MADRID.- El economista, diplomático e historiador Ángel Viñas (Madrid, 1941) vuelve a las librerías. Este martes sale a la venta ¿Quién quiso la Guerra Civil? Historia de una conspiración (Crítica),
una obra en la que explica cómo se fraguó el golpe de Estado del 18 de
julio de 1936, las conspiraciones de los monárquicos para acabar con la
República desde el mismo 14 de abril de 1931 y los contactos casi
continuos que los partidarios de la Monarquía mantuvieron con la Italia
de Benito Mussolini para derrocar al régimen republicano. El
objetivo era instaurar en España un régimen similar a la dictadura de
Primo de Rivera con retoques de corte fascista, según adelanta en Público.
Pero el plan saltó por los aires. El general Sanjurjo, que debía ser el primer jefe de Estado, murió en un accidente aéreo en los primeros días de la sublevación y Calvo Sotelo, llamado a ser el jefe político, fue asesinado días antes de la sublevación. En estas circunstancias, Franco
se hizo cargo de la situación, más por azar que por predestinación, y
traicionó a los monárquicos, que habían conseguido lo más difícil:
asegurar el apoyo de la Italia fascista a través de aviones modernos de guerra que permitían, a ojos de los partidarios alfonsinos, una victoria rápida en una guerra que preveían corta.
"El golpe lo predicaron los monárquicos sobre la base
de una sustancial connivencia con la potencia más próxima a las derechas
radicalizadas de la época (Italia). No se trató de lanzarse a un
movimiento nacional, sino a un movimiento apoyado operativamente por el
fascismo italiano", escribe Viñas, que ya demostró, documentos en mano,
cómo los monárquicos habían decidido ya en 1935 sublevarse si las
izquierdas regresaban al poder y, además, lo harían con el apoyo del
régimen fascista.
Usted pone mucho énfasis en destacar que el golpe de Estado del 18 de julio no fue solo militar, que tuvo una trama civil muy importante. En la obra que acaba de publicar se pregunta en el mismo título que quién quiso la Guerra Civil. ¿Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que quienes más hicieron por el golpe y la posterior guerra fueron los monárquicos?
¡Sin lugar a dudas! Fueron los monárquicos. Pero esto
no es nuevo. Los monárquicos alfonsinos no quisieron la República y
lucharon contra ella desde su primer día. Sin embargo, muchos
historiadores han reducido el papel de los monárquicos a meros
agitadores poniendo como ejemplos los discursos de Calvo Sotelo
o de Acción Española. Se les ha descrito como los creadores de un
estado de opinión contrario a la II República. Y esta era la idea que yo
tenía en un inicio. Pero no es así.
En 2013 ya descubrí, y así lo publiqué, los contratos por lo que los monárquicos compraban aviones de guerra a la Italia fascista,
por lo que eran más que simples agitadores. En esta obra doy muchos más
detalles de cómo los monárquicos estuvieron en contacto con los
fascistas y ya es evidente que el golpe de Estado del 18 de julio fue
debido a una conspiración militar, pero también a una conspiración
civil. Desde el año 1933 y 1934 los monárquicos empiezan a agitar al
Ejército y a contactar con los italianos. Hasta ahora se mantenían dudas
sobre hasta qué punto Calvo Sotelo había estado implicado en el golpe o
no. Pero ahora ya no hay dudas del papel tan importante que jugaron. El
golpe fue instigado por los monárquicos en connivencia con la Italia
fascista.
Usted afirma que en 1935 los monárquicos ya tenían claro que si las izquierdas regresaban al poder [tal y como se produjo en las elecciones de febrero de 1936] protagonizarían una sublevación
Lo tenían claro desde antes. Pero en esa fecha,
Goicoechea, jefe nominal de Renovación Española [partido monárquico de
la época liderado por Calvo Sotelo], se lo transmitió a Mussolini,
dictador fascista de Italia. Eso es un salto cualitativo muy importante.
