MADRID.- El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha negado hoy que se pueda llegar a un pacto en el caso Urdangarín por razones de Estado con el objeto de evitar un grave daño a la Casa Real porque «lo que más puede dañar a la imagen de la Corona es que puedan existir sospechas» de que se negocia.
Según ha explicado Torres-Dulce en una entrevista en Antena 3,
el caso Urdangarín se encuentra en la fase final de investigación y
calcula que antes de verano la Fiscalía podrá presentar su escrito de
calificación de los hechos y, en torno a dentro de un año, podría celebrarse el juicio «si no se complica la última fase de la investigación que pudiera dar lugar a más imputaciones».
Sobre este último aspecto ha precisado que se
trata de imputaciones ampliatorias de delitos -el pasado viernes
Anticorrupción pidió que se imputara a Iñaki Urdangarín
un delito fiscal-, no que se impute a otras personas en esta causa y ha
descartado en todo momento que la Fiscalía vaya a ofrecer un acuerdo de
conformidad para evitar la vista oral. «El propósito de la Fiscalía es
no hacer ninguna oferta de conformidad y veo difícil el horizonte de
aceptar una conformidad con cualquiera de las partes del proceso», ha
insistido el fiscal general, al destacar que «los hechos están claros y
las pruebas son más que suficientes para ir a juicio y ninguna actividad
extravagante a la procesal va a llevar a la Fiscalía a negociar en modo
alguno».
En cuanto a la posibilidad de poder alcanzar un
pacto para evitar daños a la Corona ante posibles revelaciones por parte
del socio de Urdangarín, Diego Torres, Torres-Dulce lo ha negado con
rotundidad y ha asegurado además que no ha recibido presión o petición
alguna por la Casa Real: «Ni el rey me lo habría propuesto ni yo lo
habría aceptado».
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