Admirado compañero de Criterios: Hace dos domingos quise haber tenido la
oportunidad de enviarte esta carta, mas nunca es tarde. Quedé, como
siempre que te leo, asombrado por la facilidad con que tu pluma
recordaba el nacimiento de esta monarquía que actualmente vivimos en tu
Observador: "Monarquía acorralada", pero quisiera aportarte unos datos
que conservo en mi archivo personal. Comenzabas diciendo: "Los españoles
casi siempre han vivido bajo una monarquía, pero no son monárquicos. En
poco más de medio siglo -los 63 años que mediaron entre 1868 y 1931-
mandaron al destierro a Isabel II, Amadeo de Saboya y Alfonso XIII. Una
reina y dos reyes destronados en menos tiempo del que suele vivir una
persona suponen un récord. Pese a todo, en España sigue reinando un rey.
Lo hace Juan Carlos I por la condescendencia ciudadana surgida tras la
muerte de Franco".
Perdón, pero creo que no fue la "condescendencia" lo que retornó la
monarquía, sino el anterior nacimiento de una orden expresa del general
Franco, que se inventaba una monarquía inexistente rompiendo con todos
los moldes que durante siglos y siglos trasmitían la forma de heredar
una corona. Los españoles de aquel momento seguían hipnotizados sin
autoridad mental para rebelarse. Quiero ser justo al recordar que no
todo lo que se hizo en el franquismo fue malo, y posiblemente pasar de
una dictadura a una "monarquía inventada" era un mal menor para un
tiempo de transición.
El martes 22 de julio de 1969, el jefe del Estado llegó al palacio de
la Carrera de San Jerónimo -el edificio de los leones- acompañado por
el entonces presidente de las Cortes, Antonio Iturmendi, y ante los
procuradores leyó su discurso proclamando una nueva monarquía para
España el día que él falleciera. Entre otras cosas dijo: "Esta monarquía
es la del Movimiento Nacional". Esto, hoy día, se traduce en que es el
último lazo que nos liga con la dictadura.
Como era de esperar en aquella lejana jornada, la "propuesta" de
Franco fue recibida con 491 votos afirmativos, 19 negativos, 9
abstenciones, y uno nulo. Entre los que votaron "no" se encontraba el
nieto del fundador del grupo ABC y Blanco y Negro Torcuato Luca de Tena y
otros dieciocho que, ante la abrumadora mayoría del "sí", auguraron:
"Lo que bien empieza mal termina". De hecho, Juan Carlos I pasó a tener
el sobrenombre de "El breve". Craso error.
Por su parte, D. Juan Carlos no se encontraba seguro de que España
admitiera aquella monarquía y le confesó a José Luis de Vilallonga en
1993: "¿Cuántos monárquicos había en aquella época? Muy pocos, seamos
sinceros. Así que había que ser realista. Incluso la "operación retorno"
de la monarquía, decidida por Franco, no dejaba de ser peligrosa". Con
estas palabras, D. Juan Carlos dejaba patente que "operación retorno"
era una decisión franquista.
La única voz autorizada en aquellos momentos para hablar y decidir
los pasos del la monarquía era el jefe de la Casa Real Española en el
exilio, D. Juan de Borbón, padre del Rey, quien el 19 de julio de 1969, y
adelantándose a Franco, realizó una declaración escrita desde Estoril
que ha pasado a la historia: "D. Juan de Borbón, Jefe de la Casa Real
Española, ha hecho pública la siguiente nota a través de su secretaría
particular: En 1947, al hacerse público el texto de la llamada Ley de
Sucesión, expresé mis reservas y salvedades sobre el contenido de esa
tradición histórica de España. Aquellas previsiones se han visto
confirmadas ahora cuando, al cabo de veinte años, se anuncia la
aplicación de esa Ley. Para llevar a cabo esta operación no se ha
contado conmigo, ni con la voluntad libremente manifestada del pueblo
español. Soy pues, un espectador de las decisiones que se hayan de tomar
en la materia y ninguna responsabilidad me cabe en esta instauración".
El mismo Rey Juan Carlos I, entonces príncipe de España, declaró un
año antes, en octubre, a la revista francesa "Point de Vue": "...no
puede haber problema entre mi padre y yo. Existe la ley dinástica,
contra la que nadie puede nada. Jamás, jamás aceptaré reinar mientras
viva mi padre; él es el Rey."
Dato para el lector: cuando falleció D. Juan de Borbón, su padre, Juan Carlos I llevaba siendo rey cinco años y cinco meses.
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