MADRID.- La infanta Elena, que cumple 50 años el viernes, expresa en
una entrevista su "inquietud" ante el distanciamiento ciudadano de las
instituciones, su disgusto por algunas "situaciones incómodas" y su
convicción de que ante la crisis "es el momento de mirar adelante con
decisión".
En sus respuestas, doña Elena valora que el Rey les haya
transmitido a ella y a sus hermanos "la cultura del esfuerzo" para que
actúen "superando las dificultades", recuerda que don Juan Carlos
siempre ha demostrado una "enorme capacidad de superación" y destaca de
su madre que es "un ejemplo de saber hacer y estar".
En el plano personal, afirma estar "bastante satisfecha"
con la vida que lleva, ve a sus hijos como "unos chicos más de su
generación" que "buscan sus propios límites", cita el nacimiento de
ambos y su boda entre los mejores momentos de su vida y menciona como
uno de los más difíciles la decisión de separarse y después divorciarse.
La hija mayor de los Reyes prefiere no hablar del 'caso
Nóos', ni del debate abierto sobre si el Rey debería abdicar; tampoco se
pronuncia sobre las propuestas de reforma de la Constitución para
suprimir la preferencia del varón sobre la mujer en la línea sucesoria.
Doña Elena trabaja en la
sede de la Fundación Mapfre desde 2008 como directora de
proyectos culturales y sociales. La infanta tiene un pequeño pero
luminoso despacho, desde el que se ve la gran bandera nacional de la
madrileña plaza de Colón y en cuya mesa y estanterías destacan
fotografías y dibujos realizados por sus dos hijos, Felipe Juan Froilán y
Victoria Federica. También tiene a la vista dos retratos especialmente
apreciados por ella, uno de ellos junto al Rey y otro en compañía de la
Reina, ambos tomados en ese mismo lugar.
Su labor en la fundación se desarrolla en un ambiente
cordial y de gran compañerismo, según destacan sus colaboradores, con
los que celebra frecuentes reuniones de trabajo y comparte además
conversaciones informales en torno a la máquina de café.
- ¿Cuál es el balance de la labor institucional que ha desarrollado en representación de la Corona?
Estoy contenta de la labor de representación institucional
que llevo a cabo. Tuve la suerte de comenzar acompañando a los Reyes
junto a mis hermanos, desde muy pequeños. Y poder vivir, en directo,
actos y situaciones muy especiales tanto a nivel institucional como
personal. He estado y sigo dispuesta a representar a España y al Rey;
siempre. Nunca he puesto ni pondré inconvenientes.
- ¿De qué está más satisfecha?
Me encuentro bastante satisfecha y muy agradecida a la vida
que llevo. Considero muy interesante haber podido aportar mi granito de
arena para que España y las funciones de la Corona sean más conocidas y
más queridas, tanto en nuestro propio país como fuera. He podido
conocer personas muy interesantes, países, costumbres y situaciones que
me han ayudado a desarrollarme como persona y a valorar mi privilegiada
posición. Agradezco a los Reyes, también como padres, todo su apoyo y la
educación que nos han inculcado y que me ha servido para formarme a lo
largo de mi vida.
-
El Rey ha tenido que someterse en los últimos años a numerosas
operaciones quirúrgicas que le han restado movilidad y le han obligado a
apartarse parcialmente de la vida pública. Sin embargo, en todo este
tiempo ha dado también muestras de entereza y fortaleza para proseguir
con su función constitucional. ¿Qué impresión le causa la tenacidad de
su padre?
El Rey, a lo largo de toda su vida ha demostrado su enorme
capacidad de superación. La voluntad de servicio y el esfuerzo para
poder superar las dificultades y cumplir con sus obligaciones es más
fuerte que la mala suerte que ha tenido en los diferentes percances
sufridos. Nos ha trasmitido desde niños la cultura del esfuerzo, para
que actuemos superando las dificultades que se nos presenten.
- ¿Qué puede decir del papel de su madre, la Reina, que acaba de cumplir 75 años?
He tenido la suerte de tener como madre a una Señora, con
mayúsculas, tanto en su faceta de Reina como de madre y de mujer. Cada
día es un ejemplo de saber hacer y estar. Como Reina, es un orgullo ver
su entrega a nuestro país y el esfuerzo continuo por hacer las cosas
bien. Como madre, nos ha educado en la tolerancia, en el respeto y en el
cariño y siempre ha sido esa madre cercana, tanto a sus hijos como lo
es ahora a sus nietos.
