MADRID.- La Casa del Rey justificó el pasado viernes la ausencia de la infanta Elena de Borbón de la tribuna principal en el desfile militar del 12-O con el argumento de que la primogénita de Don Juan Carlos
ha quedado excluida del "núcleo central" de la familia real, compuesto
por los Reyes y los Príncipes de Asturias. Pero la marginación de Doña
Elena, que fue relegada a la tribuna de invitados, infringe el
Real Decreto que regula la precedencia de las autoridades del Estado en
los actos oficiales, y que lleva, precisamente, la firma del monarca.
El Real Decreto 2099/1983, por el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado, establece claramente en su artículo 10 el orden protocolario
que rige la ubicación de autoridades y altos cargos en los actos
oficiales organizados en Madrid por la Corona, el Gobierno o la
Administración central. El Rey ocupa el primer lugar en esa estructura
jerárquica, seguido por la reina Doña Sofía, los Príncipes de
Asturias y, en cuarta posición, los infantes e infantas de España. A
continuación, los presidentes del Gobierno, del Congreso, del Senado y
del Tribunal Constitucional, y así hasta llegar al número 41, que
corresponde a los tenientes de alcalde del Ayuntamiento de la capital.
La infanta Elena, sin embargo, fue desplazada de la tribuna principal
que había ocupado siempre en el Día de la Fiesta Nacional -junto a sus
padres y hermanos- y ubicada en una de las tribunas de invitados, al
lado del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y muy cerca del portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, situado junto al número uno socialista.
De esta forma, la Casa del Rey se saltó hasta tres veces
el Real Decreto de precedencias: al apartar a la Infanta Elena del
lugar que le correspondía en la tribuna principal; al colocarla al lado
del líder de la oposición, que ocupa el puesto número 15 en la jerarquía
protocolaria; y al dejarla fuera del tradicional besamanos con el que la familia real recibió a sus invitados en la recepción posterior al desfile celebrada en el Palacio Real.
"En ningún supuesto"
Un portavoz oficial de La Zarzuela aseguró a El Confidencial que el Real Decreto -aprobado en 1983 por el Gobierno que entonces presidía Felipe González,
y que hoy sigue en vigor- es "un decreto de máximos", y que la Casa del
Rey "siempre puede modificar las ubicaciones en los actos oficiales o
renunciar a ellas". La normativa vigente, sin embargo, advierte
claramente que "en ningún supuesto podrá alterarse el orden
establecido para las instituciones, autoridades y corporaciones del
Estado señaladas en el presente ordenamiento", según establece el
artículo 5.2 del Real Decreto de precedencias.
Fuentes cercanas a la Casa del Rey señalaron a El Confidencial que la infanta Elena sólo podría haber sido apartada de la tribuna principal del desfile -y posteriormente del besamanos protocolario en el Palacio Real- si antes el Gobierno hubiese derogado o modificado el Real Decreto de precedencias, circunstancia que no se ha producido.
El
portavoz oficial de La Zarzuela indicó al
respecto que la Casa del Rey "no tiene intención de proponer al Gobierno
la modificación del Real Decreto". Y añadió que, a partir de ahora,
únicamente el "núcleo central" de la familia real -los Reyes, el
príncipe Felipe de Borbón y la princesa Letizia Ortiz- presidirá los "actos institucionales de máxima solemnidad", como el celebrado el viernes en Madrid con motivo del Día de la Fiesta Nacional.
Acabado
el desfile militar, y durante la recepción que los Reyes ofrecieron a
continuación en el Palacio Real, la infanta Elena confesó a un grupo de
periodistas: "Este momento tenía que llegar", en alusión a su
alejamiento del "núcleo central" de la Corona. Aunque la Casa del Rey
nunca lo ha reconocido explícitamente, la decisión de potenciar las
figuras del Rey y el Príncipe, en detrimento de las infantas Elena y Cristina de Borbón, es una consecuencia directa del caso Urdangarín, que ha erosionado gravemente el prestigio de la institución monárquica. Iñaki Urdangarín sigue siendo miembro de la familia real, pero fue apartado de la agenda oficial de la Corona tras ser imputado por corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario