jueves, 6 de junio de 2013

El Príncipe Felipe se desmelena en un cumpleaños… sin Letizia

MADRID.- Letizia Ortiz no es la única que se va de juerga hasta altas horas de la madrugada rememorando sus gestas de soltera. El pasado viernes 31 de mayo, el Príncipe Felipe se lo pasó en grande en la casa de su tía la infanta Pilar, en el distinguido barrio madrileño de Puerta de Hierro. Hasta allí se trasladó para acudir a la celebración del 40 cumpleaños de Beltrán Gómez Acebo, donde se reunieron alrededor de trescientas personas. Un fiestón en toda regla. 
Conviene señalar que la princesa pactó con su marido su espacio de libertad. "Don Felipe sabe que la presión que sufre su esposa es inmensa, los dos necesitan espacio e independencia; Letizia aún más porque le da mucha importancia a su vida privada y al tiempo que pasa con sus hijas. Lo natural en una madre tan volcada como ella", señalaban fuentes cercanas a la pareja a La Otra Crónica de El Mundo.

Los viajes en solitario de la otrora periodista a Miami y a Londres hicieron correr ríos de tinta. Pues bien, Felipe se ha tomado la 'revancha' en el cumple de Beltrán, bailando "como el que más" en uno de los salones del inmueble, tal y como informa Paloma Barrientos en su columna de Vanitatis. ¡Y es que lo dio todo hasta las seis de la mañana!

El heredero al trono justificó la ausencia de su mujer asegurando que se había quedado en casa para cuidar a una de sus hijas que tenía fiebre. No solo se esperaba a Letizia en este cumpleaños, sino también en la boda de Iñigo de Mora que tuvo lugar al día siguiente.

Entre los invitados al evento se encontraban el príncipe Konstantin de Bulgaria y su mujer María García de la Rasilla; Laura Ponte, la exmujer de Beltrán; José María Aznar Botella; la sempiterna Paloma Segrelles; Carolina Herrera y el 'Litri'; Álvaro Fuster; Adelaide d'Orleans; Fernando Martínez de Irujo; Rafa Medina; y Felipe Varela, el modisto de la princesa, entre otros muchos.

El hogar materno de Beltrán sirvió a esta legión de VIPs como resguardo para evitar a los paparazzi. La presencia de Felipe solo, como cabía esperar, no estuvo exenta de cierto morbo.

"No es que la pareja esté mal, sino que el heredero es consciente de que ésta es la única forma de que su mujer aguante la presión que parece arreciar con cada día que pasa (...) La princesa va por libre. Valora muchísimo su independencia y, desde hace dos años, se le deja actuar a su criterio", sentenciaba la citada fuente de La Otra Crónica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario