MADRID.- La Agencia Tributaria, en un informe remitido hoy al juez
José Castro, confirma que Iñaki Urdangarin defraudó más de 240.000 euros
en las declaraciones de IRPF de 2007 y 2008. Hacienda, en este
documento que el magistrado había reclamado el pasado 5 de mayo, es
tajante: los argumentos de la defensa del duque de que la culpa de las
irregularidades las tuvieron las empresas pagadoras no tienen ninguna
base.
El instructor había pedido a la Agencia Tributaria un nuevo
informe sobre los supuestos delitos fiscales de Iñaki Urdangarin,
después de que su abogado, Mario Pascual Vives, remitiera el pasado 22
de abril un escrito al juzgado culpando a las empresas que contrataron
al marido de Cristina de Borbón de haber sido ellas, y no el imputado,
las que cometieron las irregularidades.
Ahora Hacienda ratifica punto por punto todas acusaciones.
En esos dos ejercicios, Urdangarin utilizó Aizoon para camuflar sus
ingresos personales como asesor de grandes empresas, que tenía que haber
tributado como IRPF y no como impuesto de sociedades, tal y como hizo.
Su defensa, sin embargo, adujo que en realidad todo se
debió a una «negligencia» de sus pagadores en aquellos ejercicios, las
seis compañías que le contrataron como consejero o asesor después de que
el imputado abandonara el Instituto Nóos por orden de la Zarzuela tras
descubrirse en 2006 los primeros concursos amañados e inflados por parte
de las administraciones valencianas y balear.
La defensa de Urdangarin sostenía que las firmas Motorpress
Ibérica, Aceros Bergara, Mixta África, Pernod Ricard (Francia), Havas
Sports France y Seeliger y Conde «no actuaron con la diligencia debida
en el momento de presentar su declaración, dejando de practicar la
correspondiente retención sobre los presuntos rendimientos abonados», en
contra de lo establecido en el artículo 99.5 de la Ley del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas.
Para su letrado, Urdagarin no cometió por tanto ilicitud
alguna cuando no declaró esos ingresos millonarios como IRPF, sino como
trabajos realizados por Aizoon, la empresa inmobiliaria que comparte con
la infanta y que jamás tuvo actividad real alguna, como impuesto de
sociedades, y por tanto a un tipo impositivo más bajo.
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