Como mujer, su adaptación a las diferentes situaciones que
se le plantean; su lucha por la mejora de las condiciones de las mujeres
en numerosas comunidades y países, su apoyo incondicional para fomentar
al máximo el desarrollo de las colectivos más necesitados de todo el
mundo. Todo ello ha hecho que se convierta en un ejemplo, no solo para
mí, sino también para mucha gente.
-
¿Cómo ha vivido, desde dentro, el distanciamiento de los ciudadanos
respecto a sus instituciones constatado en las encuestas y que también
ha alcanzado a la Corona? ¿Cómo piensa que puede combatirse esta lejanía
hacia los poderes públicos?
Me inquieta este distanciamiento actual hacia las
instituciones. Y, por supuesto, me disgustan las situaciones incómodas
que se producen. Vivimos una época de cambio, en la que unas veces todo
vale y otras nada vale. Todos debemos esforzarnos con nuestro trabajo e
ideas, para aportar y tomar las mejores decisiones posibles. Cada uno en
su nivel, para salir cuanto antes de la situación social, laboral y
económica en la que nos encontramos los españoles. Es el momento de
mirar adelante con decisión y pensando que vamos a aportar las mejores
soluciones para el futuro de todos.
- ¿Qué experiencia ha extraído de su papel como presidenta de honor del Comité Paralímpico Español?
Me hizo una gran ilusión cuando, en el año 1995, me
propusieron ser presidenta de honor del Comité Paralímpico Español.
Desde entonces intento apoyar y participar al máximo en el movimiento
paralímpico. He acompañado a la representación española en todos los
Juegos Paralímpicos desde Atlanta 1996 hasta la de Londres 2012. Acudo a
la mayoría de las Asambleas Generales del Comité y voy a numerosas
competiciones. En todas estas actividades procuro compartir el máximo
tiempo posible con atletas y sus familiares y eso me ayuda a tener un
conocimiento real de sus problemas y situaciones y participar
activamente para ayudar a solucionarlas. Pertenecer a la gran familia
paralímpica te ayuda a ser mejor persona, ya que estás constantemente
pensando en los demás.
-
Un aniversario como este siempre da para reflexionar sobre la
trayectoria vital de la persona que lo celebra. ¿Cuáles son los momentos
más significativos de su vida que ahora recuerda? ¿Cuáles han sido los
momentos más difíciles? ¿Y los más tristes?
En mi vida, como en la de los demás, ha habido buenos
momentos que recuerdo con cariño y situaciones dramáticas que me evocan
tristeza. Pero todas las ocasiones me han ayudado a ir forjando mi
carácter y a aprender a solventar las situaciones más complicadas y a
disfrutar de las positivas.
Entre los mejores, el más significativo es el de la
proclamación de mi padre como Rey de España. Asistí a ello cuando tenía
12 años, junto con mi madre y mis hermanos. Hay también lugar en mi
memoria para otras muchas buenas ocasiones: los años pasados con mi
familia en casa, en viajes; con mis amigas en el colegio; la emoción de
ver a mis hermanos como abanderados olímpicos en Seúl y Barcelona; el
terminar mis estudios universitarios: primero como diplomada en
Profesorado de Educación General Básica y más adelante como licenciada
en Ciencias de la Educación; mi boda, el nacimiento de mis dos hijos.
Lo más triste, el fallecimiento de mis abuelos la Reina
Federica de Grecia, Don Juan y Doña María (Condes de Barcelona). Y,
desde luego, todas las ocasiones que me han situado cerca del
sufrimiento por las víctimas del terrorismo y junto a los familiares de
los afectados por accidentes y desastres naturales. Y, entre los más
difíciles, la decisión de primero separarme y después divorciarme.
- ¿Cómo ve la sociedad española actual?
Creo que la sociedad española tiene un gran futuro. Aunque
tenemos tendencia a verlo todo más negro de lo que es en realidad,
confío mucho en los españoles, en nuestra juventud, cada vez más en
contacto con la realidad mundial. Es verdad que muchos de nuestros
jóvenes con una buena cualificación salen a otros países en busca de
trabajo, pero yo no vería esto como "fuga de cerebros". Confío en que
después de un tiempo vuelvan y puedan aportar su conocimiento y su
experiencia para mejorar España. Estamos en un momento histórico, en el
que la sociedad mundial está cambiando a gran velocidad y debemos
adaptarnos sin olvidar nuestros valores, teniendo el suficiente criterio
para cambiar lo que no nos parece válido.
