Don Juan Carlos ha sabido representar lo que los
españoles esperan de la Corona, convirtiendo el afecto de los ciudadanos
a la Monarquía en algo más que un sentimiento colectivo hacia su
persona.
EL 75 cumpleaños de Su Majestad el Rey, Juan
Carlos I, es una ocasión propicia para reiterar el inmenso valor de la
participación de la Corona en la instauración de la democracia y en la
consolidación de la etapa más pacífica y próspera de la historia de
España. Con motivo de esta efemérides, Abc expresa de nuevo su
reconocimiento a la Corona y a Don Juan Carlos.
La actual crisis
económica y social, agravada por las tensiones separatistas, es un caldo
de cultivo para el escepticismo y la relativización de los grandes
logros que constituyeron la Transición y el pacto constituyente de 1978.
También para caer en la desmemoria y en la deslegitimación de las
instituciones. Precisamente, ante este riesgo, es ahora cuando conviene
recordar que son las instituciones democráticas las que explican el
éxito de esta etapa histórica que comenzó a finales de 1975.
Y al frente
de todas ellas, la Corona, cuyo funcionamiento como ente arbitral,
moderador y neutral ha sido para los españoles la garantía de la
estabilidad democrática. Un país sometido a constantes discordias
centrífugas, con una creciente fractura ideológica y una renovada
dinámica separatista, debe contar con elementos vertebradores, no
sometidos al péndulo partidista, ni a la coyunturalidad de las urnas.
La
permanencia de la Corona es, más allá de su condición de fundamento
constitucional, un principio político imprescindible para España. Don
Juan Carlos ha sabido representar, y sigue haciéndolo en su agenda
diaria, lo que los españoles esperan de la Corona, convirtiendo el
afecto de los ciudadanos a la Monarquía en algo más que un sentimiento
colectivo hacia su persona: en el reconocimiento a la Corona como
elemento imprescindible de cohesión nacional.
Don Juan Carlos ha
demostrado ser consciente de las exigencias que impone a la Corona el
servicio a una sociedad democrática, basada en la opinión pública, en la
libertad de expresión y de información, constituida actualmente por una
generación que se encontró hecha la Transición, la Constitución y la
democracia. Una generación que se guía por un sentido crítico distinto
de aquel que acompañó tanto a Su Majestad como a la clase política en
los primeros años del régimen democrático.
La entrevista a Televisión Española, difundida
ayer, refleja con fidelidad esa sintonía de Don Juan Carlos con la
España actual, que no es resultado de una táctica de mercadotecnia, sino
del profundo patriotismo con el que el Monarca ha impregnado siempre el
cumplimiento de sus funciones institucionales. El mismo patriotismo con
el que el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, garantizará la
continuidad de la Corona al servicio de España.
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