PALMA DE MALLORCA.- El titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma, José Castro, pondrá fin a la instrucción del caso Nóos
 a partir del próximo lunes, 28 de abril, una vez concluido el plazo 
otorgado a las partes para que se pronuncien sobre un recurso 
interpuesto por el sindicato Manos Limpias. Esta es la 
única diligencia que le resta por practicar al juez para poder cerrar 
las investigaciones, que dieron sus primeros pasos a principios de 2010 
en el marco del caso Palma Arena. 
Así lo han informado hoy fuentes 
jurídicas, que han precisado que el magistrado tan sólo 
se encuentra pendiente de que la Fiscalía Anticorrupción y el resto de 
partes emitan sus alegaciones en torno al recurso de apelación que 
Manos
 Limpias ha presentado para pedir que tanto esta entidad como 
Frente 
Cívico Somos Mayoría, ambas acusaciones populares en el 
caso Nóos, litiguen bajo el mismo abogado y el mismo procurador en el marco de estas pesquisas.
 
En concreto, Castro ha dado cinco días a las partes
 -a contar desde este martes- y, transcurrido el plazo, elevará a la 
Audiencia Provincial de Baleares la petición de Manos Limpias para su 
resolución. Asimismo, el magistrado debe incorporar al sumario en 
próximos días la transcripción de los interrogatorios efectuados los 
pasados días 11 y 12 en la Ciudad de la Justicia de Valencia así como de
 la declaración realizada por escrito por parte del expresidente de la 
Generalitat Valenciana Francisco Camps.
De este modo, a partir de 
la próxima semana, siempre que ninguna de las partes solicite ninguna 
diligencia nueva dentro de este procedimiento, el juez dictará el 
conocido como auto de transformación a procedimiento abreviado, en el 
que decidirá si mantiene la imputación de la
 Infanta Cristina como primer paso para que pueda sentarse en el banquillo de los acusados.
 
Una
 resolución contra la que cabrá tanto recurso de reforma -ante el propio
 Juzgado- o de apelación -directamente ante la Audiencia-, y en la que 
Castro determinará contra quiénes de la treintena de imputados de la 
causa, entre los que se encuentra la hija del Rey don Juan Carlos, hay base suficiente para que puedan ser acusados y finalmente se sienten en el banquillo.
Así,
 con esta resolución dará paso a la Fiscalía Anticorrupción y al resto 
de acusaciones del caso -Abogacías del Estado y de la Comunidad 
Autónoma, Manos Limpias, Frente Cívico 'Somos Mayoría', PP balear y los 
concejales del PSPV del Ayuntamiento de Valencia- para que presenten su 
escrito de calificación provisional en el que determinarán 
definitivamente a quiénes acusan y qué penas solicitan para ellos, 
además de pedir la apertura de juicio oral, que Castro deberá acordar a 
través de un auto que ya no será recurrible.
En el caso de la 
Fiscalía, la acusación pública contempla solicitar entre 10 y 19 años de
 cárcel para el duque de Palma, a quien acusará de un delito de 
malversación, prevaricación, falsedad documental, fraude a la 
administración y dos delitos fiscales. La pena concreta dependerá de si
 Iñaki Urdangarin abona antes, junto a Diego Torres,
 los cerca de seis millones de euros de los que se apoderaron de las 
Administraciones públicas. La petición que formulará para su exsocio 
oscilará, por su parte, entre los diez y los 15 años, puesto que en su 
caso le será atribuido un solo delito fiscal.
 
Del mismo modo, el 
Ministerio Fiscal solicitará en su escrito que la Infanta, se siente o 
no finalmente en el banquillo de los acusados, responda civilmente -a 
título lucrativo- de los fondos supuestamente defraudados por su marido a
 través de Aizoon, sociedad de la que ambos son copropietarios y que se nutrió de más de un millón de euros del entramado Nóos.
De
 hecho, el artículo 122 del Código Penal establece que "el que por 
título lucrativo hubiere participado de los efectos de un delito o 
falta, está obligado a la restitución de la cosa o al resarcimiento del 
daño hasta la cuantía de su participación", aunque no haya sido 
considerado responsable criminal de los hechos investigados. El fiscal 
se amparará en este precepto para solicitar a la Infanta la fianza de 
responsabilidad civil.
Sin embargo, 
Castro (Córdoba,
 20 de diciembre de 1945), el juez que más tiempo lleva al frente de un 
Juzgado de Instrucción en Baleares, ya había puesto la lupa sobre la 
actividad presuntamente irregular del entramado empresarial encabezado 
por Urdangarin y Torres en febrero de 2010 cuando, en el marco del caso
 
Palma Arena, comenzó a interrogar a varios exaltos cargos de la última 
legislatura de Jaume Matas (2003-2007) sobre la gestación de los foros 
sobre turismo y deporte que el Instituto
 Nóos organizó en Palma en 2005 y
 2006 y por los que la entidad percibió un total de 2,3 millones de 
euros públicos.
 
Es más, ya a principios de 2006 el diputado 
socialista Antoni Diéguez preguntaba en el Parlament balear sobre el 
destino que dio Nóos a los 1,2 millones de euros que cobró del Govern de
 Matas por el foro sobre turismo y deporte celebrado pocos meses antes 
en Palma. Nada hacía presagiar que de la supuesta defraudación 
investigada en el marco de estas jornadas afloraría un rosario de presuntas irregularidades en torno a la gestión del Instituto y que culminarían con el presunto apoderamiento de hasta 5,9 millones de euros públicos.