-
La educación de los hijos supone una de las mayores preocupaciones de
los ciudadanos. ¿Qué mensaje puede trasladar desde su experiencia como
madre de dos niños, divorciada como es el caso de muchas españolas?
Los padres debemos poner siempre todo el empeño posible en
educar y formar a los hijos. Hay que estar pendientes, ayudarles y al
mismo tiempo darles la libertad suficiente para que generen
oportunidades que les permitan crear su propia autonomía y que
desarrollen su propia vida.
La educación que intento transmitir a mis hijos no varía de
la que me gustaría que tuviesen si no me hubiese divorciado. Los
matices diferentes que un padre o una madre pueden aportar, por su forma
de ser, a sus hijos pueden ofrecerse sin la necesidad de vivir en la
misma casa. Creo que no se puede ser 'ex-padre' o 'ex-madre' y que cada
uno busca lo mejor para sus hijos.
Una buena educación, junto a una buena formación, permite
dotar a los hijos de herramientas para encontrar mejor su camino, con la
esperanza de que les ayude a ser buenas personas, a ser felices y a
triunfar en el camino que consideren más adecuado seguir. Y, por
supuesto, les inculco lo que significa ser español y estar al servicio
de España
- ¿Cómo ve el futuro de sus hijos?
Los veo como unos chicos más de su generación. Se esfuerzan
en sus estudios, intentan desarrollar su personalidad y buscan sus
propios límites, dentro del marco que les fijamos su padre y yo. Como he
dicho antes, miro hacia el futuro con optimismo. Creo que mis hijos
formarán parte de un país capaz de superar las adversidades y con una
juventud preparada. Espero que Felipe y Victoria formen parte de ella y
disfruten como he podido disfrutar yo.
- ¿Se parece su vida actual a la que imaginaba tener de mayor cuando era niña?
En general, sí. Estoy muy contenta de seguir ayudando a
España en lo que puedo, de mi familia, de mantener muchos amigos desde
mi época colegial, de la hípica, de la vela, del esquí y de haber podido
añadir más a lo largo de estos años. Me gusta desarrollar un trabajo
que me permite ayudar a los demás y estar cerca de ellos. Compartir sus
inquietudes es una suerte de la que soy plenamente consciente.
- ¿Qué le pide al futuro?
Al futuro colectivo le pido todo lo que pueda dar sentido a
la vida y conseguir un mundo mejor. Y, en lo particular, seguir
desarrollando mi labor y ver a mis hijos crecer como personas felices y
responsables.
- ¿Qué es lo que más valora de su trato personal con los ciudadanos en los actos públicos a los que acude?
Sin duda, el cariño y la cercanía de la gente hacia mi
familia y hacia mí. No solo en los actos oficiales, sino también cuando
viajo por motivo de mi trabajo o de actividades privadas, por toda
España.
-
¿Qué experiencia le ha aportado su trabajo en la Fundación Mapfre,
durante estos cinco años, como directora de Proyectos Sociales y
Culturales?
Además de la experiencia de incorporarme a una gran
empresa, me ha enseñado a trabajar en equipo, a valorar más el esfuerzo,
a ver la capacidad de lucha y superación de muchas personas. Cada día
estoy más satisfecha con mi actividad diaria y con el apoyo que hacemos a
diferentes instituciones mediante las acciones sociales y culturales
que desarrollamos desde la propia Fundación. Gracias a estas acciones,
he podido conocer de cerca y desde una perspectiva diferente otras
realidades, tanto de nuestro país como del extranjero.
- ¿Ha notado desde este puesto la mella que la crisis ha hecho en la sociedad española?
Por supuesto. Se han multiplicado las solicitudes de ayuda
que recibimos, ante lo que la propia Fundación ha tenido que reaccionar e
incrementar el presupuesto para colaboraciones con los colectivos que
más ayuda necesitan en estos momentos.
- ¿Qué cree que puede aportar a la sociedad desde su puesto de trabajo?
Ayudar a los que más lo necesitan de manera más cercana y
directa. Desde aquí trabajo en proyectos concretos que contribuyen a
mejorar la vida a muchas personas con diferentes necesidades.
- De la sociedad española, ¿qué es lo que más le llama la atención desde su punto de vista profesional?
Algo que ya conocía de la sociedad española, pero que estoy
teniendo la oportunidad de constatar: El espíritu de colaboración y la
implicación de forma desinteresada, en el día a día, por mejorar la vida
de la gente.
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