MADRID.- Es de sobra conocido el fuerte carácter que se gasta la princesa Letizia.
Más por lo que se comenta que por lo que hemos podido ver de ella en
sus actos públicos. Pero la semana pasada se le notó el enfado. Los
Príncipes de Asturias acudían a la entrega de los Premios Nacionales de Cultura y, entre sonrisa y sonrisa, se produjeron varios gestos que parecían mostrar un ‘mosqueo’ de Letizia.
Felipe
era el encargado de dar el discurso del evento, en el que también
estaba el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.
En el vídeo del acto se ve a Letizia contrariada diciéndole al Príncipe:
“Me da igual”, en respuesta a algo que él le había comentado
previamente. Minutos después tocaba hacerse la fotografía de rigor con
todos los allí presentes, momento en el que Letizia le reprocha algo a Felipe que no se llega a entender.
El
mejor momento llegó durante el discurso. La sala entera estalló en
aplausos cuando Felipe terminó de decir sus palabras. La sala entera,
menos Letizia. Ella es la única que no aplaudió las palabras de su marido.
¿Sospechoso? Lo que no sabemos es si Letizia traería el cabreo a
cuestas desde casa o si le molestó algo en el propio evento. Lo que es
seguro es que el disgusto se lo llevó a Zarzuela.
El anterior sábado, durante su declaración ante el juez José Castro, Diego Torres, exsocio de Urdangarin, hacía temblar los cimientos de Palacio al involucrar a la infanta Cristina en la toma de decisiones
en el Instituto Noós y al reconocer que él mismo y el duque de Palma
negociaron en La Zarzuela la celebración del foro deportivo Valencia
Summit. Pero, mientras Torres ponía con sus palabras a la Casa Real en
el centro de la diana, el príncipe de Asturias esquiaba en la estación
del Pirineo oscense de Candanchú junto a unos amigos. Y sin la princesa Letizia ni sus dos hijas,
las infantas Leonor y Sofía.
Ajeno al escándalo que ha provocado la
comparecencia de Torres en los juzgados de Palma de Mallorca, don Felipe
se dejó ver por varias de las pistas de dicha estación practicando uno
de sus deportes favoritos. El heredero a la Corona llegó ese viernes al
centro invernal “en visita privada”, tal y como han explicado fuentes cercanas a Zarzuela en conversación con Vanitatis.
En cambio, su escapada a la nieve sin su mujer ni sus dos hijas ha desatado el debate sobre lo contraproducente que puede resultar este viaje en
medio de la tormenta Torres-Urdangarin y con la testificación, el siguiente sábado, del duque de Palma. La ausencia de Letizia ha llamado la
atención. Fue precisamente en las pistas de esta estación del Pirineo
de Huesca donde doña Letizia, nada ducha en esta práctica deportiva,
comenzó a dar sus primeros pasos en la disciplina predilecta por los
Borbón allá por 2004. Meses antes, Letizia Ortiz se había instruido este
deporte, gracias a Eduardo Roldán, el profesor de esquí de su marido,
aunque el ‘marco incomparable’ de las proezas familiares siempre ha sido
Baqueira- Beret, donde don Juan Carlos es poseedor de La Pleta, un casoplón de estilo aranés, con dos plantas y una buhardilla.
Hace
tiempo que el príncipe no se deja ver por allí, al igual que los
propios Reyes. Sin embargo, a pesar de su imputación en un caso de
corrupción y después de haber sido aparatado por la Casa Real de las
tareas de representación, Iñaki Urdangarín sí sigue utilizando el chalet que
el Rey tiene en el Pirineo Catalán, regalo de los dueños de la estación
de esquí para asegurarse de ese modo así la visita constante de los
miembros de la Familia Real a sus instalaciones. Tal y como contaba Vanitatis
recientemente, el duque de Palma se ha instalado en esta vivienda en
innumerables ocasiones, la última hace más de dos semanas. En cambio, su mujer y
su cuñada, la infanta Elena, estuvieron un pasado fin de semana disfrutando de la casa de recreo de Su Majestad, que cuenta con seguridad permanente y con un servicio dependiente de Zarzuela.
El
príncipe ha querido volver a poner distancia y, en vez de acudir allí,
donde su sobrino Miguel acude cada fin de semana a un curso de esquí, se
ha desplazado hasta Candanchú. Su presencia ha sido lo más comentado en
la estación. Cada vez más, los príncipes de Asturias organizan planes
por separado. Si en Navidad era la propia Letizia la que viajaba sin su marido a Londres
(y antes había protagonizado la polémica escapada a Miami, donde
aseguran que se sometió a un retoque estético) ahora lo ha hecho don
Felipe. De ahí que a muchos les extrañara la portada de la revista Hola
de hace una semana donde se les veía profesándose muestras de cariño
mutuo. Aquellas imágenes abrieron un debate entre los que veían un gesto
forzado por parte de la pareja y los que se sorprenden ante una actitud
muy diferente de la que parecen mostrar a menudo.
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