MADRID.- En un país desgarrado por la crisis y
por una ola de independentismo sin precedentes, el rey de España Juan
Carlos I intenta mejorar la imagen de la familia real, empañada por los
escándalos, y participa en el debate político erigiéndose como garante
de la unidad nacional.
En una carta abierta publicada el 18 de
septiembre en la web de la Casa Real, una forma de comunicación inédita
hasta ahora, Juan Carlos advierte contra el peligro de las "divisiones" y
las "quimeras" que podrían "arruinar" los esfuerzos del pasado.
Un
mensaje claramente político y directamente interpretado como una
advertencia a Cataluña, teatro de una importante ola independentista
apoyada por el presidente de la región, Artur Mas.
Según la periodista y escritora Pilar Urbano, el rey "ha querido arrimar el hombro".
"Es
precisamente porque ha pasado unas horas muy bajas que tiene que
remontar. Y una manera de remontar es ejerciendo el liderazgo moral, la
autoridad ética", asegura la periodista.
"Yo pienso que se está
ganando el sueldo con estos avisos", añade, más aún en un contexto de
crisis y austeridad impuesta por el gobierno que ha desencadenado un
aluvión de críticas contra una costosa monarquía.
En los últimos
meses, Juan Carlos, respetado por haber conducido la transición
democrática tras la dictadura del general Franco en 1975, vio su imagen
degradarse por varios escándalos.
El más importante es un caso de
corrupción en las islas Baleares en el que está involucrado su yerno,
Iñaki Undargarín, casado con su hija menor Cristina.
La pareja ya
ha desaparecido de las fotos y encuentros oficiales, como el de este
viernes, durante el desfile militar con motivo de la fiesta nacional.
En
abril Juan Carlos también tuvo que presentar disculpas públicas, algo
sin precedentes hasta entonces, tras sufrir un accidente en Botsuana que
reveló que estaba en ese país cazando elefantes, un viaje muy caro
pagado con dinero público en plena crisis económica y de drásticas
medidas de austeridad.
También fue muy simbólica la foto de Juan
Carlos tropezando y cayendo al suelo, una imagen que circuló por
internet y provocó sarcasmos entre los internautas.
Para tratar de
remediar la situación, la Casa Real lanzó un nuevo portal en internet,
poniendo el acento en el linaje real, su proximidad con los ciudadanos y
en "la transparencia".
A finales de septiembre, la Casa Real, que
por primera vez en 2011, poco después de que comenzara el "caso
Undargarín", hizo públicas sus cuentas, anunció una reducción del 4% de
su presupuesto en 2013, a 7,93 millones de euros, siguiendo la tendencia
del presupuesto del estado.
En julio, ya había anunciado una
reducción de 7,1 % (20.910 euros) del salario del rey, hasta entonces de
292.752 euros anuales incluyendo gastos.
Aunque la familia real
no consigue conservar la imagen de un clan unido, intenta mantenerse
cercana al pueblo, como cuando el príncipe heredero Felipe, de 44 años,
recorrió el miércoles a pie las calles de Madrid.
En una
iniciativa inédita, a partir de hoy sábado, la televisión pública dedicará
un programa semanal a la familia real "con carácter claramente
informativo" de media a hora.
Refiriéndose a lo que podría
declarar el Rey en el programa, un lector escéptico comentaba en la web
del diario El Mundo: "¿Lo hará con el corazón en la mano? ¿Reconocerá a
cuanto asciende su fortuna y aconsejará como incrementar los ahorros?
¿Hablará claramente de la situación de su yerno? ¿Reconocerá a sus
supuestos hijos, entregando su ADN? De lo contrario, sólo será algo que
no interesará a nadie, de falsedades y engaños ya estamos hartos".
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