domingo, 31 de marzo de 2013

Las tácticas de Letizia para escapar de palacio

MADRID.- Son muchas las ocasiones en las que la princesa de Asturias sale con sus amigas. Salidas a conciertos, comidas, cenas, viajes de varios días o una simple noche de copas son cada vez más frecuentes en su agenda privada. El pasado miércoles, las revistas ofrecían unas fotos de Letizia saliendo a tomar el aperitivo con unas amigas en Madrid. Llama la atención su indumentaria: pelo recogido, anorak amplio, gafas de sol. El mejor atuendo posible para una princesa que pretende pasar desapercibida. Además, conducía su propio coche. Ni rastro, a simple vista, de los escoltas. 


En algunas ocasiones, las menos, la Princesa ha sido fotografiada en estos actos lúdicos fuera de agenda. Pero lo cierto es que cuida hasta el más mínimo detalle para evitar ser fotografiada. "Siempre va rodeada de al menos 4 o 5 escoltas. Muchas veces ni siquiera se les ve, pero ahí están. Si una persona saca su móvil y la enfoca desde cualquier rincón del restaurante inmediatamente son interceptados por la seguridad de la Princesa", cuenta a Vanitatis uno de los paparazzi que la intenta seguir a diario. Otro profesional que la pudo inmortalizar en la famosa frutería del barrio de Salamanca relata lo difícil que fue: "Estábamos haciendo guardia por la calle Serrano. De repente, comenzaron a llegar varios miembros de seguridad. Nos permitían hacer sólo una foto, pero después no podíamos seguirla. Todo está perfectamente controlado”, asegura.

Es complicado ‘cazar’ a Letizia porque el núcleo que la protege en Zarzuela está bastante blindado a las filtraciones. "A los escoltas de la Princesa algunos les llaman ‘la secta’ en Casa Real", comenta una fuente cercana a palacio. La princesa está tan obsesionada con las filtraciones que tiene muy bien entrenado a su equipo. De hecho, los que trabajan para ella no se relacionan demasiado con los que guardan la seguridad de los otros miembros de la Familia Real. El celo de Letizia con sus salidas privadas es tal que, "en muchas ocasiones, cuando la Princesa va en su coche y se trata de actos privados, los escoltas que la siguen no conocen el destino", comentan las mismas fuentes.


Letizia aprovecha muchas de las ausencias de su marido para coger el bolso y salir a la calle. Se ha comentado que el pasado día 8 de marzo, mientras el Príncipe asistía al funeral de Hugo Chávez en Venezuela, Letizia disfrutaba de una distendida noche de copas con sus amigas que se alargó hasta altas horas de la madrugada. Hasta tal punto que el Heredero, que aterrizó muy entrada la noche en Barajas, acabó llegando a palacio antes que su esposa. No es la primera vez que ocurre algo parecido. Letizia fue vista en un conocido local del paseo de la Castellana el sábado 12 de enero con unos amigos, horas antes de que el Príncipe presidiera en Zaragoza el funeral por el último soldado español fallecido en Afganistán, según confirman a Vanitatis testigos presenciales de la velada lúdica de la Princesa. 

La esposa del príncipe Felipe es, además, una asidua a los conciertos de música pop. La hemos podido ver en las actuaciones del grupo The Killers, Amaral, Bon Jovi, Shakira o Pablo Alborán, entre muchos otros. Suele acudir en compañía de amigas. También viajó con ellas hasta Jávea, en Alicante, en abril del año pasado. Pero la caída del Rey en Botsuana arruinó su escapada bucólica. ¿Por qué no hay fotos de estas salidas con la persecución a la que está sometida la Princesa? ¿Por qué los fotógrafos se enteran a posteriori en la mayor parte de las ocasiones? 

Las tácticas de Letizia para proteger estas salidas han llegado a ser rocambolescas. Al menos en una ocasión, según narra a Vanitatis una fuente muy cercana al palacio de la Zarzuela, la princesa creó un whatsapp colectivo para indicar a sus acompañantes el día y la hora de la cita. Ninguna sabía a qué lugar iba a ir. Un monovolumen de palacio, con capacidad para varios pasajeros, recorrió la ruta señalada por la Princesa para recoger a cada una de sus amigas, a las que ella esperaba en el lugar escogido. 
De esta manera, y aunque confía ciegamente en ellas, evita que, por casualidad, se pueda filtrar el destino final de la reunión. La princesa ha sabido escoger muy bien a las amigas en las que seguir confiando tras su solemne matrimonio. Nunca la han traicionado, a pesar de que algunas son, como ella en otros tiempos, periodistas.

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