MADRID.- El Rey llegó ayer a Oman en el marco de su segunda ronda por los países del Golfo.
El jueves se traslada a Baréin, donde termina este periplo. La idea de
Su Majestad es visitar los seis países que integran el denominado
Consejo de Cooperación del Golfo antes del verano. Abrió la serie con
Abu Davi y Kuwait, y tras Oman y Baréin seguirá por Arabia Saudi y
cerrará con Qatar. Seis países en mes y medio.
El desplazamiento a Arabia Saudí, seguramente uno de los más
interesentes de este periplo arábigo del Monarca, está pendiente aún de
ponerle fecha. Desde Zarzuela confirmaron a este periódico que será en mayo,
tal y como inicialmente se había anunciado, pero no se ha concretado ni
día ni semana. Su Majestad, según fuentes familiares, está a la espera
de conocer el futuro judicial de su hija, la infanta Cristina,
actualmente imputada por el 'caso Nóos, según 'Voz Pópuli'.
El juez Castro cerrará la instrucción tras el puente de Mayo. Tiene la pieza de resolución casi concluida, redactada ya en su mayor parte, pero
está a la espera de algunos trámites pendientes que le impiden dictar
el auto de transformación de las diligencias previas en el Procedimiento
Abreviado, especie de auto de procesamiento.
La gran incógnita del caso es si el instructor mantendrá la
imputación de la infanta Cristina, a la que tomó declaración en febrero
por delito fiscal y blanqueo. Tanto los informes de Hacienda como la
abogacía del Estado y la Fiscalía se han inclinado por apartar
definitivamente a la Infanta de este caso. Sin embargo, en las últimas
fechas ha trascendido en fuentes judiciales que el magistrado sopesa
mantener la imputación de doña Cristina por presunto delito fiscal pero
no por blanqueo.
La inquietud y los nervios no se disimulan en la Zarzuela en estas
jornadas previas a conocerse la decisión final del juez. La infanta
Cristina atraviesa seguramente por el momento de mayor tensión
desde que empezó todo este oscuro asunto, y así lo traslada
insistentemente en sus conversaciones con la Zarzuela, donde aún se
confía en una resolución favorable a la duquesa de Palma. Fuentes
próximas a la familia comentan que Cristina está pasando por una de las
temporadas más duras desde que estalló el escándalo, con momentos
particularmente tensos, en especial cuando le llegan determinadas
informaciones desde el juzgado de Palma. No obstante y aunque el auto
resulte finalmente de imputación, se da por hecho que la Fiscalía
planteará inmediatamente un recurso ante la Sala para evitar que se
lleve a efecto.
Ante este panorama, el Rey, que también se ha mostrado en privado
ostensiblemente nervioso por la evolución de los acontecimientos, ha
decidido dar instrucciones de bloquear su agenda internacional,
últimamente muy activa, a la espera de las noticias del juzgado
palmesano. La visita a Arabia Saudí, seguramente la más interesante de
toda la gira, habida cuenta de su potencia económica y los vínculos con
empresas españolas, está a la espera de un cierre de fechas por parte de La Zarzuela. Si, como está previsto, la resolución judicial se conoce
en la primera quincena del mes entrante, el Rey se desplazaría a Riad a
finales de mes.
La visita que ayer comenzó en Oman y que concluirá el sábado en
Baréin es de formato casi idéntico a la que abrió la serie, en Emiratos y
Kuwait. La única diferencia es que esta vez no viaja acompañado del
ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que ha optado por quedarse en Madrid para asistir al Consejo de Ministros de hoy.
La comitiva está formada de nuevo por la denominada 'troika del Rey',
es decir, los titulares de Fomento, Defensa e Industria que se
desplazan con el Monarca a lo largo de todo este periplo arábigo. Tres
ministros con los que Su Majestad se encuentra muy cómodo, y con quienes
conversa relajadamente en alguna ocasión, luego de concluida la jornada
oficial. También en esta ocasión viajan directivos de una quincena de
empresas del Ibex como ACS, Ferrovial, Gas Natural, Fenosa, Indra, Sacyr,
todas ellas con intereses en la zona. El sultanato omaní es un
territorio poco trabajado por las compañías españolas, ya que tan sólo
cinco de ellas han puesto el pié en ese país.
Baréin, la segunda escala, es un país de mínima extensión, muy
vinculado a los saudíes y denunciado insistentemente por las organizaciones de derechos humanos
por la persecución constante de que son objeto los militantes de la
oposición.
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