MADRID.- La tiara floral que portó la Princesa Letizia
en la cena de despedida de la reina Beatriz de Países Bajos fue
comprada por el rey Alfonso XII en el siglo XIX y recuperada, después de
que la Familia Real se desprendiera de ella, por el general Francisco
Franco en 1962 como regalo de bodas a la reina Sofía.
Según han informado fuentes de Casa Real, la diadema de oro y
plata con diamantes fue un encargo del rey Alfonso XII a la firma
inglesa J.P.Colins en 1879 para su prometida, la archiduquesa María
Cristina de Hamburgo.
Después, según han indicado estas fuentes, la tiara "salió de la
familia" y ya en el siglo XX fue recuperado por la firma Aldao. Cabe
suponer que la diadema floral fue vendida por los Borbones.
Ya en 1962, Franco adquirió la diadema en la casa de joyas como
regalo de bodas para doña Sofía. La segunda hija de los Reyes, la
infanta Cristina, la lució el día de su boda con Iñaki Urdangarin.
Se trata de una diadema con talla brillante y talla perilla, con
motivos florales y vegetales, y una flor central adaptada para broche.
La Princesa la lució junto a un vestido negro de Felipe Varela. La
etiqueta de la cena establecía vestido largo con tiara para señoras y
esmoquin para caballeros.
Los Príncipes han acudido a Amsterdam en representación de la Casa
Real española a la investidura de Guillermo de Orange como Rey de
Países Bajos, después de la abdicación de su madre, la reina Beatriz.
Se trata del sexto acontecimiento real al que viajan Don Felipe y
Doña Letizia en el exterior. El primero fue la boda del Príncipe
Federico de Dinamarca y Mary Elisabet Donaldson, el 14 de mayo de 2004,
pocos días antes de su propio matrimonio, que tuvo lugar el 22 de mayo.
Cinco días después, el día 27 de ese mes, fueron a la boda del Príncipe
Hamzah bin al Hussein de Jordania y la Princesa Noor Hamzah.
En 2010, acudieron a la boda de la Princesa Victoria de Suecia con
Daniel Westling; en 2011, a la del Príncipe Guillermo de Gales con
Catherine Middleton, y en 2012, a la boda del Príncipe Guillermo de
Luxemburgo y la condesa Stephanie de Lannoy.
De este modo, es la primera vez que acuden a una ceremonia de
entronización. En la Casa Real holandesa se trata de la tercera
abdicación consecutiva, que en este caso llevará a un varón al trono por
primera vez desde el fallecimiento del rey Guillermo III, que falleció
en 1890.
No hay comentarios:
Publicar un comentario