MADRID.- El yerno del rey de España, Iñaki Urdangarin, volverá a declarar el
sábado ante un juez de instrucción en el marco de una investigación por
presunta corrupción que, con frecuentes revelaciones en la prensa, toma
un cariz cada vez más peligroso para la familia real.
Este lunes, los dos principales diarios españoles, El País y El Mundo,
reproducían correos electrónicos atribuidos a Iñaki Urdangarin, esposo
de la infanta Cristina, que parecían indicar que el rey Juan Carlos lo
había respaldado y seguido de cerca en su carrera como hombre de
negocios.
Estas declaraciones son muy comprometedoras para una Casa Real que
desde finales de 2011 intenta dibujar una clara frontera entre las
actividades profesionales de Urdangarin y el resto de la familia real y
mantener a la hija menor del rey totalmente al margen de la
investigación por corrupción en torno a su marido.
Excampeón de balonmano, Urdangarin, de 45 años, casado con la infanta
Cristina desde 1997, es sospechoso, junto a su exsocio Diego Torres, de
haber malversado millones de euros de dinero público a través del
Instituto Noos, un sociedad sin ánimo de lucro que presidió entre 2004 y
2006.
Pese a que su nombre figuró entre los "miembros" del Consejo de
Administración de Noos, según la prensa española, la infanta no fue
convocada por el juez, mientras que su esposo deberá declarar el sábado,
por segunda vez en un año, ante el magistrado José Castro de Palma de
Mallorca, instructor del caso.
La esposa del Diego Torres, Ana María Tejeiro, fue imputada en el caso.
Según El País, Torres afirmó el sábado pasado ante el juez Castro que
"la Casa del Rey supervisó la actividad del Instituto Noos". El exsocio
de Urdangarin "apuntó directamente al Rey, al que internamente se
refería como 'el jefe'", precisaba el diario.
"Disculpe mi silencio de los últimos días pero quería comprobar con
mi suegro (...) antes de responderle", habría escrito Urdangarin en
marzo de 2005 a Corinna Sayn-Wittgenstein, una aristócrata alemana
descrita por la prensa española como "la amiga" del rey, en unos de los
correos electrónicos publicados este lunes.
Este intercambio de mensajes, que habrían sido copiados al rey Juan
Carlos según El Mundo, hacían referencia a un cargo en una fundación
internacional al que aspiraba el yerno del monarca.
En total, según la prensa, la defensa de Torres habría proporcionado al juez cerca de 200 correos electrónicos.
Alto, delgado y elegante, Urdangarin, dos veces medalla olímpica de
balonmano en 1996 y 2000, fue durante mucho tiempo la imagen del "yerno
ideal".
Pero a finales de 2011, ya en el centro del escándalo, fue apartado
de las apariciones oficiales de la familia real y en enero la Casa del
Rey suprimió su perfil personal de la web oficial de la monarquía.
Todos estos esfuerzos por contener la crisis amenazan sin embargo con venirse abajo.
Ya a finales de enero la familia real recibió un duro golpe con el
anuncio de que el secretario personal de las infantas Elena, de 49 años,
y Cristina, de 47, había sido imputado en el caso y convocado a
declarar el 23 de febrero.
Este alto funcionario, Carlos García Revenga, será interrogado sobre
las "labores de asesoramiento o consulta que pudiera haber llevado" al
yerno del rey, según una fuente judicial.
Este hombre, "mucho más que un secretario" según El País, es un nuevo
eslabón que cae en el cerco que separa a la familia real del juez
Castro.
Pero la infanta ve sobre sí otra amenaza más inmediata: tras no pagar
a tiempo una fianza civil de 8,189 millones de euros (unos 11 millones
de dólares) que le reclamaba el juez en enero, Urdangarin proporcionó al
tribunal una lista de sus bienes que pueden ser confiscados.
Esta incluye en particular la mitad un palacete privado que la pareja
compró en 2004 en Barcelona, por casi seis millones de euros, según la
prensa.
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