BARCELONA.- El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha afirmado que a Felipe VI le falta "exquisita neutralidad" ante el proceso soberanista porque le ve condicionado por lo que define como agenda política.
"En
el momento en que se convierte en Rey, no sé si él mismo o alguien le
altera la agenda política", ha dicho en una entrevista de El PuntAvui
Televisió junto a su antecesor Artur Mas y
que se emite este sábado a las 22.15.
Carles Puigdemont asegura que no pretende ver al Rey posicionándose a favor de nada, pero sí esperaba una neutralidad exquisita, que no tiene, porque está "un punto atrapado en su rol", según el presidente.
Cree
que una posible causa es que lo que Felipe VI querría hacer o lo que
podría hacer como Rey "no se corresponde con una agenda política que
condiciona excesivamente la figura y le hace perder neutralidad".
Puigdemont le conoció siendo alcalde de Gerona y le considera una persona informada, que no se precipita
y "entiende la complejidad" de la situación, aunque admite que no le
conoce bien porque la relación no ha sido profunda, aunque sí cordial.
Ha
constatado que el monarca sí mostró neutralidad como príncipe de Gerona
mientras estaba en la ciudad, y ha destacado que sus discursos en el
Foro Impulsa de la ciudad podían suscribirlos mucha gente, además de que
en ellos demostraba saber cuál era su rol.
Artur Mas también se refiere al Rey, para reconocer que escucha, se informa y "no le asusta el diálogo"; y considera lógico que Felipe VI sea contrario al proceso soberanista.
"Dicho
esto, nunca me fié de los que me dijeron que él tendría un papel clave
para resolver esto en sentido favorable al derecho democrático que tiene
cualquier pueblo y nación a decidir su futuro", ha explicado. Como
prueba, ha dicho intuir que "en privado, detrás de las cortinas, ha
intentado ablandar alguna posición".
"Pero a la hora de la verdad
no le veo jugándosela de manera muy clara a favor del respeto a ese
derecho o de un pacto o un acuerdo que lo respetase", ha añadido.
Para Mas, el Estado ve Cataluña como una propiedad,
que puede pedir, gritar y salir a la calle, pero sigue siendo suya, y
cree que el Rey no actuará de forma distinta: "Sí puedo decir que es una
persona que de verdad quisiera que el asunto catalán se resolviese,
pero quieren que se resuelva de una manera que para la mayoría del
pueblo catalán, hoy por hoy, no es aceptable".
Ambos
presidentes han hablado también del futuro de ambos: Puigdemont reitera
que no pretende volver a optar a la Presidencia acabada la legislatura
excepcional de 18 meses, y Mas reitera que no descarta volver a
presentarse.
Mas se considera en la reserva:
"Cuando estás en la reserva no tienes por qué volver; de hecho, he
estado tantos años en primera línea que yo, objetivamente, no tendría
que volver".
Con todo, ha advertido de que, como está en la
reserva, serán otros "los que tengan que decidir si a la gente le
conviene o no" que él tenga otro papel en el futuro.
Pero Puigdemont rechaza repetir en unas eventuales elecciones constituyentes dentro de 18 meses: "He venido para hacer el trabajo".
El
presidente considera que el suyo es un trabajo irrepetible, que no
tiene continuidad porque "la próxima legislatura, felizmente, no debe
tener nada que ver con esta".
Cree que la nueva legislatura
requerirá "nuevos perfiles" y, además, confía en la renovación de CDC y
en sus métodos de elección de candidatos, para abordar el debate interno
de cómo encarar la nueva etapa de Cataluña.
"Y no se puede encarar con las mismas herramientas con que hemos encarado esta etapa excepcional. Por tanto tengo clarísimo cuál es mi rol ahora y cuál no lo es a partir de ese momento", ha dicho.
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