martes, 30 de abril de 2013

La monarquía holandesa saca ventaja a la española / María Eugenia Yagüe

La llegada al trono de Guillermo de Holanda y su esposa Máxima pone bajo los focos el futuro de las monarquías europeas del siglo XXI.
 
Resulta inevitable comparar a los jóvenes monarcas holandeses con los herederos españoles. Más allá de los inevitables comentarios sobre vestidos, imagen, tiaras, coronas y bellezas de una princesa y otra, es evidente que las monarquías del norte de Europa nos llevan mucha ventaja en usos y costumbres modernas y democráticas.

La soltura y cordialidad de Máxima estos días en cada acto público, contrasta con la rigidez de Letizia que, una vez más en actos internacionales, transmite inseguridad y cierto malestar. Basta observar el vídeo de su llegada a la cena de gala. Mary Donaldson, futura reina de Dinamarca, es todo empaque y naturalidad. Letizia mira a todas partes mientras posa incómoda y distante ante los objetivos.

Otros detalles de los fastos holandeses evidencian que a nuestra monarquía restaurada hace pocos años, le falta acomodarse a los tiempos actuales. Los periodistas que cubren las distintas ceremonias de Ámsterdam, recibieron en la sala de prensa la visita nada menos que del primer ministro, del alcalde de la ciudad y del jefe de prensa de la Casa Real.

Contestaron a todas las preguntas que se les hicieron.

Inimaginable la presencia de Rajoy, Botella y Javier Ayuso, nuevo responsable de prensa de Zarzuela, dispuestos a dialogar con 300 periodistas y no precisamente cortesanos.

En Holanda, la monarquía es muy popular pero también criticada sin complacencias cuando toca.

En España, Mariano Rajoy ha demostrado su alergia a enfrentarse con los medios y a dar explicaciones, más bien huye por los garajes de los edificios oficiales para evitar a la prensa. Y no digamos el nuevo responsable de comunicación de Zarzuela, Ayuso, un periodista que no parece haber ejercido su profesión. Ayuso desinforma, tiene listas negras, no sabe y no contesta. Hasta ahora su política informativa sobre la Familia Real ha hecho más daño que favores a la institución.

Los holandeses han dado a conocer los gastos de la coronación, 11 millones de euros. Y para sufragarlos, han recurrido a patrocinadores elegantes y que eviten a los ciudadanos costear unos fastos que chocarían con tiempos de crisis. En España prometen que a partir de ahora sabremos cada gasto de la Familia Real. La reina de Inglaterra da cuenta hace años de cada bombilla que se repone en el palacio de Buckingham.

Por último, ya habría muchas más comparaciones interesantes, los príncipes de Orange, hoy reyes dieron, una larga entrevista a los medios más importantes del país hace unos días en la que con naturalidad y franqueza contestaron a todas las cuestiones planteadas. Inimaginable una rueda de prensa de Felipe y Letizia hablando con sincera naturalidad de la Corona, el papel de la monarquía, el paro, la crisis...

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