viernes, 19 de abril de 2013

Los duques de Palma pasan el día en Menorca y vuelven de regreso a Barcelona


MAHÓN.- La infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, pasaron este viernes unas horas en Menorca. Llegaron por la mañana a bordo de un catamarán con el que recorrieron diversos puntos del litoral y abandonaron la Isla a media tarde en un vuelo de la compañía Vueling con destino a Barcelona, según publica 'Última Hora'.

Pese a algunos rumores que circulaban desde primera hora del día en las redes sociales, la confirmación plena de su presencia en la Isla no se produjo hasta después de las seis y media, cuando el pasaje que se disponía a tomar el mismo vuelo se sorprendió al verles en el interior del avión. Habían entrado los primeros tras resguardarse en la sala VIP de la mirada curiosa de las decenas de personas que en aquel momento estaban en la terminal de Maó.

Según relataron varios testigos, en el momento de embarcar oyeron a una de las azafatas musitar en silencio a sus compañeras que dentro estaban los duques de Palma. En efecto, conforme el pasaje iba entrando en el avión descubría al matrimonio sentado en primera fila a la derecha, leyendo un libro y echando un vistazo a una revista del corazón en la que aparecían. Ambos vestían de modo informal: Urdangarín llevaba pantalón vaquero y una camisa, mientras que la infanta lucía un pañuelo de colores.

El vuelo partió con un leve retraso, por lo que no tomó tierra en Barcelona hasta las ocho menos cuarto. Durante los 45 minutos de trayecto, todas las miradas estuvieron puestas en ellos y se escucharon múltiples comentarios, algunos irónicos por la investigación judicial de la que son objeto como imputados en el caso Nóos.

Se da la circunstancia de que el socio de Urdangarin en la fundación, Diego Torres, es menorquín. En cualquier caso, la Casa Real dijo desconocer el motivo de la visita.

La misteriosa, fugaz e inesperada visita de los duques de Palma a Menorca empezó este viernes sobre las nueve de la mañana, cuando agentes de la Guardia Civil preguntaron a los distintos operadores del puerto de Mahón por el paradero de un catamarán que tenían órdenes de escoltar y custodiar.

Al parecer, el catamarán con Urdangarín y la infanta Cristina a bordo debía atracar en alguno de los pantalanes de la colársega, en el port d’hivernada, aunque ayer a mediodía, con la pareja ya de vuelta a Barcelona, no pudo ser localizado y cabe la posibilidad de que se le habilitara un lugar más alejado de la vista de los curiosos.

En los muelles, lo único que se podía encontrar en relación al yerno del Rey era un misterioso catamarán de nombre ‘Nóos’ con matrícula en Palma de Mallorca, cuya relación con el instituto investigado no ha podido ser confirmada.

Tampoco restaurantes como La Minerva o el Jágaro del puerto de Mahón dieron de comer al matrimonio, él imputado y ella recurriendo su imputación, y su presencia en la Isla pasó inadvertida hasta que, a media tarde, el pasaje del vuelo de Vueling a Barcelona se los encontró en las primeras filas, hojeando una revista y un libro como dos ciudadanos más.

Sigue siendo, pues, un misterio el motivo de su visita a Menorca y lo que hicieron durante el escaso tiempo que pasaron en tierra firme, si su fugaz paso por la Isla se enmarcaba en un  viaje de placer o había algo más.

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