El nuevo y recientemente proclamado rey de España, Felipe VI, tendrá que
afrontar importante desafios y asumir nuevas responsabilidades para
defender la corona monarquíca que representa. Estos son los
principales siete problemas que tendrá.
Un monarca sin corte
Los españoles ven hoy con desagrado cualquier señal
de ostentación o fastuosidad. De hecho, en la ceremonia de proclamación
de Felipe VI no hubo carroza ni el rey se colocó su corona. Durante su
reinado, sólo podrá ejercer liderazgo mediante su palabra austera y su
ejemplo, y deberá tener suficiente olfato para usarlos con valentía.
La independecia catalana
Para el 9 de noviembre los catalanes convocaron a una consulta para
decidir su autodeterminación. Por el momento, no han dado ninguna señal
de querer negociar un acuerdo con Madrid. Frente a la intransigencia del
gobierno de Rajoy y del catalán Artur Mas, el rey es el único que puede
auspiciar una mesa de diálogo que genere un clima diferente.
Amenaza vazca
En los últimos meses recrudeció la tensión en el País Vasco. Según el
diario El Mundo, durante los próximos meses Felipe realizará una gira
por cada una de las regiones y tanto Cataluña como el País Vasco serán
paradas obligadas donde deberá dejar en claro cuál es su posición, como
símbolo de la unidad y de la permanencia de La Nación, frente al desafío
independentista.
Reforma de la Constitución
Desde hace largo tiempo la oposición exige al presidente del
gobierno, Mariano Rajoy, una reforma constitucional. Hay tres reclamos
fundamentales: una clara enumeración de las comunidades autónomas,
habilitar la sucesión dinástica para una mujer y reformar el Senado, una
institución que muchos consideran redundante. Felipe no podrá hacer
oídos sordos a estos pedidos.
Generación Democrática
El nuevo rey deberá ponerse al frente de la tarea de limpiar la
imagen de las instituciones públicas españolas. En un proceso inverso al
que comenzó con el desprestigio de la clase política y culminó con el
de la propia monarquía, podrá apoyarse en su buena imagen ante la
opinión pública para recuperar la confianza en la corona e impulsar la
transparencia y la limpieza del resto de las instituciones del Estado.
Atraer a los jovenes
Con una altísima tasa de desempleo juvenil, superior al 55%, los
jóvenes españoles son las principales víctimas de la crisis económica.
De hecho, unos 300.000 jóvenes se vieron obligados a emigrar desde 2008.
Además, las últimas encuestas muestran que la monarquía como
institución tiene un respaldo del 72% entre los mayores de 65 años, pero
sólo del 46% en la población de entre 18 y 29 años.
Cuidar la marca de España
Felipe será el más alto representante de la marca España en el mundo.
Su padre realizó un importante papel para fortalecer la presencia
española en América latina mediante las cumbres iberoamericanas. La
tarea del nuevo monarca será también alentar a las empresas españolas en
el exterior, ayudarlas a abrirse puertas y superar obstáculos...
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