jueves, 28 de febrero de 2013

La polémica internacional sobre la Monarquía / José Oneto

Tres importantes semanarios europeos (los franceses Paris Match y Le Point y el italiano Panorama) abordan ampliamente la situación política nacional española, desde el punto de vista de los problemas por los que atraviesa la Monarquía, por el escándalo del yerno real, Iñaki Urdangarin y el Instituto Nóos, por el “Annus horribilis”, que está viviendo el Rey Juan Carlos, con sus sucesivas operaciones quirúrgicas, la última de las cuales, después de muchas dudas, se llevará a cabo, este domingo para intentar intervenirle de una complicada hernia discal, agudizada por los esfuerzos que ha realizado al andar después de la última operación de cadera, y por la aparición, en el firmamento mediático, de Corinna Zu Saynn Wittgenestein que, tras sus entrevistas en el periódico “El Mundo” y en “Hola”, ha vuelto a aparecer en el semanario Paris Match, aunque a última hora, su imagen, ha sido desplazada por la imagen de los Príncipes de Asturias, presentados por el semanario francés como “la esperanza de España”.

Una esperanza, en una situación, presentada de la forma más cruda por el semanario francés, como la de una España que se desenvuelve en un clima de “escándalos, corrupción y infidelidades”, de los que hasta ahora han salido librados Felipe y Letizia, los únicos capaces de afrontar la situación con “sobriedad e inteligencia, sin permitir que la crisis haya salpicado su reputación. Una crisis, según Paris Match, que tiene indignada a la opinión pública y que no tolera mas escándalos, si en esos escándalos está metido de pleno el Rey.

Es precisamente el comentario general de una próxima renuncia de Don Juan Carlos lo que atrae el interés de la gran prensa internacional, en este caso de los semanarios, como el italiano Panorama, que anuncia que en nuestro país se ha entrado en discusión sobre el futuro de la Monarquía. Se habla claramente de la abdicación de Juan Carlos, pero hay incluso quienes formulan la hipótesis de la proclamación de la República: sería la tercera, después de un experimento en el siglo XIX y después del más duradero, pero con un final trágico, de los años treinta del siglo XX.

“Según algunos españoles – dice el semanario italiano- la República evoca de nuevo la guerra civil o un sistema prosoviético: se trata de opiniones excesivas e instrumentales, a pesar de que en España la República todavía es algo que apasiona y divide”.

En realidad, los españoles son más juancarlistas que monárquicos, más devotos al Rey como persona que a la Monarquía como institución. Señal del particular respeto que Juan Carlos se ganó durante la transición, cuando fue uno de los artífices del paso de la dictadura a la democracia. “Sin embargo, es igualmente cierto que los recientes escándalos también han comprometido su figura. Sería restrictivo pensar que en España los problemas son solamente financieros. Las cuestiones simbólicas o de ética pública tienen repercusiones directas en la cohesión del tejido nacional, que a su vez es una especie de activo económico. Después, con el escándalo de Iñaki Urdangarin, el yerno del rey implicado en un caso de corrupción, se ha agravado la posición de toda la familia real. ¿Cuál es su futuro? La respuesta hay que darla, considerando el hecho de que están en tela de juicio también otros puntos relevantes sobre los cuales se ha articulado la transición de los años setenta: la forma de Estado al igual que las relaciones centro-periferia (véase como ejemplo el desafío independentista catalán) y la ley electoral cada vez más contestada”.

A todo esto hay que añadir el hecho de que la economía no se recupera, que la situación del desempleo es dramática y que el sistema de partidos está en crisis. El PP, castigado por los escándalos, hasta el punto que el “caso Bárcenas “, afecta al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy. Aunque, también el PSOE, está implicado en episodios de corrupción, y se encuentra en una situación de estancamiento.

Por último en este análisis de los grandes semanarios Le Point recuerda que la institución monárquica, es el principal pilar de la unidad española y la garantía de credibilidad nacional, pero que en estos momentos, atraviesa un momento muy difícil. Después del “Annus horribilis” de 2012, marcado por frecuentes caídas del Rey, por polémicas sobre cazas en África y por la inculpación de su yerno Iñaki Urdangarin, la actual coyuntura es todavía, peor: los problemas de Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, tiene ahora una incidencia directa sobre el resto de la familia. Según recientes revelaciones, tanto la Infanta Cristina como Carlos García Revenga, Revenga, hombre de confianza del monarca, estaban al corriente de los métodos de la Fundación Nóos, autora de la gran corrupción”.

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