martes, 1 de abril de 2014

Un millar de asistentes en el funeral de Estado por Adolfo Suárez junto a los Reyes y los Príncipes


MADRID.- Los Reyes y los Príncipes de Asturias han presidido el funeral de Estado en memoria del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, una misa oficiada por el cardenal-arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien ha hecho un llamamiento para hacer posible la concordia "también ahora".

"La concordia fue posible con él", ha dicho Rouco Varela en referencia a Suárez, y acto seguido se ha preguntado: "¿Por qué no ha de serlo también ahora y siempre en la vida de los españoles, de sus familias y de sus comunidades históricas?".
La homilía del cardenal-arzobispo ha destacado que el expresidente, de quien ha subrayado su fe cristiana, buscó "tenaz y generosamente" la reconciliación entre los españoles. En especial de los jóvenes, ha continuado, que querían "superar para siempre la Guerra Civil" y "los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar".
El funeral de Estado comenzó puntualmente a las 19.00 horas con los acordes del himno nacional, que volvió a sonar al término de la ceremonia, como es habitual cuando la presiden los Reyes. Antes de comenzar la ceremonia, la veintena de mandatarios que han asistido al funeral se trasladaron al lateral de la catedral, donde uno por uno saludaron a los Reyes, a los Príncipes, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a Adolfo Suárez Illana.
El hijo del exjefe del Ejecutivo, en representación de la familia de Suárez, ha recibido numerosas muestras de calor y afecto de Don Juan Carlos, Doña Sofía, Don Felipe y Doña Letizia, tanto al comienzo como al final del funeral, en esta ocasión extensibles al resto de hijos y nietos.
Según explicó un portavoz del Palacio de la Zarzuela, el saludo de los mandatarios, entre los que se encontraba el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, se llevó a cabo en el atrio de la catedral madrileña siguiendo el orden alfabético de los países extranjeros. Se trata de un momento que no se pudo seguir en directo por la señal institucional de la ceremonia.
Los Reyes y los Príncipes llegaron a La Almudena a las 18.50 horas aproximadamente y se sentaron a la izquierda mirando al altar, junto al Libro de los Evangelios. Acompañado por Rouco Varela, Don Juan Carlos accedió a la catedral y siguió la misa de pie, con el único apoyo de un bastón en su mano derecha.
En la bancada a la izquierda de la Familia Real se sentaron el presidente del Gobierno y los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero --estos dos últimos dialogaron animosamente antes de la ceremonia--. El resto de autoridades del Estado, incluyendo los presidentes autonómicos, se sentaron en las bancadas de detrás.
Ocupando las primeras filas a la izquierda de la nave central, detrás de los Reyes, se sentaron los familiares de Adolfo Suárez. Justo en frente al presidente del Gobierno y de las autoridades españolas, se ubicaron los mandatarios, embajadores y representantes del centenar de países extranjeros que han asistido al funeral.
La cordialidad ha sido la tónica general entre los asistentes a una ceremonia que ha durado una hora. Sobre las 20.05 horas, Don Juan Carlos y Doña Sofía se han despedido de Rajoy y de su esposa y también han saludado a las numerosas personas que se congregaban a las puertas de La Almudena y que no pudieron entrar a la catedral.
Entre los presidentes autonómicos ha destacado la presencia del de la Generalitat, Artur Mas, que ha charlado animosamente antes de la misa con su homólogo de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, sentado a su derecha, y en menor medida con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, sentado en el banco de delante.
Mas también saludó e intercambió unas breves palabras con el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y con el jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas. Al término de la misa, todos los presidentes han esperado protocolariamente a que abandonaran la catedral los Reyes, los Príncipes y el presidente del Gobierno y su mujer. Acto seguido, Mas se ha despedido con un apretón de manos de todos los ministros y ha abandonado la iglesia dialogando con el lehendakari, Íñigo Urkullu.
Entre el millar de asistentes al funeral de Estado por Adolfo Suárez, que falleció el pasado día 23 a los 81 años tras una larga enfermedad neurodegenerativa, se encontraban varios exministros de la UCD, los 'padres' de la Constitución y los presidentes del Congreso y del Senado actuales y todos los que ocuparon ambas cámaras desde la restauración de la democracia.
Este funeral de Estado constituye el último acto de despedida a Adolfo Suárez, fallecido el 23 de marzo en una clínica madrileña, donde había sido ingresado por una infección respiratoria tras más de una década aquejado del mal de Alzheimer.

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