Ya se habían visto en marzo del 34 y en febrero del 35, pero yo no he
podido encontrar rastro de lo que hablaron en esas entrevistas. Es
evidente que en los archivos de Roma han desaparecido papeles. Por
ejemplo, el 31 de marzo de 1934 hubo un acuerdo entre monárquicos y la
Italia fascista. ¿Sabes dónde estaba el documento italiano que lo
prueba? No estaba ni en los archivos romanos ni en la secretaría del
Duce. Estaba en la caja fuerte de un banco italiano. Es decir, supongo
que Mussolini no estaba dispuesto a que mucha gente conociera lo que
estaba haciendo ya que era una agresión a estado soberano, como España.
Ni siquiera sus propios funcionarios.
Lo que sí se conserva es la documentación que hicieron
los funcionarios italianos para preparar la entrevista entre Goicoechea
y Mussolini. En esa documentación aparecen los antecedentes. Ese
dossier se conserva y es fundamental.
Entonces se acaba el mito de que la Guerra Civil se explica únicamente por factores o vericuetos de la política interna de España. El apoyo de Italia es decisivo para el inicio de la misma
Esa posición está completamente desacreditado y, además, lo hemos
desacreditado con documentos de la época. Mussolini se comprometió con
los monárquicos a entregar aviones a los conspiradores. Aviones de
guerra. Esto es importante para la historia de España, pero también para
la de Italia. Se ha escrito mucho sobre si Mussolini tenía interés o no
en participar de un golpe en España. Pues bien, Mussolini está
dispuesto a intervenir en España desde, al menos, 1934. Este
descubrimiento sitúa a España dentro de la línea de agresiones de la
Italia de Mussolini. Empezó por Abisinia (Etiopía) y continuó por
España, Albania y Grecia. El objetivo de Mussolini era dominar el
Mediterráneo occidental y su gran pieza en su política internacional,
por tanto, no es Abisinia. Es España.
¿Y el motivo? ¿Eran las reformas de la República o como dice usted para los monárquicos la proclamación de la República ya era en sí mismo un motivo para el golpe?
La proclamación de la República era suficiente. Los monárquicos
equipararon República a Revolución. Desde el principio, declaran la
guerra a la República. Aunque una cosa es declarar la guerra
retóricamente y otra cosa es hacer la guerra. Eso necesita preparación y
esta es la conspiración que ponen en marcha. En 1934 ya hay un acuerdo
con Italia para actuar en contra de la República. Ese acuerdo ha sido
despreciado. Stanley G. Payne ni lo cita. El hagiógrafo de Calvo Sotelo
solo le dedica un párrafo. Para mí, es el elemento clave.
¿Qué planes tienen para España estos monárquicos?
Tenían un plan muy claro y nadie lo había conseguido
demostrar con documentación de la época. Yo sí. Los conspiradores
querían volver a una dictadura militar como la de Primo de Rivera, pero
con toques fascistas. El plan pasaba, en caso de triunfar, por poner a
Sanjurjo como jefe del Estado de manera temporal y a Calvo Sotelo como
jefe de un directorio cívico-militar que dirigiría el gobierno. ¿Para
qué? Para una restauración monárquica en el momento dado. ¿Qué significa
esto en las condiciones de los años 30? Que los monárquicos buscaban la
ayuda fascista porque aspiraban a un tipo de sistema parecido al
italiano, donde estaba el rey, Victor Manuel II, y el Duce, que era un
civil, aunque hubiese luchado en la I Guerra Mundial. Recuerda que el
Duce era un periodista. Esto explica por qué los monárquicos se volcaron
con Italia y no con Alemania.
Tras esta supuesta restauración monárquica, ¿quién hubiese sido el rey?
No se llegó a decidir. Había gente que pensaba que Alfonso XIII,
otros en su hijo Juan, pero no se había llegado a decir abiertamente.
Sí se sabe que se llegó a plantear a Alfonso XIII que depositara sus
derechos a la Corona en manos de su hijo Juan, y que esta propuesta fue
rechazada.
¿Qué papel jugó Alfonso XIII en esta conspiración?
