sábado, 16 de marzo de 2013

El asesor del Rey, en la encrucijada

MADRID.- José Manuel Romero declarará el martes, en Madrid, como testigo en el 'caso Nóos'. No está imputado, pero la situación del asesor legal del Rey es harto incómoda. Como testigo tiene obligación de decir verdad, pero tendrá que medir al milímetro sus palabras. Sabe que de ellas depende que pueda ser acusado en este proceso. Pero también es consciente que esas afirmaciones que le pueden exculpar pueden poner la puntilla a Iñaki Urdangarin.

Si el conde de Fontao, el enviado del Rey para forzar a Urdangarin a volver al buen camino, insiste en que él solo se limitó a decirle al duque de Palma que abandonará Nóos y la compañía de Diego Torres pondrá al marido de la infanta al pie de los caballos, como el único responsable de haber creado la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social (Fdcis), la plataforma que sirvió para evadir capitales a paraísos fiscales.
La delicada situación de Fontao es consecuencia directa de los 'email' aireados por Diego Torres y que ya han costado la imputación a otra persona muy cercana a la Familia Real, Carlos García Revenga, el secretario de las infantas. Si no fuera por esos ya famosos correos electrónicos, Romero ni siquiera hubiera sido llamado a declarar. Pero esas misivas apuntan a que el asesor del Rey, lejos de apartar a Urdangarin, le ayudó a reinventar Nóos y convertirla en una nueva institución, la Fdcis, en la que el yerno del Monarca, aunque seguía al mando, ya no aparecía en el organigrama directivo.
Dos nuevos 'email' incluidos por Torres en la última andanada de correos hecha pública esta semana insisten en que Fontao intervino directamente en esa transición. Esos correos, fechados en diciembre de 2006 y febrero de 2007, apuntan a que fue el propio asesor del Rey se dedicó a dar de alta la Fdcis, controlar todo el proceso para disolver otra fundación fallida de Urdangarin y Torres, la Areté, y se encargó de que el marido de Cristina de Borbón no apareciese por ningún lado. «Al respecto (el conde) no me ha puesto ningún impedimento», explica Urdangarin a Torres en uno de esos correos.

Más 'email'

Pero en la causa, gracias a las aportaciones de Diego Torres, hay otros muchos 'email' que ponen en apuros a Fontao. En uno del 25 de febrero de 2007, el abogado comunica al duque «la buena noticia» de que la fundación para los niños discapacitados «se inscribió el 14 de febrero» en el registro del Ministerio de Cultura y ese mismo 25 de febrero salió la «comunicación al presidente de la fundación». Por tanto, prosigue el abogado, «ya se puede disolver Areté y ceder su nombre y su capital a la nueva». En un 'email' anterior, del 14 de diciembre de 2006, Urdangarin informa a Torres de que ha comunicado al conde de Fontao «el arranque» de la nueva fundación y le ha pedido su «colaboración para hacer crecer este proyecto». En otro correo, este del 12 de junio de 2007, Julita Cuquerella, la secretaria del duque de Palma, avisa a un colaborador de la fundación de que tres días más tarde su jefe irá a Madrid y tendrá una comida de trabajo con Romero y Torres.
Pero José Manuel Romero, desde que hace dos meses los correos electrónicos empezaran a señalarle, lo ha negado todo. Incluso a través de comunicados distribuidos por la propia Casa del Rey. Siempre ha sostenido que su función en el proceso de disolución de Nóos, la creación de la fundación Areté y la posterior constitución de la Fdcis en ningún caso fue de «asesoramiento jurídico».
Según la versión del letrado, en julio de 2005 recibió el encargo de la Zarzuela de revisar la fórmula jurídica del instituto Nóos y las actividades empresariales de Urdangarin. La conclusión fue que la fórmula de asociación que tenía Nóos «no era correcta» porque desempeñaba actividades mercantiles. Y que, por tanto, él exclusivamente aconsejó al duque de Palma que si Nóos quería persistir en la actividad mercantil debía canalizarla a través de una sociedad 'ad hoc' «sin participación del señor Urdangarin».
La paternidad de la Fdcis no es un hecho baladí ni para el juez José Castro ni para Anticorrupción. La fundación de niños discapacitados fue usada supuestamente por Torres y el duque para evadir casi un millón de euros a paraísos fiscales. Además, esta institución, que entre el 2007 y el 2009 recibió en donaciones 621.528 euros, solo destinó a fines sociales o a la ayuda de asociaciones relacionadas con la integración el 1,5%. El resto del dinero, supuestamente, terminó en los bolsillos del duque y de su exsocio.

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