BARCELONA.- El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, facturó a
través de empresa Aizoon, de la que es titular junto a la Infanta
Cristina, trabajos de asesoramiento a varias firmas que tendría que
haberlos declarado como persona física, con el fin de defraudar a
Hacienda, han explicado fuentes judiciales.
Así
se desprende de las declaraciones como testigos ayer viernes en
Barcelona ante el juez de Palma que investiga el caso Nóos, José Castro,
de los responsables de las empresas mercantiles Mixta África, Aceros
Bergara y Seelinger y Conde, que han reconocido haber contratado al
Duque como asesor por su imagen.
Según ha valorado ante los
periodistas la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, estas
declaraciones han servido para acreditar que, al margen de sus
actividades en el Instituto Nóos, Urdangarin también cometió delitos
fiscales al declarar estos trabajos a través de Aizoon y no como IRPF
tributando aproximadamente un 25% en vez de sobre el 40% que le
correspondería.
Tres directivos de la firma Mixta África, del
sector de la construcción, han asegurado que pagaban al Duque 6.000
euros al mes por sus trabajos de "asesor" y también le dieron una
partida de 150.000 euros que Urdangarin utilizó para comprar el 0.09% de
las acciones de la propia compañía.
Fuentes judiciales han
explicado que esta empresa --participada por fondos de inversión de
Arabia Saudí-- recibió un crédito de 20 millones de euros de bancos
marroquíes poco después de contratar al yerno del Rey.
El
representante de la empresa Aceros Bergara ha explicado como testigo
ante el juez y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach que contrató al
Duque para que asesorara a la firma en materia financiera y sobre
aspectos relacionados con la Bolsa, pese a no ser especialista en esta
materia.
Tanto los directivos de
Aceros Bergara como los de Mixta África han defendido y respaldado, sin
embargo, los trabajos de asesoramiento de Urdangarin a estas empresas,
han explicado las mismas fuentes.
Todo lo contrario que el
representante de la empresa 'cazatalentos' Seelinger y Conde S. A., que
contrató al Duque como asesor pero dejó de contar con él porque no
cumplió con sus expectativas, según ha explicado al juez.
También ha comparecido como testigo la productora Yuri F. para explicar
unas facturas de 1.000 euros por trabajos como traductora en 2005; los
investigadores sospechaban que estaban infladas, pero finalmente han
averiguado que fue un trabajo de cuatro días y no de uno, con lo que
todos los datos estaban correctos.
El último en declarar ha
sido el notario catalán Carlos M., que dio fe de la hipoteca de compra
del palacete de Pedralbes y de la constitución de otras sociedades
relacionadas con el Duque.
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