lunes, 2 de junio de 2014

La abdicación constata la ruptura del consenso constitucional del 78 sobre la monarquía y la pérdida de apoyos

MADRID.- El anuncio de abdicación del Rey ha puesto de manifiesto la división de los partidos políticos y ruptura del consenso constitucional 35 años después de la aprobación de la Carta Magna, que estableció la monarquía parlamentaria como forma política del Estado español.

   Tras conocer la decisión de Don Juan Carlos de renunciar a la Corona en favor de su hijo, el Príncipe Felipe, se han sucedido las reacciones políticas de muy diferente signo. Mientras que formaciones como PP, PSOE, UPyD, Ciudadanos o UPN han mostrado su apoyo a la continuidad de la monarquía; PNV y CiU han aprovechado para pedir una reforma del modelo de Estado e insistir en sus reivindicaciones territoriales o soberanistas y otros partidos como IU, Equo o BNG reclaman un referéndum sobre Monarquía o República.
   El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido el encargado de anunciar la decisión del Rey y, en esa misma declaración, ha mostrado su "agradecimiento" a la labor de Don Juan Carlos y ha expresado su "más firme confianza" en el Príncipe de Asturias, destacando "su preparación, su carácter y la amplia experiencia en los asuntos públicos que ha ido adquiriendo a lo largo de estos últimos 20 años".
   En 1978, la Constitución Española fue aprobada en las Cortes Generales con apoyo de Unión de Centro Democrático (UCD), el Grupo Socialista, el PCE, Alianza Popular, ocho diputados del Grupo Minoría Catalana y parlamentarios de otras formaciones. Sin embargo, 35 años después, algunas de esas formaciones se han 'descolgado' de este acuerdo, como el PCE, uno de los artífices de ese histórico consenso.
   Los puntales del texto constitucional sobre la monarquía siguen siendo PP y PSOE y se han sumado formaciones que entonces no existían como Unión, Progreso y Democracia (UPyD), liderada por Rosa Díez, o Ciudadanos (C's), capitaneada por Albert Rivera.
   Este lunes, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha expresado la lealtad de su partido hacia la Corona, representada hasta ahora por Don Juan Carlos y en un futuro próximo por Don Felipe, de quien ha destacado su preparación para el cargo que va a asumir.
   También el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha alabado la figura del Rey y depositado su confianza en el Príncipe Felipe, quien a su juicio representa "el respeto a la Constitución y la normalidad institucional".
   Sin embargo, esta postura en el PSOE no es unánime y Izquierda Socialista, la única corriente interna del partido, y Juventudes Socialistas (JSE) han pedido un "referéndum ya" para que "se consulte al pueblo" tras la abdicación del Rey Juan Carlos.
Las posturas a favor de la vigencia constitucional y una transición serena en Don Felipe han llegado también desde otras formaciones como Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Ciudadanos (C's) o Unión del Pueblo Navarro (UPN). La portavoz nacional de UPyD, Rosa Díez, ha subrayado la "colaboración plena" de la formación magenta para que se produzca "un tránsito" con arreglo "a las normas" entre la monarquía de Don Juan Carlos y la que ha de encabezar Felipe de Borbón.
   Esta sintonía ha sido sin embrago rota por otros partidos que creen que ha llegado el momento de que los ciudadanos decidan en las urnas sobre la jefatura del Estado. Izquierda Unida y el Partido Comunista de España (PCE) han exigido un referéndum sobre Monarquía o República y han llamado a la ciudadanía a plasmar en las calles esta exigencia. La petición también llega desde otras formaciones como Equo, el BNG o Podemos, el partido revelación en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo.
   El diputado de Compromís-Equo en el Congreso, Joan Baldoví, ha dado un paso más allá y ha registrado en la Cámara Baja una proposición no de ley en la que aboga por que se celebre un referéndum y por que el próximo jefe del Estado sea elegido por los ciudadanos.
   Mientras, los nacionalistas catalanes han aprovechado la situación para insistir en su desafío soberanista. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha advertido de que la aspiración de la consulta sigue tras abdicar Don Juan Carlos: "Habrá cambio de Rey, pero no en el proceso político que está siguiendo el pueblo de Cataluña para que el 9 de noviembre podamos decidir nuestro futuro colectivo", ha defendido.
   También ERC ha aprovechado la situación para llamar a los catalanes a manifestarse a favor de una "República catalana" y su portavoz y vicepresidenta primera del Parlament, Anna Simó, ha apuntado que el proceso soberanista catalán pueda haber influido en la decisión del Rey, igual que lo ha hecho, a su juicio, el descenso que ha experimentado el bipartidismo que encarnan PP y PSOE en las últimas europeas.
   En cuanto al PNV, que se abstuvo en 1978 en la votación de la Constitución, ha pedido al futuro Rey que "ejerza la labor de arbitraje" para abordar "sin dilación" un nuevo modelo de Estado que "dé respuesta a las aspiraciones de las diferentes naciones que integran el Estado español".
   "Somos partidarios de la adopción de medidas drásticas orientadas a atajar la crisis institucional en la que está sumido el Estado español, incluida la institución monárquica", ha declarado este lunes el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.
   Mientras, EH Bildu ha llamado a "acumular fuerzas" para la construcción de una república "vasca libre" y ha mostrado su disposición a trabajar por "una verdadera ruptura democrática" y el "derecho a decidir que le corresponde a Euskal Herria y todos los derechos de todas las personas".

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