Tres importantes semanarios europeos (los franceses Paris Match y Le Point y el italiano Panorama)
abordan ampliamente la situación política nacional española, desde
el punto de vista de los problemas por los que atraviesa la Monarquía,
por el escándalo del yerno real, Iñaki Urdangarin
y el Instituto Nóos, por el “Annus horribilis”, que está viviendo el
Rey Juan Carlos, con sus sucesivas operaciones quirúrgicas, la última
de las cuales, después de muchas dudas, se llevará a cabo, este domingo
para intentar intervenirle de una complicada hernia discal, agudizada
por los esfuerzos que ha realizado al andar después de la última
operación de cadera, y por la aparición, en el firmamento mediático,
de Corinna Zu Saynn Wittgenestein que, tras sus entrevistas en el
periódico “El Mundo” y en “Hola”, ha vuelto a aparecer en el semanario Paris Match,
aunque a última hora, su imagen, ha sido desplazada por la imagen de
los Príncipes de Asturias, presentados por el semanario francés como “la
esperanza de España”.
Una esperanza, en una situación, presentada de la forma más cruda
por el semanario francés, como la de una España que se desenvuelve en
un clima de “escándalos, corrupción y infidelidades”, de los que hasta
ahora han salido librados Felipe y Letizia, los únicos capaces de
afrontar la situación con “sobriedad e inteligencia, sin permitir que
la crisis haya salpicado su reputación. Una crisis, según Paris Match, que tiene indignada a la opinión pública y que no tolera mas escándalos, si en esos escándalos está metido de pleno el Rey.
Es precisamente el comentario general de una próxima renuncia de Don Juan Carlos lo que atrae el interés de la gran prensa internacional, en este caso de los semanarios, como el italiano Panorama,
que anuncia que en nuestro país se ha entrado en discusión sobre el
futuro de la Monarquía. Se habla claramente de la abdicación de Juan
Carlos, pero hay incluso quienes formulan la hipótesis de la
proclamación de la República: sería la tercera, después de un
experimento en el siglo XIX y después del más duradero, pero con un
final trágico, de los años treinta del siglo XX.
“Según algunos españoles – dice el semanario italiano- la República
evoca de nuevo la guerra civil o un sistema prosoviético: se trata de
opiniones excesivas e instrumentales, a pesar de que en España la
República todavía es algo que apasiona y divide”.
En realidad, los españoles son más juancarlistas que monárquicos, más
devotos al Rey como persona que a la Monarquía como institución. Señal
del particular respeto que Juan Carlos se ganó durante la transición,
cuando fue uno de los artífices del paso de la dictadura a la
democracia. “Sin embargo, es igualmente cierto que los recientes
escándalos también han comprometido su figura. Sería restrictivo pensar
que en España los problemas son solamente financieros. Las cuestiones
simbólicas o de ética pública tienen repercusiones directas en la
cohesión del tejido nacional, que a su vez es una especie de activo
económico. Después, con el escándalo de Iñaki Urdangarin, el yerno del
rey implicado en un caso de corrupción, se ha agravado la posición de
toda la familia real. ¿Cuál es su futuro? La respuesta hay que darla,
considerando el hecho de que están en tela de juicio también otros
puntos relevantes sobre los cuales se ha articulado la transición de los
años setenta: la forma de Estado al igual que las relaciones
centro-periferia (véase como ejemplo el desafío independentista catalán)
y la ley electoral cada vez más contestada”.
A todo esto hay que añadir el hecho de que la economía no se
recupera, que la situación del desempleo es dramática y que el sistema
de partidos está en crisis. El PP, castigado por los escándalos, hasta el punto que el “caso Bárcenas “, afecta al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy. Aunque, también el PSOE, está implicado en episodios de corrupción, y se encuentra en una situación de estancamiento.
Por último en este análisis de los grandes semanarios Le Point
recuerda que la institución monárquica, es el principal pilar de la
unidad española y la garantía de credibilidad nacional, pero que en
estos momentos, atraviesa un momento muy difícil. Después del “Annus
horribilis” de 2012, marcado por frecuentes caídas del Rey, por
polémicas sobre cazas en África y por la inculpación de su yerno Iñaki
Urdangarin, la actual coyuntura es todavía, peor: los problemas de
Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, tiene ahora una incidencia
directa sobre el resto de la familia. Según recientes revelaciones,
tanto la Infanta Cristina como Carlos García Revenga, Revenga, hombre
de confianza del monarca, estaban al corriente de los métodos de la
Fundación Nóos, autora de la gran corrupción”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario