MADRID.- El Rey retoma mañana domingo su agenda de actos
oficiales tras su reciente operación de cadera presidiendo en el Palacio
Real la tradicional Pascua Militar, a la que asistirán el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa,
Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz.
Además, según han informado fuentes de Zarzuela, a
la celebración acudirán unos 250 invitados, entre distintas autoridades y
miembros de las Fuerzas Armadas. Entre ellos, estará la cúpula militar, con el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez,
y los jefes de los Ejércitos de Tierra y del Aire y de la Armada, los
generales Jaime Domínguez Buj y Francisco Javier García Arnaiz y el
almirante Jaime Muñoz Delgado, que acuden por primera vez como tales a
este acto, ya que fueron nombrados el pasado julio.
Como es habitual, la ceremonia castrense que instituyó Carlos III
como muestra de reconocimiento a los Ejércitos, servirá al Rey y al
titular de Defensa para fijar retos para el futuro y hacer balance del
año anterior, en este caso el primer año de Morenés al frente de este
Departamento. La celebración del año pasado tuvo lugar dos semanas
después de su toma de posesión, junto al resto de ministros del Gobierno
de Mariano Rajoy.
Como ya había ocurrido en 2011, hace un año las referencias a la
crisis económica fueron las protagonistas de las alocuciones del Rey y
el ministro de Defensa, los encargados de tomar la palabra en el Salón
del Trono del Palacio Real ante los invitados.
Ese día, el Rey pidió a los militares que afronten la crisis con "total dedicación y buen ánimo" y Morenés les instó a hacerlo "con el mismo espíritu de entrega, servicio y sacrificio con el que asumen todas sus tareas".
Además, Don Juan Carlos les emplazó a ser "sumamente cuidadosos en el empleo y mantenimiento de los medios" y se mostró convencido de que saben "obtener el máximo rendimiento de los recursos asignados". Ante la cúpula militar, se mostró convencido de que la "competencia profesional y el entusiasmo" de los miembros de las Fuerzas Armadas son "la mejor garantía para afrontar unidos esta situación".
Durante 2012, el Ministerio de Defensa sufrió una reducción de su
presupuesto por tercer año consecutivo, al que se añade el cuarto
recorte aprobado para 2013. Las restricciones presupuestarias han puesto
a este Departamento en una situación que ha llevado al JEMAD a avisar
del riesgo de que las Fuerzas Armadas acaben "huecas y frágiles" si continúan.
Es más, aunque ha insistido en que se necesita "sacrificio y austeridad" en estos momentos, el almirante García Sánchez ha avisado en varias ocasiones de que si la situación "se agudiza", España puede perder "capacidades esenciales" de su Defensa mientras se incrementan "los riesgos asumidos".
En su primera Pascua Militar, Morenés ya se mostró consciente de este peligro, cuando se comprometió a tratar de "fortalecer las capacidades críticas con los recursos disponibles" para no "descender
más allá de los mínimos por debajo de los cuales la defensa resulta
insuficiente y el daño a la seguridad, inaceptable".
Ese día Morenés se fijó siete tareas para poder "alcanzar estos objetivos", en las que sigue trabajando. De hecho, algunas de ellas no se han concretado todavía.
Es el caso de la revisión de la estructura orgánica de las Fuerzas Armadas,
que Morenés se comprometió a hacer junto a la del Ministerio. Este
objetivo se contempló en la Directiva de Defensa Nacional, aprobada por
Rajoy este verano, y en la posterior Directiva de Política de Defensa,
que anunció un proyecto de ley que recoja las bases de la nueva
organización militar.
A esta tarea va ligada la definición de las capacidades militares "a conservar, a redefinir y a suprimir"
que comprometió Morenés y para lo que encargó un informe al JEMAD,
denominado 'Visión 2025', que ya ha sido entregado, pero cuyo contenido
no se ha hecho público.
En ese documento, el almirante Fernando García Sánchez proponía una reducción en las Fuerzas Armadas de 15.000 militares. Morenés ha avanzado que planteará una "reducción coyuntural" del personal, a la que aún no ha puesto cifras.
Además, en su primer discurso oficial, Morenés también abordó el
que se le presentaba como el mayor problema del Ministerio: el pago de
los cerca de 30.000 millones de euros hasta 2025 por los programas
especiales de armamento. Ese día, apuntó que debería "buscar solución a la financiación" de estas grandes compras.
Sus primeros presupuestos, los de 2012, ya abordaron la ampliación
hasta 2030 del plazo para pagar los programas, mientras se anunciaban
negociaciones con las empresas. Para poder poner "el contador a cero"
y dar signos de "credibilidad" en esta misión, según explicó Morenés,
el Gobierno aprobó el pasado mes de septiembre un crédito extraordinario
de casi 1.783 millones de euros para pagar deudas pendientes de 2010 y
2011, así como los compromisos para 2012.
Poco después el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles,
anunció el primer resultado de estas conversaciones: el aplazamiento de
las entregas de 15 aviones de Eurofighter hasta 2015. Los mayores pagos
en estos programas llegan con las entregas de los productos, que
entonces en el caso de impagos pasan a computarse como deuda pública.
Se espera que en el primer trimestre de este año se conozca la
nueva reprogramación del resto de contratos, que, según ha apuntado el
propio Argüelles, afectará "principalmente" a los aviones de transporte
militar A400M, los submarinos S80, el vehículo blindado 'Pizarro' y los
helicópteros NH90 y 'Tigre'. Habrá reducciones de pedidos y retrasos de
entregas para reducir el déficit.
Al margen de esto, Morenés deberá continuar con la tarea
legislativa pendiente desde la aprobación de la Ley de Derechos y
Deberes de los militares de la anterior legislatura y que comenzará con
la tramitación del proyecto del nuevo Régimen Disciplinario. Para las
asociaciones profesionales de militares el tema más urgente es el de la
reforma de la Ley de la Carrera.
Los actos de mañana arrancarán a las 12.00 horas en la Plaza de
la Armaría del Palacio Real, con los honores que rendirán al jefe del
Estado varias compañías en representación de los Ejércitos de Tierra y
de Aire y de la Armada.
Tras los honores, don Juan Carlos, acompañado por la Reina y los
Príncipes, se dirigirá al Salón Gasparini del Palacio Real, donde
saludará a las diferentes autoridades políticas y militares invitadas.
Posteriormente, el Rey, en su condición de jefe del Estado y
capitán general de los Ejércitos y de la Armada, impondrá
condecoraciones a varios militares. Tras la imposición, llegará el turno
de los discursos en el Salón del Trono con la intervención del ministro
de Defensa y del Rey.
Por último, la Familia Real celebrará la tradición recepción a las
autoridades asistentes, a la que, como viene ocurriendo desde 2009, no
podrá acceder la prensa acreditada al acto institucional.
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