MADRID.- La calidez fue hoy el común denominador de la ceremonia de proclamación de Felipe VI,
desde los cariñosos gestos entre los protagonistas a la suavidad del
color de los vestidos, encabezado por la elección de la Reina Letizia,
que de blanco y corto, brilló con un sobrio diseño de Felipe Varela.
Guiños de complicidad y emoción fueron la tónica dominante entre los Reyes de España, en el día de la proclamación de Felipe VI.
Miradas intensas, sonrisas, ternura y besos son las expresiones que predominaron entre Don Felipe y Doña Letizia, desde el comienzo de la jornada en el Palacio de la Zarzuela
hasta su salida al balcón del Palacio Real donde, de nuevo, las
muestras de cariño entre ellos y sus hijas se alternaron con el saludo a
los congregados en la Plaza de Oriente, de Madrid.
La atención de Doña Letizia hacia ellas fue constante, caricias y miradas les dieron la seguridad para comportarse de manera impecable en un acontecimiento histórico del que ellas también eran protagonistas y cuyas sonrisas afloraron cuando su padre, Felipe VI, las nombró en su discurso.
La mención de Don Felipe hacia la Reina Sofía, a su trabajo y dedicación, provocaba el aplauso unánime de la Cámara, un gesto que ella agradeció a su hijo lanzándole un beso, y las primeras lágrimas de emoción de la infanta Elena, que regaló a su madre una discreta caricia.
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