sábado, 13 de octubre de 2012

La Monarquía española trata ahora de no perder pié y recuperar imagen pública

MADRID.- En un país desgarrado por la crisis y por una ola de independentismo sin precedentes, el rey de España Juan Carlos I intenta mejorar la imagen de la familia real, empañada por los escándalos, y participa en el debate político erigiéndose como garante de la unidad nacional.

En una carta abierta publicada el 18 de septiembre en la web de la Casa Real, una forma de comunicación inédita hasta ahora, Juan Carlos advierte contra el peligro de las "divisiones" y las "quimeras" que podrían "arruinar" los esfuerzos del pasado.
Un mensaje claramente político y directamente interpretado como una advertencia a Cataluña, teatro de una importante ola independentista apoyada por el presidente de la región, Artur Mas.
Según la periodista y escritora Pilar Urbano, el rey "ha querido arrimar el hombro".
"Es precisamente porque ha pasado unas horas muy bajas que tiene que remontar. Y una manera de remontar es ejerciendo el liderazgo moral, la autoridad ética", asegura la periodista.
"Yo pienso que se está ganando el sueldo con estos avisos", añade, más aún en un contexto de crisis y austeridad impuesta por el gobierno que ha desencadenado un aluvión de críticas contra una costosa monarquía.
En los últimos meses, Juan Carlos, respetado por haber conducido la transición democrática tras la dictadura del general Franco en 1975, vio su imagen degradarse por varios escándalos.
El más importante es un caso de corrupción en las islas Baleares en el que está involucrado su yerno, Iñaki Undargarín, casado con su hija menor Cristina.
La pareja ya ha desaparecido de las fotos y encuentros oficiales, como el de este viernes, durante el desfile militar con motivo de la fiesta nacional.
En abril Juan Carlos también tuvo que presentar disculpas públicas, algo sin precedentes hasta entonces, tras sufrir un accidente en Botsuana que reveló que estaba en ese país cazando elefantes, un viaje muy caro pagado con dinero público en plena crisis económica y de drásticas medidas de austeridad.
También fue muy simbólica la foto de Juan Carlos tropezando y cayendo al suelo, una imagen que circuló por internet y provocó sarcasmos entre los internautas.
Para tratar de remediar la situación, la Casa Real lanzó un nuevo portal en internet, poniendo el acento en el linaje real, su proximidad con los ciudadanos y en "la transparencia".
A finales de septiembre, la Casa Real, que por primera vez en 2011, poco después de que comenzara el "caso Undargarín", hizo públicas sus cuentas, anunció una reducción del 4% de su presupuesto en 2013, a 7,93 millones de euros, siguiendo la tendencia del presupuesto del estado.
En julio, ya había anunciado una reducción de 7,1 % (20.910 euros) del salario del rey, hasta entonces de 292.752 euros anuales incluyendo gastos.
Aunque la familia real no consigue conservar la imagen de un clan unido, intenta mantenerse cercana al pueblo, como cuando el príncipe heredero Felipe, de 44 años, recorrió el miércoles a pie las calles de Madrid.
En una iniciativa inédita, a partir de hoy sábado, la televisión pública dedicará un programa semanal a la familia real "con carácter claramente informativo" de media a hora.
Refiriéndose a lo que podría declarar el Rey en el programa, un lector escéptico comentaba en la web del diario El Mundo: "¿Lo hará con el corazón en la mano? ¿Reconocerá a cuanto asciende su fortuna y aconsejará como incrementar los ahorros? ¿Hablará claramente de la situación de su yerno? ¿Reconocerá a sus supuestos hijos, entregando su ADN? De lo contrario, sólo será algo que no interesará a nadie, de falsedades y engaños ya estamos hartos".

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