MADRID.- La infanta Cristina, hermana menor de Felipe VI, se sienta este
lunes en el banquillo en el juicio por el caso Nóos, en el que también
está acusado su marido, Iñaki Urdangarin, sin que la Casa del Rey tenga
previsto pronunciarse en ningún sentido sobre el arranque de la vista
oral.
Don Felipe no tiene ningún acto oficial programado para el lunes;
a la espera de que el miércoles se constituyan las Cortes y abra su
ronda de consultas con las fuerzas políticas para proponer un candidato a
la Presidencia, su agenda de la semana no tiene actividades públicas.
Desde el Palacio de Zarzuela el mutismo es absoluto en torno al
procedimiento judicial que ha llevado a la hermana del Rey hasta el
banquillo, acusada de dos delitos fiscales relacionados con la presunta
trama corrupta en torno al instituto Nóos, promovido por su esposo. Una
decisión del tribunal determinará si, en aplicación de la llamada
doctrina Botín marcada en 2007 por el Tribunal Supremo, queda o no
exonerada del juicio.
Sea como sea, la Casa del Rey seguirá guardando la distancia
y prudencia que ha caracterizado a la institución desde que doña
Cristina quedó fuera de la Familia Real cuando fue proclamado su
hermano, en junio de 2014, al pasar de hija a hermana de Rey.
La infanta Cristina ya había quedado mucho antes alejada de la
actividad oficial de la Familia Real, desde finales de 2011. Una vez que
abdicó su padre, el Rey Juan Carlos, y su hermano asumió la Corona, la
nueva conformación de los miembros de la Familia Real, de la que
quedaron excluidas las hermanas del Monarca, ratificó su completo
apartamiento de los actos institucionales.
Especialmente significativo fue el gesto de don Felipe, el 11 de
junio del año pasado, cuando revocó a doña Cristina el título de duquesa
de Palma de Mallorca del que disfrutaba desde 1997 por decisión del Rey
Juan Carlos. Ya había pasado medio año desde que el juez instructor del
caso Nóos, José Castro, decidió llevarla a juicio como presunta
cooperadora necesaria en dos delitos fiscales.
Fueron meses de especulaciones sobre si ella debía renunciar al
ducado o a sus derechos dinásticos; finalmente, su hermano le retiró el
título, pero sigue manteniendo esos derechos, de los que no se le puede
privar salvo que decida renunciar “motu propio”.
En los momentos clave del procedimiento, como la
decisión del juez instructor de llevarla a juicio, adoptada ya bajo el
reinado de Felipe VI, Zarzuela se limitó a expresar su respeto absoluto a
la independencia del poder judicial.
Durante el reinado del actual Monarca han sido muy pocas las
ocasiones en que doña Cristina ha coincidido con su hermano en actos
públicos. Ni ella ni su marido, que residen en Ginebra (Suiza)
estuvieron presentes en el Congreso en la ceremonia de proclamación de
Felipe VI, ni tampoco en la abdicación de su padre, celebrada la víspera
en el Palacio Real.
En su discurso de proclamación, el Rey subrayó que la Corona debe
“velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y
observar una conducta íntegra, honesta y transparente”. “Hoy más que
nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales
y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública”,
añadió.
La última vez que estuvieron juntos en un acto público fue en la basílica del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,
en la misa corpore insepulto oficiada por el infante Carlos de
Borbón-Dos Sicilias, primo del Rey Juan Carlos, el pasado 8 de octubre.
Además de don Felipe y doña Letizia, los Reyes Juan Carlos y Sofía y
la infanta Elena, a la ceremonia también acudió doña Cristina, en la
primera ocasión en que coincidía con los Reyes en cinco meses.
También habían estado juntos el 8 de junio de 2015, en la iglesia de
San Jerónimo del Real, en el funeral ortodoxo por Kardam de Bulgaria,
hijo del exprimer ministro y depuesto rey Simeón de Bulgaria y de
Margarita Gómez Acebo, a la que igualmente asistieron los demás miembros
de la familia del jefe del Estado -sus padres y sus hermanas, así como
la Reina Letizia-.
Había pasado un año desde que doña Cristina coincidió en público con
don Felipe y doña Letizia en el acto religioso celebrado en Atenas el 6
de marzo de 2014, en el cementerio real del Palacio de Tatoi, para
rendir homenaje al rey Pablo I de Grecia, en el 50º aniversario de su
muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario