viernes, 27 de junio de 2014

La presunta hija belga del rey Juan Carlos I cuenta con pelos y señales el encuentro amoroso de sus padres

BARCELONA.- Ingrid Sartiau, la ciudadana belga que en 2012 intentó que prosperara sin éxito una demanda de paternidad contra el rey Juan Carlos I, ha presentado este jueves en los juzgados de familia de Madrid, a través del letrado catalán Jaume Pararols, otra demanda en la que exige que el ex jefe de Estado la reconozca como hija. 

Esta demanda incorpora ahora el acta notarial que firmó su madre, Liliane Maria José Ghrislaine Sartiau, que actualmente tiene 80 años, y en la que declara que en 1965 mantuvo un largo encuentro sexual con "un hombre de 31 años gentil, guapo, dulce y con los ojos azules", cuya verdadera identidad ella desconocía, pero que resultó ser Juan Carlos de Borbón, que en esa época (año 1966) ya llevaba tres años casado con Sofía de Grecia.

En el acta notarial se cuenta con pelos y señales cómo ocurrió todo, según Sartiau. Supuestamente, Liliane María se encontraba de vacaciones en la Costa del Sol, donde conoció a Juan Carlos, con el que mantuvo relaciones sexuales durante tres días seguidos en un hotel de lujo. 

Afirma que no supo quién era el que ya por enconces figuraba como Príncipe de España, desconocimiento del que la sacó el conserje del hotel donde ambos se alojaron. Añade la supuesta amante que cuando se enteró, quedó tan impresionada que volvió en coche a Bélgica, donde no volvió a tener relaciones sexuales hasta que se produjo el el nacimiento de su hija, Ingrid, el 5 de agosto de 1966, a quien nunca le explicó quién era su padre para no causar "daño" ni "sufrimiento" a Juan Carlos. Hasta 2012, cuando su hija le hizo un comentario muy crítico sobre el episodio de caza protagonizado por el rey de España en Botswana, crítica ante la que su madre respondió: "No hagas caso a la prensa. Es un hombre muy bueno. Lo conozco bien porque es tu padre", informa el diario 'El Punt Avui'.

El letrado Pararols pide que como prueba anticipada se cite a la madre de la demandante para que ratifique en el juzgado lo que declaró en noviembre de 2012 ante un notario de Gante (Bélgica). También propone que se practiquen pruebas de ADN al demandado, Juan Carlos I, a través del Instituto Nacional de Toxicología de Madrid. 

El abogado cita el artículo 767 de la ley de enjuiciamiento civil, que expone que la negativa injustificada a someterse a una prueba biológica de paternidad permite que el tribunal declare la filiación reclamada, siempre que haya otros indicios. 

Pararols expone también en su escrito de demanda que él, en representación de Sartiau, se presentó personalmente el 29 de diciembre de 2012 en Zarzuela y entregó la documentación con el perfil genético de Sartiau, por lo que Juan Carlos ya tendría información para confirmar o negar su relación de paternidad con la demandante.

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