Me sorprende que nadie haya preguntado ayer sobre el destino de la reina Sofía, esa sufridora esposa que ha tenido no uno sino cien motivos para divorciarse. Se decía que no lo hacía  por estar enamorada de su esposo. 

Yo pregunto ¿donde se encuentra en estos momentos? Por supuesto que no acompañando a su todavía esposo “en la suerte y en la desgracia, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe”, como le dijo el oficiante cuando contrajo matrimonio en la catedral ortodoxa de Atenas. 

La muy egoísta se ha refugiado en el palacio de Marivent con su hija Elena  ¿para no presenciar como su hijo echaba a su padre de Zarzuela? ...  Puede. A diferencia de la reina Victoria Eugenia que siguió a su esposo el rey Alfonso XIII al exilio.

Saben ustedes, querido lectores, que es el cuarto Borbon que se ve obligado a marcharse si no al exilio si de España: el 17 de octubre de 1840 lo hacia la reina Maria Cristina; el 18 de septiembre de 1868 Isabel II y el 14 de abril de 1931, Alfonso XIII, el abuelo paterno del rey Juan Carlos.

¿Quién será el próximo?  No hay quinto malo.


(*) Periodista


https://www.republica.com/reino-de-corazones/2020/08/03/viva-siempre-el-rey/

El autoexilio de Juan Carlos I / José Antonio Zarzalejos *

No hay monarquía parlamentaria en un país democrático como España que pueda soportar sin daño institucional el comportamiento del rey Juan Carlos, emérito por abdicación desde el mes de junio de 2014. Desde entonces, el Rey-padre ha sido un constante dolor de cabeza para su sucesor y un factor de erosión de la Corona, algo que ha terminado por derivar en su marcha del país. De manera cíclica, informaciones de solvencia le han vinculado con una relación sentimental por completo inadecuada con Corina Larsen

De esa vinculación se han derivado unas relaciones pecuniarias peligrosas que remiten a operaciones de 'lobby' en el comercio exterior de empresas españolas, beneficios opacos en forma de presuntas comisiones y la extraordinaria manipulación de la figura de su hijo, Felipe VI, que ya en una nota contundente, renunció, por sí y en nombre de su hija, la princesa de Asturias, a la herencia que podría corresponderle tras conocer que figuraba como beneficiario de los fondos depositados en Suiza y procedentes de Arabia Saudí, parte de los cuales habrían sido destinados a retribuir a la otrora amante del Rey abdicado.

Felipe VI ha actuado con la responsabilidad que prometió hacerlo cuando fue proclamado, en junio de 2014, rey de España ante las Cortes Generales. Estos casi seis años de reinado han sido un 'continuum' de decisiones del jefe del Estado que han ratificado su propósito de renovar la Corona y situarla en los más altos estándares de reputación y respetabilidad. 

Para ello, redujo la dimensión de la familia real (los Reyes, sus padres y sus dos hijas); revocó el título ducal de Palma a su hermana la infanta Cristina (que, tozudamente, sigue sin renunciar a los derechos sucesorios, un gesto simbólico pero significativo cuando su marido cumple condena); suprimió los actos de rehabilitación de su padre previstos para 2018 en coincidencia con la celebración del 40º aniversario de la Constitución, e impulsó a don Juan Carlos a abandonar, en junio de 2019, toda actividad pública en representación de la Corona.

Tras conocerse las fechorías económicas de Juan Carlos I, que podrían derivar en actuaciones judiciales de naturaleza penal ante la Sala Segunda del Supremo, Felipe VI renuncia a la herencia de su padre que pudiera corresponderle —también la renuncia alcanza a la princesa de Asturias— y le retira la asignación económica que libremente le atribuía y que alcanzaba la cifra de 194.000 euros anuales. Sin embargo, no es suficiente. 

Salvo para los monárquicos que creen que los indudables méritos del Rey emérito enjugan sus desatinos actuales, es muy posible que los ciudadanos reclamen una mayor contundencia. El Rey emérito debería dejar de utilizar las instalaciones que corresponden a la Corona y pertenecen al Patrimonio Nacional y, manteniéndose a disposición de la Justicia, retirarse a vivir a un país europeo que sirva como expresión indudable de que no empleará su posición para evitar las responsabilidades —institucionales y políticas, y acaso penales— en que haya podido incurrir.

Esa fue la decisión —por motivos bien diferentes, pero conforme a un guion de respeto a la institución— del abdicado rey británico Eduardo VIII (11 de diciembre de 1936) que, al casarse con Wallis Simpson, no se atuvo a las normas de la dinastía. Abandonó el Reino Unido, desempeñó algunos cargos de remota relevancia y terminó sus días en Francia. Era un estorbo para la monarquía británica y actuó en consecuencia. Murió en el retiro, en Francia. La misma dinastía Windsor acaba de aplicar un protocolo implacable al príncipe Harry, nieto de la reina Isabel, al que se le priva de su tratamiento y se le retira la asignación presupuestaria. De inmediato, se desplazará a vivir una parte importante del año a otro país.