¡Ah! Esa es una de las grandes cuestiones. Yo no he
encontrado un papel de evidencia directa primaria que demuestre que
Alfonso XIII estaba al corriente de los planes de sublevación. En 1932
sí que da el visto bueno a recaudar fondos para este propósito. Pero,
después, ¿estaba al corriente de los avatares de la sublevación? Yo,
personalmente, creo que es imposible que no supiera nada. Hay un informe
de la Policía política italiana que se hace eco de una reunión que
Alfonso XIII mantiene con Sanjurjo en Montecarlo en la primavera de
1936. ¿Para qué diablos se reúnen los monárquicos con su majestad en
Montecarlo? Este informe es de la Policía política del Duce, que puede
estar equivocado, pero es lo que tenemos.
Sí que sabemos que poco después del golpe de Estado,
creo que el mismo 19 de julio, Alfonso XIII escribió a Mussolini.
Durante un tiempo creí que los monárquicos le habrían mantenido alejado
de los detalles, pero no hay razón o evidencia para pensar que eso fuera
así. Por eso digo al final que solo los archivos de la Corona, si es
que existen, pueden explicar esto. Hay lagunas.
Sin embargo, el plan de los monárquicos se viene abajo a las primeras de cambio...
Sí. A Calvo Sotelo le pegan dos tiros y a Sanjurjo
lo estrellan en un avión. El plan podría haber sobrevivido si hubiese
triunfado. A Calvo Sotelo se le podía sustituir. Pero Sanjurjo era
insustituible. Era la pieza fundamental.
En estos planes no aparece por ningún lado la figura del general Franco
Exacto. El general Franco tenía una misión específica.
Que era sublevar a la guarnición de Canarias, ponerse al frente del
ejército de África y seguir las pautas que había escrito Mola en sus
instrucciones en el mes de junio.
De hecho, Franco no desempeña un papel activo en la
conspiración. El monárquico Pedro Sainz Rodríguez dijo en sus memorias
que Sanjurjo hizo una especie de encuesta entre los generales del
Ejército para ver qué querían después del golpe. Y decía que Franco
quería ser nombrado Alto Comisario de España en Marruecos. ¿Es
verosímil? Sí. ¿Es verdad? No lo sabemos.
Sí sabemos, por contra, que Franco reescribió la
historia completamente una vez llegó al poder. La dictadura franquista
tuvo desde sus primeros momentos la idea de mantener una determinada
versión de lo ocurrido. Esa versión, prácticamente, se mantiene hasta
hoy con los cambios que han sido necesarios para su permanencia. Pero es
todo falso. Los mitos del franquismo son falsos. Están montados sobre una base falsa.
¿Traicionó Franco a los monárquicos?
Por supuesto. Y Pedro Sainz Rodríguez es consciente
de la traición. Hay papeles carlistas y monárquicos que demuestran que
había sectores de ambos lados que se sentían profundamente decepcionados
y traicionados. No se habían sublevado para poner a Franco en el poder.
Pero todo ese malestar no lleva a nada. Ya en el 40, los monárquicos
hacen un balance de la situación a los ingleses y ponen a parir a
Franco. Incluían errores de bulto para destruir la imagen de Franco. Ese
documento permite ver el cabreo que tienen. Se sienten traicionados.
También escribe que Falange, que después sería el partido único, en los planes iniciales de los monárquicos solo tenía un papel reservado: el de pistoleros. No había lugar para ellos
Pistoleros. Eso es. Ese era su papel para los
monárquicos. Nada más. Nadie pensaba, en los círculos monárquicos, que
Falange tendría la influencia que poco después tuvo. Eso sí, en ausencia
de Sanjurjo.
Hay una frase que me llama la atención. Usted dice, al final de su obra, que la primera causa del golpe de Estado es que los monárquicos consideraban que España era suya, que aquí mandaban ellos, y que no iban a compartir el poder con nadie más
Por supuesto. Así es. Algunos historiadores
califican a los monárquicos como contrarrevolucionarios. Pero no es
cierto. Eran reaccionarios. Gente que quería volver a la situación
anterior. Volver a la dictadura primorriverista con los retoques
fascistas necesarios. El informe que los monárquicos elevan a los
ingleses, del que hemos hablado antes, se nota que son reaccionarios en
estado puro. Que España era suya y lo había sido siempre. La República
era como una arruga en la historia de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario