MADRID.- Iñaki Urdangarín, imputado en el presunto caso de
corrupción del Palma Arena, está cada vez más cerca del embargo de sus
bienes, al no haber presentado a tiempo el miércoles, junto con su
exsocio Diego Torres, una fianza civil de 8,2 millones de euros.
Urdangarin podría ver cómo el juez que instruye el caso podría
embargarle, entre otros bienes, el famoso palacete que poseen en
Barcelona este excampeón de balonmano y empresario y la infanta
Cristina, segunda hija de los Reyes de España.
El juez había dado cinco días el pasado 30 de enero al duque de
Palma, de 45 años, y su exsocio Diego Torres para que depositaran una
fianza de 8,189 millones de euros, en una decisión contra la que ambos,
que siempre han negado cualquier actividad delictiva, recurrieron.
Este monto corresponde a la suma de dinero público que el juez
encargado del caso Palma Arena, una vasto asunto de supuesta corrupción
en Baleares, considera que fue desviado, principalmente vía el Instituto
Nóos, una empresa de mecenazgo dirigida entre 2004 y 2006 por el duque
de Palma.
El jueves, el tribunal de Palma de Mallorca, que instruye el caso,
afirmó que "tras constatar que la fianza de responsabilidad civil
impuesta a Iñaki Urdangarin y Diego Torres de 8,18 millones de euros no
ha sido abonada en el plazo legalmente establecido, proveerá en los
próximos días un requerimiento personal a ambos para que presenten ante
el Juzgado una relación de bienes con los que poder responder a dicha
fianza, a efectos de que sean embargados".
La cantidad corresponde a sumas percibidas especialmente por Nóos,
una sociedad sin ánimo de lucro, a través de contratos con organismos
públicos de Baleares o de la Comunidad Valenciana.
Cuando a finales de 2011 estalló el escándalo, la prensa estimó que se podrían habar desviado hasta "17 millones de euros".
Sin embargo, "No es que mañana le van a embargar el palacete, porque
es un proceso lento", explicó el miércoles una fuente judicial,
sobre las consecuencias del impago de la fianza. Es un proceso que
"podría tardar meses", añadió.
En su recurso contra la fianza, el abogado de Iñaki Urdangarin,
Pascual Vives, consideró que su cliente "no ha cometido ningún delito".
El letrado aseguró, asimismo, ante la prensa que estudia un posible
recurso ante el Tribunal Constitucional para lograr la anulación del
procedimiento por vulneración de los derechos de la defensa.
Por segunda vez en un año, Iñaki Urdangarin tendrá que comparecer el
23 de febrero ante el juez en Palma de Mallorca en el marco de esta
investigación.
Ese mismo día, el juez también ha convocado al secretario personal de
las hijas del rey, Elena y Cristina, Carlos García Revenga, un hombre
de gran confianza de las infantas, según los medios españoles. Revenga
será interrogado sobre el puesto que ocupaba en el Instituto Nóos y
sobre las "labores de asesoramiento o consulta que pudiera haber llevado
respecto a Iñaki Urdangarin y su entorno societario y personal", según
una fuente judicial.
Delgado y elegante, dos veces medalla olímpica de balonmano en 1996 y
2000, Urdangarin gozó durante mucho tiempo de la imagen de "yerno
ideal" tras su boda con Cristina, en 1997. Ahora, es el centro de un
escándalo sin precedentes para la familia real española.
Desde finales de 2011, Urdangarin ha sido apartado de las apariciones
públicas oficiales de la familia real y, simbólicamente, su estatua de
cera fue separada del resto de la familia para ser colocado en la sala
de deportistas del Museo de Cera de Madrid.
Más recientemente, la Casa Real, que había calificado su
comportamiento de "poco ejemplar", retiró en enero su página personal de
la web oficial de la Casa Real.
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