domingo, 22 de junio de 2014

“El rey Felipe tendrá la dificultad de construir la monarquía del día a día”, dice su biógrafo Apezarena Armiño


BOGOTÁ.- “El rey Felipe tendrá la dificultad de construir la monarquía del día a día y en tiempos normales”. Así describe José Apezarena Armiño, biógrafo y uno de los periodistas que más conocen al nuevo monarca, tarea que emprendió Felipe VI tras su proclamación el jueves.

Apezarena no tiene duda de las capacidades del segundo monarca de la España democrática.

“Es una persona inteligente y trabajadora. Conoce cuál es la responsabilidad de su cargo. Se siente seguro de sí mismo, y además es un gran patriota”, dice el experto en realeza por conversación telefónica con El Mercurio, desde Madrid.

Así como Juan Carlos I se validó fortaleciendo la democracia, ¿cómo lo podrá hacer ahora Felipe?

La transición ya está hecha, y normalmente no habrá un golpe de Estado. Tengo la impresión de que en España se ha descuidado una explicación profunda de qué significa la monarquía y qué ventajas tiene con respecto de otro sistema.
Con el trabajo que haga, con su comportamiento, haciendo las cosas con orden, Felipe VI tendrá que convencer de que la monarquía es útil para España.

Siendo la monarquía una institución medieval, ¿cómo promoverla en el Siglo XXI?

La monarquía, con todas sus limitaciones, es un sistema político que funciona, y así lo demuestra la existencia de monarquías muy importantes, en países modernos, avanzados en tecnología y educación.

No es tan evidente que la monarquía no se compadece con el Siglo XXI.

El rey reina, pero no gobierna, y Felipe no tendrá los poderes con los que asumió su padre. En su primer discurso habló de unidad. ¿Qué papel debería jugar él en el caso de Cataluña?
Es un desafío que no es solamente suyo, es de todos nosotros. Los reyes no tienen poder ejecutivo ninguno, pero sí pueden aunar voluntades, reunir personas, animar esfuerzos, coordinar, empujar, estimular, ayudar. Él no tiene en sus manos la solución, pero sí puede hacer cosas que la favorezcan.

La monarquía constitucionalmente está a favor de la unidad del país. Ahí Felipe no puede dudar, y no va a dudar. Hará lo que está en sus manos, pero siempre cuidando de enviar el mensaje de que quien manda es el gobierno, los partidos políticos y el Parlamento”.

¿Podría ser mediador y juntar al jefe de Gobierno español y al líder catalán?
Es posible que él lo intente. Debe hacerlo con mucha prudencia, incluso sin que se sepa mucho. Porque si lo intenta, se difunde y no resulta, él queda chocado. Es muy difícil el equilibrio entre alguien que no tiene poder, pero que la Constitución le otorga capacidad de moderar y de arbitrar. Sin embargo, nadie lo ha explicado, no hay una ley de arbitrajes y moderaciones.

¿Cómo se explica que, pese a que los aires republicanos soplan cada vez más fuerte después de las elecciones europeas, el ahora rey Felipe VI tenga en las encuestas una alta aprobación?
Oiremos muchas voces, veremos que en las calles y plazas gritan, pero para la mayoría de los españoles el tema ni siquiera está en discusión.

El problema que tiene España no es la monarquía o la república. Es básicamente la economía, y, dentro de la economía, el desempleo.

Falta poco para que haya novedades en el caso de Iñaki Urdangarin. ¿Cómo cree que va a actuar Felipe VI respecto de su hermana Cristina?
Los ahora reyes, desde el minuto uno de este problema, se apartaron radicalmente de Cristina e Iñaki Urdangarin.
Desde entonces, nunca se les ha visto juntos. Lo importante no es que lo hayan hecho, sino que el país lo ha percibido, y esa es una de las razones por las que, en las encuestas, el nuevo rey aparece muy bien posicionado.

Esto tiene una contrapartida, que es el dolor que les produce esta decisión, porque los duques de Palma eran muy cercanos a ellos, los más amigos, fueron en su día cómplices del noviazgo y alguna vez les protegieron, entonces sintonizaban mucho. Tomar esa decisión ha sido muy fuerte para los príncipes.

¿Cómo irá a ser la relación de Felipe con su padre?
Felipe preguntará mucho a su padre, pero también pienso que procurará desarrollar su propia línea de trabajo y su propio estilo.

Aunque le consulte, no debería verse mucho que le consulta a su padre, porque entonces quedaría él un poco disminuido y sería una mala idea dar la sensación de un rey teledirigido por su padre. Es algo que no va a ser verdad, porque él tiene carácter, personalidad y criterios propios.

Felipe VI debe ser uno de los monarcas europeos que más conoce a los gobernantes latinoamericanos. ¿Cómo puede capitalizar el rey estas buenas relaciones?
Sí, es efectivo. Y es importante decir que la función de representar a España en las ceremonias de toma de mando era más que una obligación para él.

Ha dicho alguna vez que se siente latinoamericano, que para él el mar que nos separa es un río y que él cruza la orilla con mucha facilidad.

Esa buena relación forma parte del sentimiento del nuevo rey.

No tengo ninguna duda de que en cuanto pueda, una de las primeras cosas que va a hacer es irse a esos países hermanos, porque realmente es lo que siente.

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