MADRID.- El príncipe de Asturias representó a España en las exequias por la
muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, pero no se quedó durante
la ceremonia de la toma de posesión del anterior vicepresidente Nicolás
Maduro, a diferencia de otros mandatarios. Según algunas versiones de prensa local fue increpado y abucheado.
El Gobierno de Mariano Rajoy había
decidido dar el máximo nivel a la representación española en el funeral
y envió al Heredero de la Corona acompañado por el secretario de Estado
de Cooperación y para Iberoamérica, Jesús Gracia, la misma delegación que suele acudir a las tomas de posesión, según 'Abc'.
Con corbata negra, camisa blanca,
traje azul marino y el rostro grave, el Príncipe representó a España en
la larga ceremonia, que duró tres horas, pero no se quedó, como hicieron muchos otros mandatarios, a la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, contraria a la Constitución de ese país.
Alrededor del féretro se formaron a la vez en guardia de
honor desde el presidente chileno Sebastián Piñera hasta el príncipe Felipe, pasando por los mandatarios mexicano Enrique Peña Nieto y
colombiano Juan Manuel Santos.
La toma de
posesión de Maduro ha estado muy cuestionada por la oposición de
Venezuela, ya que, la Constitución venezolana, en el artículo 233,
precisa que "la falta absoluta del presidente" acarreará la convocatoria
de elecciones si se produce durante los primeros cuatro años de
mandato.
En el caso de que se tratara en los dos últimos de los seis de la legislatura, es el vicepresidente el que asume la Presidencia.
Según esto, sería el presidente de la Cámara de los Diputados,
Cabello Diosado, quien tendría que tomar el timón de la convocatoria de
elecciones.
El gesto del Príncipe puede interpretarse como un no reconocimiento
al nuevo poder adquirido por Nicolás Maduro, antes de que unos comicios
generales avalen al que será nuevo presidente de Venezuela.
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