MADRID.- La operación a la que será sometido el Rey Juan Carlos I en su cadera izquierda no
se realizará antes del próximo jueves, según han informado fuentes de la
Casa Real. Esta aclaración se ha producido después de que la infanta Pilar de Borbón asegurara que el Rey será intervenido este miércoles de la dolencia que padece en la cadera. El jefe del Estado indicó ya en Cádiz, con una sonrisa en la boca, que tiene la cadera
izquierda "bastante maltrecha" y reconoció que los médicos le habían
recomendado "pasar por el quirófano ya".
El anuncio de la operación
fue realizado el pasado viernes por el propio Rey en Cádiz, donde dijo
que la semana próxima volvería a "pasar por el taller" para operarse
esta vez de la cadera izquierda, apenas siete meses después de que le
reconstruyeran con una prótesis la misma articulación pero del lado
derecho.
Don Juan Carlos hizo este anuncio en el brindis de la cena que
ofreció ofrecido a los líderes iberoamericanos reunidos desde en Cádiz y
unas horas después de que se le viera caminando de nuevo apoyándose con unas muletas.
El jefe del Estado indicó con una sonrisa en la boca que tiene la
cadera izquierda "bastante maltrecha" y reconoció que los médicos le
habían recomendado "pasar por el quirófano ya".
Este lunes, durante la presentación de la 42º edición del rastrillo
de Nuevo Futuro, ONG de la que es presidenta de honor, la hermana del
Rey de España ha manifestado que fue directamente él quien le comunicó
su próxima operación.
Una cirugía a la que ella ha quitado importancia argumentando que
"toda la familia" tiene "artrosis" y que esa dolencia es la que ha
obligado a esta nueva operación y no otra causa.
"A mí me han operado las dos caderas ya hace tiempo y a mi hermana en
una. Es una artrosis que te entra con la edad", y haciendo gala de su
humor habitual ha dicho que se trata de "una cosa de huesos, mecánica,
que no afecta al cerebro. No hay que preocuparse por esto".
Conociendo el carácter de Don Juan Carlos, doña Pilar ha aventurado
que en "cuanto pueda se moverá. No se queda sentado" y ha añadido que le
desea "todo lo mejor".
Don Juan Carlos ha podido cumplir este lunes con el protocolo
exigido por la celebración de un almuerzo en el Palacio Real en honor de
la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ayudándose
con muletas en los momentos en que ha tenido que permanecer de pie,
tanto al recibirla como en los saludos previos a la comida.
Faltan pocos días para que don Juan Carlos pase por el quirófano y
por ello ha tenido que utilizar muletas cuando ha recibido a Rousseff,
de visita oficial en España, en la Cámara Real del palacio.
Tras situarse en el centro de la estancia, ha dejado una de las
muletas y ha dado unos pasos para saludar a la presidenta brasileña, al
ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, y al titular español de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Los cuatro han posado para la prensa y después se han dirigido al
Salón del Nuncio, antes del saludo, ya en el Salón Gasparini del Palacio
Real, a una representación institucional de las delegaciones española y
brasileña. En este saludo protocolario, al hacerse de pie, el Rey ha
tenido que emplear también las muletas.
A su lado estaban la presidenta Rousseff, la Reina doña Sofía y los príncipes de Asturias,
ante quienes han pasado los representantes de las principales
instituciones, como los presidentes del Congreso y el Senado, del
Tribunal Constitucional y cuatro ministros, titulares de Exteriores,
Fomento, Industria y Educación.
También han saludado a representantes de la delegación brasileña y a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
En el almuerzo, al que han asistido un centenar de invitados, se han
servido unos huevos escalfados con pasta, lomos de lubina al vapor con
salsa de orégano y suflé frío de mandarina con caramelo.
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