MADRID.- Hace poco, en un restaurante de Barcelona, Ana Urdangarin
Liebaert, la hermana mayor del duque de Palma, cenaba junto a su marido y
unos amigos, revela 'El Mundo'.
El ambiente en el grupo era de abatimiento, los periódicos
iban llenos de las tropelías cometidas por Iñaki y nadie se atrevía a
sacar el tema. Pero en una mesa próxima alguien la reconoció y tuvo un comentario despectivo para Txiki, como ella llama a su hermano.
Ana, mujer fuerte y discreta, madre de cinco hijos y
empleada a tiempo parcial en la Nestlé, se indignó e iba a contestar
cuando su marido la detuvo y sus amigos trataron de consolarla.
Ana
escuchó sus razonamientos con la cabeza baja, pero al fin miró uno a uno
a los comensales y dijo con inmensa amargura: "¡Vosotros sabéis que si mi padre viviera, ya le habría pegado fuego a la Zarzuela!".
El marido se llevó el dedo a los labios, todos callaron impresionados, alguien pidió la cuenta y fuéronse.
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