MADRID.- El rey fue
atendido el miércoles pasado en el hospital madrileño USP San José por
el traumatólogo Ángel Villamor para solventar una luxación en la cadera
izquierda, donde le había implantado una prótesis hace tres meses, que
se resolvió en menos de una hora sin necesidad de cirugía.
Fuentes de la Casa del Rey han explicado que Don Juan Carlos
acudió al centro sanitario porque se sintió incómodo y, tras las
correspondientes radiografías, los médicos comprobaron que sufría una
«ligera luxación» en la cadera donde había sido intervenido el pasado 23
de noviembre.
La luxación, que se había producido al
desajustarse la prótesis por un mal movimiento, se resolvió en torno a
mediodía sin necesidad de cirugía, con un simple movimiento de encaje
bajo anestesia local, y el monarca abandonó el centro médico para
regresar a La Zarzuela una hora después de haber llegado.
Un portavoz de la Casa del Rey ha subrayado que se trató de «una cura sin relevancia» y ha afirmado que Don Juan Carlos siguió
desde entonces «haciendo vida normal», a la espera de la operación a la
que será sometido el próximo domingo por una hernia discal en la
clínica madrileña La Milagrosa.
El pasado martes por la tarde, la víspera de su
paso por el hospital para resolver la luxación, el Rey recibió en
audiencia en su despacho del Palacio de la Zarzuela al ministro
portugués de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, la única actividad
oficial pública de su agenda de trabajo organizada para esta semana.
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