La decisión del rey Felipe ha sido la debida. Y la nota de su Casa debe leerse con atención, porque pone en evidencia el doble juego del rey Juan Carlos, al ocultar a su hijo el manejo de su nombre en la fundación nutrida con fondos opacos. Se trata de una conducta que indigna por irresponsable y que requiere un paso más: que Juan Carlos I se retire a un autoexilio para que su presencia, por escasa que sea, no sombree las actividades de la Corona y que evite su disfrute de inmuebles, vehículos y servicios de la Zarzuela. Aquellos que hacemos profesión de fe en la monarquía parlamentaria hemos de ser exigentes por completo, porque el sostenimiento de la Jefatura del Estado, su forma monárquica, está en juego.

Se inicia, además, un juicio político sumarísimo contra el rey Juan Carlos que podría ser también judicial y que trataría, por evidentes intereses ideológicos, de salpicar a Felipe VI y acentuar así la crisis sistémica que padece nuestro sistema constitucional. Juan Carlos I lo apadrinó y lo impulsó. Pero esa autoría histórica no le da derecho a la frivolidad de deteriorarlo con una conducta incalificable. Si se va a otro país, le haría a su hijo un favor y, acaso, lograría rescatar la Corona de la crisis se le viene encima.


 (*) Periodista


Por su interés, El Confidencial vuelve a publicar esta columna fechada el 16/03/2020

Don Juan Carlos ante la historia / Fernando G. Urbaneja *

La bibliografía sobre Juan Carlos de Borbón es extensa e intensa, no son pocos los historiadores de fuste que han investigado la vida y avatares del que ha sido cabeza del Reino de España durante cuarenta años, con un balance de desempeño que resiste a su favor cualquier comparación. 

A todos esos textos de historia y biografía, incluidos los más banales, les falta añadir un muy penoso último capítulo. La salida del anterior Rey del recinto de la Zarzuela era inevitable, la cuestión es determinar cuándo, cómo y dónde. Una decisión que tenía que tomar una persona de 82 años, sometido a presión y soledad desoladoras, bajo la carga de unas responsabilidades que arruinan su trayectoria personal y su propia autoestima.

Por un lado está la sensación de la maldición de los Borbones para vivir en el exilio, aunque no podemos considerar a Don Juan Carlos como exiliado ya que nadie le priva de nacionalidad y derechos individuales (no de todos). La realidad es que abandona España sin precisar destino, solo y  con el compromiso de responder a las demandas de la justicia. 

Su padre vivió en el exilio muchos años, su abuelo se fue al exilio, su bisabuelo vino del exilio, su tatarabuela murió exiliada en Paris y el antecesor, el nefando Fernando VII, también abandonó España medio forzado y medio encantado. Todo ello forma parte de la historia de España y de sus dirigentes.

La decisión de irse de España tiene más carácter simbólico que efectivo y evidencia una soledad desoladora. Don Juan Carlos está en la historia, su relevancia actual es nula, salvo lo que significa rendir cuentas y pagar un precio por sus errores (y por sus aciertos). 

Su suerte no es muy distinta de la que han tenido jefes de gobierno o de estado europeos en fechas recientes, del canciller Kohl, al primer ministro Craxi, de las peripecias de Chirac a las de Berlusconi, del Presidente Nixon a lo que ocurra con Trump.

Las decisiones relevantes del caso Don Juan Caros fueron la abdicación hace cinco años y su punto final como representanta oficial o oficioso de España hace un año y la retirada de la retribución del Estado hace meses. Solo faltaba el desahucio de la Zarzuela. Las anteriores decisiones fueron más relevantes que la conocida ahora de salir de España, aunque esta sea muy simbólica.

Algunos tratarán de extraer consecuencias políticas de esta decisión pero tienen pocas posibilidades de lograr más recorrido político que ruido en los programas de entretenimiento muy necesitados de combustible a comienzos de agosto. Ante la historia la figura de Juan Carlos es sobresaliente por una trayectoria en la que los aciertos y contribuciones a la prosperidad de España son evidentes y están documentados. 

La recta final es desoladora por su propia irresponsabilidad, acentuada por unas compañías locales e internacionales nada recomendables que le han llevado a la ruina moral. Una historia final en la que no están exentos de responsabilidad  los gobiernos que no cumplieron con el deber de proteger al Jefe del Estado de sus propios extravíos.

Ahora toca que la fiscalía del Supremo y el tribunal competente desentrañen las actuaciones de Don Juan Carlos y las de sus acusadores-chantajistas para ir colocando a cada cual en su sitio. En esta historia varios "aprendices de brujos" han jugado a ser más listos en defensa de sus intereses y pueden salir perjudicados por su falta de juicio.


(*) Periodista y politólgo